La Ciudad impulsa la formación sobre autismo en todas sus guarderías

La educación infantil en Melilla da un paso adelante en la atención a niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) gracias a un nuevo programa de formación para el personal de las guarderías, impulsado por la Asociación Autismo Melilla y respaldado por la Consejería de Educación. La iniciativa, que nació en la Guardería Virgen de la Victoria, tiene como objetivo dotar a los profesionales de herramientas para detectar los primeros signos del autismo y actuar de manera adecuada en el aula.

El consejero de Educación, Miguel Ángel Fernández, y el presidente de la Asociación Autismo Melilla, Nicolás Fernández, presentaron este martes el programa en un acto en el que destacaron la importancia de la educación como pilar fundamental para mejorar el pronóstico de las personas con TEA.

Diagnóstico precoz y pautas de actuación en el aula

Uno de los aspectos clave de esta formación es la detección temprana de los indicios del autismo en la primera infancia, algo fundamental para una intervención educativa efectiva. En este sentido, Miguel Ángel Fernández explicó que el programa se centrará en dos grandes ejes: en primer lugar, enseñar a los educadores a reconocer los primeros signos del TEA en los niños de entre 0 y 3 años, para favorecer un diagnóstico precoz y en segundo lugar, proporcionar pautas de actuación a los profesionales para que puedan responder adecuadamente ante los retos que supone atender a un niño con autismo en el aula.

“Muchas veces, los profesionales se encuentran desbordados ante ciertas situaciones sin saber si el comportamiento de un niño es o no habitual. Para eso están estos especialistas, que llevan años trabajando en el abordaje, la sensibilización y la formación sobre el autismo”, explicó el consejero de Educación.

Desde la Consejería, destacaron que la iniciativa, surgida de la propia comunidad educativa de la Guardería Virgen de la Victoria, ha sido extendida a todas las guarderías públicas de la ciudad y no se descarta ampliarla a centros privados concertados en el futuro.

El papel de la educación en la mejora del pronóstico

Por su parte, Nicolás Fernández, presidente de la Asociación Autismo Melilla y padre de un niño con TEA, subrayó que la educación es el único factor científicamente demostrado que mejora el pronóstico de las personas con autismo.

“Existen muchas teorías sobre cómo abordar el TEA, pero lo único con evidencia científica es la educación. Y el primer escalón de la educación es la educación infantil, donde aparecen los primeros síntomas”, explicó.

Fernández destacó que seis de los miembros de la directiva de Autismo Melilla son profesionales de la educación en activo, lo que les ha permitido detectar las dificultades a las que se enfrentan los docentes a la hora de atender a un niño con autismo.

“Un niño de dos años con autismo recién diagnosticado puede ser de difícil trato. Muchas veces, los padres no sabemos qué hacer, y los profesionales también se encuentran con obstáculos. En la formación para Técnico de Educación Infantil apenas se trata el TEA de manera teórica, pero la realidad del aula es otra”, afirmó.

Un proyecto con vocación de continuidad

El programa de formación nació del interés de la directora de la Guardería Virgen de la Victoria, Haviva, quien siempre ha mostrado una gran preocupación por mejorar la atención a los niños con TEA en su centro. Desde la Asociación Autismo Melilla han colaborado con la guardería en varias charlas y talleres, pero este año se ha apostado por estructurar y ampliar la formación con el apoyo de la Consejería de Educación.

“Nos pusimos en contacto con la Consejería y nos dieron su respaldo inmediato. Ahora, la formación se extenderá a todas las guarderías de la ciudad”, explicó Nicolás Fernández.

La idea es que esta iniciativa tenga continuidad y evolucione en función de las necesidades detectadas en los centros. Desde Autismo Melilla, cuentan con el respaldo de asociaciones nacionales que han desarrollado proyectos similares, lo que permitirá mejorar el programa en futuras ediciones.

El consejero de Educación agradeció la labor de la Asociación Autismo Melilla, subrayando que se trata de una iniciativa altruista que beneficia a toda la comunidad educativa.

“Queremos que este esfuerzo sea realmente efectivo y marque una diferencia en la vida de muchos niños y familias”, concluyó Miguel Ángel Fernández.

Con esta formación, Melilla da un paso más en su convenio con la educación inclusiva, asegurando que los profesionales de la educación infantil cuenten con herramientas adecuadas para atender a los niños con TEA desde sus primeros años de vida.