La Ciudad estudia multas de hasta 3.000€ por hacer barbacoas en las playas

La Ciudad Autónoma plantea comenzar a sancionar con hasta 3.000 euros las actuaciones prohibidas bajo normativa municipal en las playas de Melilla tales como hacer barbacoas, instalar toldos y bañarse de forma imprudente con bandera roja.

Así lo aseguró ayer a El Faro el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, quien afirmó que hasta el momento han sido “bastante benévolos” respecto a este tema. “Si las quejas van aumentando por esta acampada diaria que se ha estado permitiendo cerca de las zonas de los diques y se ve que se extiende por todas las playas, pues tendremos que corregir estas conductas bajo sanción”, aseveró.
El consejero insistió en que hasta el momento no se ha estado imponiendo multas por hacer barbacoas o instalar toldos, una práctica que, según la normativa vigente de playas, correspondiente al área de Medio Ambiente, está prohibido. “Hay indicaciones de la Consejería a la Policía Local para que cuando vea estas conductas acudan y se corrija”, señaló. Las sanciones que puede interponer la Policía por el incumplimiento de esta normativa “son cuantiosas y van desde los 150 hasta los 3.000 euros”, dependiendo de la gravedad del hecho.
Este tipo de actuaciones como instalar toldos con laterales o la realización de barbacoas en las playas se ha permitido en zonas cercanas a los diques donde “no hay sombrillas” y acuden las familias, pero desde Seguridad Ciudadana no quieren que esta actitud se propague a todas las playas de la ciudad.
Isidoro González afirmó a este medio que actualmente ya existe una regulación como tal referente al uso y disfrute de los dos kilómetros de playas que tiene Melilla, pero durante este tiempo y en lo que va de verano las actuaciones llevadas a cabo por el Servicio de Salvamento y Socorrismo y desde la propia Consejería han sido de información y prevención a los ciudadanos antes de comenzar a sancionar, pero será el siguiente paso si no se frenan estas conductas.
Según la normativa, tampoco está permitido realizar juegos en zonas no habilitadas para ello, la entrada de animales o el acercamiento de las embarcaciones de recreo a la orilla, así como generar ruido. “El espacio de playas de Melilla es limitado y el disfrute debe de ser para todos”, explicó el consejero, al tiempo que insistió  en que “ha aumentado el número de quejas y reclamaciones”.

Imprudencias
Sobre el “problema” de los menores que se lanzan del acantilado de la ensenada de los Galápagos o los bañistas que ponen en riesgo su seguridad y la de los socorristas bañándose con bandera roja, González aseguró que también son conductas que se multarán. “Cuando una persona con bandera roja dice que se baña porque le da igual y lo hace bajo su responsabilidad, que sepa que es sancionable”, recordó.
En este sentido, la coordinadora del Servicio de Salvamento y Socorrismo, Inmaculada Morales explicó a este medio que, de hecho, ya se están interponiendo multas a los bañistas imprudentes. “Siempre y cuando el baño sea prudente y hasta la cintura en un tramo controlado y con compañía, si hay bandera roja no lo vamos a sancionar”, anunció, pero la respuesta es diferente cuando alguien “se mete en la rompiente, lejos de la orilla”, donde al socorrista le cueste llegar por el oleaje y el aumento del tiempo de reacción. En esta situación consideró que la sanción “es inminente”.

Más seguridad en Galápagos
El consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, explicó ayer a El Faro que también habría que reclamar mayor seguridad en la zona de la ensenada de los Galápagos y otras de acantilados desde los que muchos menores se lanzan hasta el mar. “La Consejería ha informado y se tiene conocimiento de que se han trasladado las quejas para que se pongan los medios materiales, que en este caso exceden de la Ciudad Autónoma, para que la escalada sea imposible y el acceso esté totalmente impedido, porque por medios humanos se nos acaban los recursos, puesto que son decenas de menores”, aseguró. Una de las últimas incidencias en este lugar fue la pérdida de conocimiento de un menor después de precipitarse al mar, que provocó la actuación del Servicio de Salvamento hace unas semanas.

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