La Comisión de Patrimonio "entierra" el derribo del muro del Parque Hernández

La Comisión de Patrimonio "enterró" definitivamente "por ahora" el proyecto de transformación del Parque Hernández que implicaba el derribo del muro. Así lo dijo este jueves la consejera de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad y presidenta de la comisión, Elena Fernández Treviño, en el transcurso de una rueda de prensa en la que calificó como "duro" el debate que se produjo previo a la votación. "Ha sido una comisión difícil en la que ha habido mucha discusión y discrepancia en torno a esa cuestión", afirmó.

A la reunión de este órgano colegiado de la ciudad, en el que se integran el cronista oficial, el Colegio de Arquitectos, la Fundación Melilla Monumental y la Dirección General de Cultura, entre otros, asistieron hasta tres consejeros de CpM, aunque solo uno de ellos, en concreto el titular de Infraestructuras, Rachid Bussian, es miembro nato. Los dos restantes, consejeros de Medio Ambiente (Hassan Mohatar) y de Distritos (Mohamed Ahmed) acudieron a petición propia y actuaron como invitados. "Hassan me avisó 5 minutos antes, Mohamed Ahmed directamente se presentó", comentó la consejera.

Valoración

Elena Fernández quiso dejar claro que la Comisión de Patrimonio "se limita a hacer una valoración" del proyecto desde el punto de vista histórico-artístico. No obstante, dada la importancia del asunto en discusión, salieron a relucir otras cuestiones importantes como el patrimonio inmaterial del parque, el muro como parte de la historia de Melilla y la necesidad también de proteger el patrimonio natural de la ciudad.

La presidenta de la comisión aseguró que "no se trata de demonizar" el proyecto sino de "valorar" su oportunidad en el momento actual. "Estamos en un momento donde el sentir social no apoya la decisión del derribo del muro", apuntó para añadir que los informes técnicos e históricos dicen que esa construcción "ha formado parte de la historia de Melilla durante más de cien años y que ahora mismo resguarda al parque en muchos de sus elementos, que forma parte de la fisonomía urbanística indisoluble de una zona protegida y que, además, resguarda la flora y la fauna de dentro de las instalaciones".

La consecuencia de todo esto es que la Comisión de Patrimonio decidió que "no se puede autorizar esa transformación del Parque Hernández y el derribo".

Y ello después de mantenerse una reunión "dura" y en la que "las discrepancias pudieron llegar a ser grandes". De hecho, Fernández Treviño entiende que lo mejor habría sido haber consensuado previamente la posición con CpM, promotora del proyecto. "Podíamos haber llegado a un consenso antes de la comisión o, por lo menos, un acercamiento de posturas y no haberse convertido algo bonito como es el Parque Hernández en un elemento de guerra. No me parece de recibo cuando el único objetivo ha sido salvaguardar el patrimonio histórico-artístico de la ciudad y cuidarlo", recordó.

La propuesta del PSOE en este caso es que se vaya progresivamente avanzando en la peatonalización y sostenibilidad de la zona centro. "Queremos que se haga poco a poco, que se vaya transformando el centro desde las calles aledañas, que se intervenga en General Marina, la Plaza de España e incluso la Avenida de la Democracia, como ellos planteaban".

En opinión de la consejera, toda esa transformación del centro no es incompatible con el mantenimiento del muro. "No nos parece malo en absoluto que el proyecto sea peatonalizar, eliminar barreras arquitectónicas pero tampoco eso nos parece incompatible con el muro. Se puede plantear y reconvertir el centro con el muro que ahora mismo tiene el parque".

Obras en el muro

El muro del Parque Hernández existe desde 1918, según la fecha aportada por la titular de Cultura. Desde entonces hasta ahora ha sufrido varias transformaciones y obras de reparación que, en su opinión, no invalidan en modo alguno su carácter de histórico para la ciudad. "Ha experimentado varias transformaciones como les pasa a todos los elementos arquitectónicos pero no por eso deja de ser protegido", argumentó.

Según dijo, esas circunstancias "no le restan valor ni le desposee de importancia histórica". "Da igual que hace 20 años se repellara y se arreglara. El enrejado y el muro forman parte de la historia de Melilla y de nuestro patrimonio en el centro histórico de la ciudad".

Y por si ello no fuera suficiente, la consejera socialista sacó a colación el poco respaldo social al derribo. "Hay una gran controversia social que acompaña a todo este tema. La gente no quiere que ahora mismo ese parque que ha formado parte de la vida de miles de melillenses durante un siglo, se quede sin el muro. Creemos que ahora mismo no es el momento.

Elena Fernández no quiso pronunciarse sobre la encuesta encargada por Medio Ambiente respecto a la opinión sobre el derribo del muro. Y, en ese sentido, apuntó que el consejero de Distrito le preguntó si no respetaba al profesional que la firma. "Con todos mis respetos a ese señor, a lo mejor ha elaborado una serie de condicionantes subjetivas porque incluso ha dado datos históricos que a mi me parece que no son correctos. El resto lo ha dicho la ciudadanía", señaló.

Con respecto a qué va a pasar ahora con el dinero que se pagó para la realización de la encuesta, Fernández Treviño dejó claro que será algo a lo que deba responder CpM. "Eso lo tienen que explicar ellos. Supongo que han querido encontrar todos los elementos para avalar su proyecto".

Discrepancias sanas

El encontronazo entre representantes del PSOE y de CpM a costa del muro del Parque Hernández no pone en peligro el pacto de Gobierno ni provocará problemas entre ambos partidos. Elena Fernández explicó que "las discrepancias son incluso sanas", aunque insistió en que lo mejor habría sido consensuar una postura previamente o incluso que los cepemistas hubiesen retirado el proyecto. "Todo lo que se tenía que hablar se ha hablado en la comisión. La mayor parte de la conversación ha sido muy sana y constructiva pero ha sido un debate tenso", reconoció.

"No creo que esto tenga que dinamitar nuestras relaciones", reiteró. "Espero que entiendan que aquí hay unos órganos y unas leyes que tienen unos pasos y unos tiempos y que no era el momento".

De hecho, la consejera cree que en el futuro podría hablarse de nuevo sobre el derribo. "Las ciudades se transforman, las mentalidades cambian. Yo no puedo hablar con vistas al futuro. Las ideas de parques en Europa es que van abriendo y se van integrando en los centros peatonales. Hacia allá vamos pero poco a poco, convenciendo no imponiendo".

Por último, la presidenta de la comisión expresó su esperanza en que este desencuentro no perjudique que salgan adelante proyectos pendientes, como la rehabilitación del antiguo edificio de correos. "Espero que no se paralicen otros proyectos por esto. Creo que hay que separar las cosas porque estamos hablando de una decisión colegiada. La ciudad no lo quiere. Me cuesta encontrar a alguien que esté a favor del derribo", concluyó.