La Costa Brava es la provincia de Girona, es uno de los destinos más espectaculares de España. Con sus acantilados abruptos, calas escondidas, aguas turquesas y pueblos con encantos, esta franja litoral que se extiende desde Blanes hasta la frontera con Francia ofrece un sinfín de paisajes por descubrir.
Si estás buscando una ruta completa para recorrer la Costa Brava en coche, aquí te proponemos un itinerario de varios días, combinando naturaleza, gastronomía y cultura.
Blanes y Tossa de Mar, las puertas de la Costa Brava
El viaje comienza en Blanes, la puerta de entrada a la Costa Brava. Este pueblo, famoso por sus jardines botánicos y sus playas, es un buen punto de partida. No te pierdas el Jardín Botánico Marimurtra, con más de 4.000 especies de plantas y unas vistas impresionantes del Mediterráneo.
Después, dirígete a Tossa de Mar, uno de los destinos más pintorescos de la zona. Su casco antiguo amurallado conocido como Vila Vella, es un laberinto de calles adoquinadas que te transportará a la época medieval. Desde el Castillo de Tossa, la panorámica del mar es espectacular. Para terminar el día, disfruta de un baño en la Playa Gan o explora la escondida Cala Pola,
Calella de Palafrugell, Llafranc y Tamariu
Siguiendo hacia el norte, el segundo día está dedicado a algunos de los pueblos más bonitos de la Costa Brava. Calella de Palafrugell es una joya marinera con casitas blancas y calas de aguas cristalinas. Desde aquí puedes hacer una caminata por el Camino de Ronda hasta Llafranc, otro pequeño pueblo costero con un ambiente exclusivo.
Para un almuerzo con vistas, sube hasta el Faro de San Sebastián, donde tendrás una de las panorámicas más impresionantes de la costa. Después relájate en la Cala de Tamariu, un rincón perfecto para nadar y hacer snorkel.
Begur y las calas más espectaculares
El tercer día nos lleva a Bugur, un pueblo medieval con un castillo en lo alto desde donde se puede admirar toda la costa. En sus alrededores se encuentran algunas de las mejores calas de la Costa Brava. Sa Tuna, con su pequeño puerto pequero, s ideal para una mañana tranquila. Más adelante, Aiguablava te sorprenderá con sus aguas turquesas y arena dorada.
Begur también es famoso por su gastronomía, así que aprovecha para degustar un arroz caldoso o una fideuá en alguno de sus restaurantes frente al mar.
Pals y Peratallada, la Costa Brava Medieval
La Costa Brava no es solo mar y playas, también es historia. El cuarto día de la ruta lo dedicamos a dos de los pueblos medievales mejor conservados ca Cataluña: Pals y Peratallada.
Pals, con su casco antiguo de piedra, calles empedradas y miradores con vistas a los campos de Empordà, es una parada obligatoria. a pocos kilómetros, Peratallada te transportará a la Edad Media con sus murallas, torres y pasadizos. Aquí es imprescindible probar la gastronomía local en uno de sus restaurantes con encanto.
Cadaqués y Cap de Creus, el broche de Oro
Para cerrar la ruta con broche de oro, el último día nos lleva al Cap de Creus y Cadaqués, el pueblo que enamoró a Salvador Dalí. Este rincón, con sus casas blancas y su bahía de aguas cristalinas, es uno de los lugares más mágicos de la Costa Brava.
Visita la Casa-Museo de Dalí en Portllgat y recorre las estrechas calles del casco antiguo de Cadaqués. Para los amantes de la naturaleza, una excursión hasta el Parque Natural del Cap de Creus ofrece paisajes únicos de acantilados y calas salvajes.
La Costa Brava es un destino que lo tiene todo: playas de ensueño, historia, cultura y una gastronomía deliciosa. Con esta ruta, podrás descubrir lo mejor de esta costa mediterránea, disfrutando de cada rincón y de la esencia única que la convierte en uno de los lugares más especiales de España.