Decenas de operarios del servicio de limpieza de la Ciudad fueron los encargados de limpiar ayer en la playa de La Hípica unas algas que, según palabras del propio consejero de Medio Ambiente Daniel Ventura, “es un alga invasora. Cada vez que tenemos levante aparece en nuestras costas. Ya llevamos un tiempo investigando con la Universidad e Málaga y la UGR quienes están estudiando este fenómeno”.
Para intentar arrojar luz sobre este tema nos pusimos en contacto con fuentes de Guelaya quienes nos confirmaron que “nunca habían visto arribazones tan grandes en esta zona”.
Los arribazones son acumulaciones de hojas de Posidonia oceánica que se han desprendido como consecuencia de temporales y son arrastradas por las olas hasta la orilla. La presencia de arribazones en una playa indica que cerca hay una pradera sumergida de Posidonia. No es suciedad. Al contrario. Es señal de que las aguas del mar están limpias, libres de contaminación y son aptas para el baño. Además, los arribazones también atenúan el efecto del oleaje y protegen la línea de costa de la pérdida de arena de las playas.
Desde la asociación ecologista temen que se trate de la especie, denominada Rugulopteryx e inciden en que de corroborarse, “sería un desastre para la costa porque este alga no se puede radicar. Es imposible”.
De ahí que hayan remitido las fotografías a la catedrática malagueña María Altamirano para que confirme si se trata, o no, de la Rugulopteryx.
Este alga originaria de Asia se estableció en el Mediterráneo a principios de los años 2000, pero desde 2015 su proliferación se ha vuelto problemática en el Estrecho de Gibraltar y otras regiones.
Rugulopteryx okamurae ha demostrado ser capaz de eliminar especies autóctonas y alterar radicalmente la estructura de los ecosistemas marinos.
Además, su rápida expansión amenaza actividades humanas como la pesca y el turismo, debido a las grandes masas de biomasa flotante que obstruyen redes y se acumulan en las playas.
El alga ha sido hallada en las costa gallega, vasca, en zonas de Andalucía y también en Ceuta.
Causas de la expansión: vectores humanos y condiciones favorables
Los expertos sugieren que la expansión de Rugulopteryx okamurae al norte se ha visto facilitada principalmente por vectores humanos, como las actividades marítimas y la acuicultura.
Los puertos de Bilbao, A Coruña y Vigo, con su elevado tráfico marítimo, se consideran focos potenciales de introducción de la especie. Además, las condiciones ambientales del norte de España, con temperaturas invernales de alrededor de 11°C, no parecen ser una barrera significativa para su establecimiento.
La experiencia en regiones del sur de España ha demostrado la dificultad de erradicar esta especie una vez establecida. Por ello, se recalca la importancia de la detección temprana y de la implementación de estrategias de manejo. En este sentido, se recomienda realizar evaluaciones de distribución y establecer planes de gestión para la biomasa acumulada en playas, evitando así su retorno al mar.
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Guelaya, chafarderos de todo expertos en nada. Este alga está constatada en la aguas de Tres Forcas desde hace más de dos años. Vuestra premonición apocalíptica llega tarde.
Melilla recibe lo q siembra. Si Ventura autoriza vertidos de aguas fecales a sus costas lo lógico es q la madre naturaleza devuelva lo q no es suyo o si como es el caso. Pero claro, habiendo un inútil ignorante en gestión medioambiental capaz sería hasta de confundir algas y setas.