El presidente en funciones de la Comisión Islámica de Melilla (CIM), Abdelkarim Allal Aissa, asegura que no quieren la subvención que les otorga actualmente la Administración porque la consideran “indigna” para la actividad que desarrolla la entidad. Al mismo tiempo, afirmó que su intención es que la CIM no haga política y que está dispuesto a sentarse con los responsables de la Ciudad para buscar vías de entendimiento. Eso sí, dejó claro que es necesario que se escuche cuáles son las necesidades de la comunidad musulmana.
Diálogo
El responsable de la CIM consideró que es imprescindible que se trate de forma “digna” a los musulmanes. En declaraciones a El Faro dejó claro que el futuro de nuestra ciudad pasa por hacer caso, también, a este sector de la población. “Cualquier cosa que pedimos, la respuesta siempre es no. No se nos escucha. Lo que quiero es que haya diálogo”, aseveró, al tiempo que puso en valor la gestión que ha hecho Dris Mohamed al frente de la CIM durante los últimos años.
Abdelkarim Allal Aissa, que ya presidió la entidad en los años noventa, dijo que la sensación que tiene es que la Administración está usando pretextos para negarles la subvención, en relación a las afirmaciones de la consejera de Presidencia, Paz Velázquez, que aseguró ayer que el Gobierno local no otorga ayudas a asociaciones que se dedican a hacer política.
El presidente en funciones indicó que en cuanto haya una nueva estructura al frente de la entidad lo primero que van a hacerse es sentarse para desvincularse de cualquier cuestión política. “Nosotros no tenemos que ser puente de ningún partido. Ellos está en una lucha por el poder”, indicó, al tiempo que insistió, eso sí, en la necesidad de que la población musulmana melillense sea tenida en cuenta.
La actividad de la CIM
El responsable de la CIM cuestionó si es justo que la Comisión se encargue de los servicios fúnebres sin recibir ni un euro y dejó claro que a lo largo del año desarrollan numerosas actividades. “¿Quién se encarga de organizar Ramadán?”, apostilló. Indicó, asimismo, que la labor que realizan necesita de mucho más dinero que el que les otorga la Ciudad, por lo que consideró que la ayuda actual no es “digna”.
Abdelarkarim Allal Aissa apuntó, también, que son ellos los que se encargan de los imanes o de la enseñanza del Corán. “¿Quién vela para que en las mezquitas no se lancen mensajes que puedan incitar al radicalismo? Nosotros”, aseveró.
Sobre los miembros de la Comisión que han podido hacer declaraciones sobre asuntos de tinte político, el presidente en funciones dijo que “les va a parar los pies”. “Quien quiera hacer política que se vaya a un partido”, apostilló.
El actual responsable de la CIM, después de que el anterior presidente haya dimitido del cargo por motivos personales, reiteró que está cansado de que no los escuchen. “Hace años pedimos que en el Hospital Comarcal hubiera un espacio en el que los musulmanes que están enfermos pudieran rezar. Sólo necesitábamos 4 o 6 metros cuadrados y no se nos concedió”, lamentó. “Como con esto pasa con todo. Es necesario que se nos escuche. Yo quiero diálogo, pero hace falta más colaboración”, aseveró.
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