La Copa pasa factura

Fortín El Álvarez Claro deja de ser un campo inexpugnable tras la derrota de los azulinos ante el filial sevillista  Calendario La escuadra que dirige Juan Moya afronta en noviembre partidos muy duros y de gran exigencia.

La resaca de la Copa no sentó nada bien al conjunto azulino que ayer perdió de manera justa ante un Sevilla Atlético que se mostró muy ambicioso y que pudo dejar sentenciado el encuentro antes del descanso, pero se estrelló una y otra vez frente a un espectacular Munir que fue con diferencia el mejor hombre del partido evitando con sus intervenciones que la derrota fuera más dolorosa aún.
Se sabía de antemano que el esfuerzo realizado el pasado jueves ante el Levante UD podía pasar factura, sobre todo porque el Melilla afrontaba otro duelo de máxima intensidad sin las 72 horas preestablecidas para una adecuada recuperación; por lo que el interés pre partido estaba centrado en el once inicial que pondría en liza el técnico local.
Juan Moya optó por dar continuidad al mismo once titular que lo bordó ante un Primera División, con la salvedad de la inclusión de Aranda en sustitución del sancionado Carlos David. Se suele decir, con buen criterio, que en fútbol el estado de ánimo es primordial pero ayer no fue suficiente para frenar el ímpetu y la calidad de un equipo que saltó al terreno de juego del Municipal melillense con la lección bien aprendida y que impuso un intenso ritmo de juego desde el pitido inicial, que los norteafricanos trataban de frenar con continuas interrupciones.
El preparador melillense demostró su fe ciega en los hombres que suele utilizar habitualmente, pero ante el filial sevillista perdió una oportunidad de oro para valorar la aportación que otros componentes del plantel azulino pueden ofrecer en un partido oficial, sobre todo cuando el equipo estaba necesitado de la frescura y de la chispa que requiere un duelo ante un conjunto tremendamente joven como el de Nervión. De la Mota, Sidi y Omar Monterde, que estuvo en el banquillo ante su ex equipo, tendrán que esperar otra oportunidad para aportar su granito de arena a un equipo al que el mes de noviembre le depara un calendario durísimo con enfrentamientos de altura ante Cartagena, Arroyo, La Roda, Levante UD y Cádiz CF.
La afición, que acudió en mayor número que en partidos precedentes, no respondió como se esperaba después del buen espectáculo ofrecido en la Copa, para presenciar un partido que tuvo dos partes bien diferenciadas. La primera en la que el Sevilla Atlético fue muy superior, y una segunda donde el juego bajó muchos enteros, y en la que una decisión más que discutida del colegiado privó al Melilla de jugar con superioridad numérica ya que Julián, meta visitante, debió ser expulsado en el minuto 59 cuando derribó a Chota siendo el último hombre, abortando una ocasión manifiesta de gol.
Los de Ramón Tejada salieron muy enchufados desde el pitido inicial y a los dos minutos de partido gozaron de una triple ocasión de gol que Munir desbarató al rechazar el disparo a bocajarro de Rabello y el posterior golpeo de Álex Rubio en boca de gol para acabar haciéndose con la pelota a los pies de un atacante sevillista. El susto espabiló a los locales y tres minutos después Dani Fragoso envió al área un libre indirecto que Chota, adelantándose a la zaga visitante, remató al fondo de la red, pero Navarro Fuentes anuló el tanto a instancias de su asistente.
Parecía que el Melilla se sacudía el dominio de los sevillistas cuando Nacho Aznar estuvo a punto de conectar en el segundo palo un centro de Velasco desde la línea de fondo, pero tan sólo fue un espejismo. En la siguiente acción, Alberto Moreno sacó fruto de la presión que ejerció sobre Aranda y se plantó solo ante Munir pero el arquero melillense, que atraviesa un excelente momento de forma, le ganó el mano a mano, evitando otro gol cantado. Mediada la primera parte, de nuevo Munir solventó con acierto otro uno contra uno ante Álex Rubio que penetró en el área local como 'perico' por su casa.
La cosa no quedaba ahí y Alberto Merino lo intentó desde la frontal pero su disparo raso y cruzado se marchó fuera. Pasada la media hora de juego, Jozabed estrelló en la parte superior del travesaño un disparo lejano. El Melilla seguía buscando la reacción pero se estrellaba una y otra vez ante el ordenado tramado defensivo que planteo Tejada y cuando no, lo hacía con el propio árbitro como ocurrió con el cambio de orientación que intentó Fausto Tienza que acabó con el colegiado por los suelos al filo del minuto 40 y que revertió una jugada de ataque azulino en un contraataque de los diablos rojos (ayer el filial vistió de ese color).
No hubo tiempo para más y lo mejor que podo ocurrir es que el trencilla murciano decretara el final del primer acto al que se llegó de manera sorpresiva con el empate inicial a cero goles.
Tras el paso por la caseta, el Melilla salió más entonado y antes de cumplirse los dos primeros minutos de juego Nacho Aznar disparó ajustado a la base del palo derecho de Julián y Velasco hizo lo propio pero el cuero se marchó muy alto.
Pero cuando mejor pintaban las cosas para los de Juan Moya, el Sevilla Atlético asesto el golpe que a la postre resultaría definitivo. Alberto Moreno, tras una pared con un compañero, se plantó en el área local, aguantó la posición  y la posesión de la pelota para, ante la pasividad de la defensa azulina, conectar un obús que se coló de manera irremediable por la escuadra derecha de la portería melillense, adelantando así a los visitantes.
A partir de ahí, el Melilla lo intentó más con el corazón que con la cabeza ante un equipo que se dedicó, ahora sí, a nadar y guardar la ropa y que contó con otras dos claras ocasiones para poner más tierra de por medio. Munir salvó otro gol cantado a pies de de Alberto Moreno que se plantó en inmejorables condiciones ante el meta azulino cuando el crono marcaba el minuto 73; al igual que en el 90 Munir volvió a ganar un mano a mano, ahora ante Jairo que ganó la espalda a la defensa unionista y disparó flojo ante la enorme sombra del joven guardameta melillense.

Munir El portero melillense mantuvo vivo el partido con sus felinas intervenciones

El canterano, que rayó a un gran nivel en el partido de Copa ante el Levante, demostró estar en un impresionante momento de forma y ayer, ante el Sevilla Atlético, se convirtió en el mejor jugador del partido.
Munir evitó con sus intervenciones que el filial sevillista sentenciara el partido en el primer tiempo y que la escuadra que dirige Ramón Tejada consiguiera un triunfo más holgado.
La desafortunada lesión de Dorronsoro ante el Linense, dio al arquero melillense la oportunidad de demostrar que la portería unionista está bien cubierta con dos guardametas de auténticas garantías.
La UD Melilla tiene en Munir portero para rato y el melillense sigue mejorando día a día como demuestra cada vez que juega.