En rueda de prensa, el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, José Ronda, aseguró que el hallazgo de esa especie marina sugiere una buena actuación del Gobierno local en materia de medio ambiente. Esta situación, dijo, se refleja en el crecimiento de la biodiversidad de la costa melillense. El caballito de mar se encontró en la Zona de Especial Conservación de los acantilados de Aguadú, cerca de la tubería del emisario de la planta desalinizadora. Ronda manifestó que la Ciudad Autónoma tiene la obligación de proteger las Zonas de Especial Conservación (ZEC), así como su mantenimiento y seguimiento. Por tanto, se está trabajando en un plan rector de Ordenación de Recursos Naturales y Gestión para adecuar las actividades que se permitirán o prohibirán en la zona, así como un correspondiente régimen sancionador. "Viendo el aumento de fauna que estamos teniendo allí, vemos que es necesario una actuación importante de protección". Por lo tanto, quedará prohibido el baño, la pesca y el fondeo de barcos; permitiéndose tan sólo las inmersiones profesionales de las dos asociaciones de buceo y las que tengan el fin de estudiar la zona. La Ciudad se pondrá en contacto con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil para comunicar las actuaciones que vayan a llevarse a cabo. Otra de las intenciones de Medio Ambiente es la ampliación de la ZEC desde la punta de Rostrogordo hasta los límites de la ciudad. Esta zona englobaría la actual zona ZEC, el emisario de la desalinizadora y la futura ampliación de esta planta. En caso de futuras reparaciones o trabajos en la planta desalinizadora, el consejero afirmó que será necesario llevar a cabo algún tipo de protocolo y acción, debido al interés general de dicha instalación. En la actualidad, Melilla cuenta con dos zonas ZEC. El barranco del Nano, que tiene 41,5 hectáreas y los acantilados de Aguadú, con 10 hectareas terrestres y 45,5 marítimas. Por parte de la Consejería, José Ronda habló de la implicación en trabajar por la biodiversidad de Melilla. Además, manifestó que realizarán un gran proyecto de ciudad, con un sendero verde o un programa de reforestación en toda la ciudad.
Hallazgo excepcional
Por su parte, Joaquín 'Kincho' Díaz, coordinador de la Red de Vigilantes Marinos en la ciudad y miembro del Club de Buceo Melilla tomó la palabra para hablar sobre el hallazgo el pasado viernes del caballito de mar. Un hecho que calificó de "excepcional". El Club de Buceo Melilla también lleva a cabo distintas campañas de limpieza de fondos marinos, habiendo sacado en la última hasta 5.000 kilos de residuos del mar. No obstante, Díaz se congratuló por la cantidad de gente que se suma a estas campañas de limpiezas de playas que se realizan en Melilla. Díaz aprovechó para hablar del crecimiento de la biodiversidad marina en la zona, con fotografías donde podían observarse varios tipos de caracolas y corales como las gorgonias y demás especies.También habló de noticias positivas para la fauna marina de la ciudad, como el hallazgo de morenas en la zona ZEC, o meros de grandes dimensiones. "Todo esto es importante tenerlo, mantenerlo y, por supuesto, que se regenere. Por lo tanto, es importante tener una zona protegida". Díaz sugirió la posibilidad de atraer turismo de buceo a nuestra ciudad, como existe en numerosos puntos de España. Sin embargo, llamó a que este fuera un turismo sostenible. Los caballitos de mar estaban presentes en la costa de nuestra ciudad hasta la década de los años 70 del pasado siglo, al igual que en la Mar Chica donde ya quedan muy pocos. Díaz afirmó que la presencia de caballitos de mar es un signo de la limpieza de las aguas. Kincho también habló de la Posidonia, la cual ya no se encuentra en las aguas de nuestra ciudad. Díaz mostró su esperanza en que también vuelvan en el futuro. "Ya no sería el agua limpia, sino el paraíso de la limpieza de las aguas".
Hippocampus
El Hippocampus hippocampus o, como es conocido comúnmente, el caballito de mar es un pequeño pez marino que actualmente se encuentra en peligro de extinción debido a la contaminación y la presión humana, entre otros factores. Este pasado viernes, miembros de Buceo Melilla se encontraban haciendo una inmersión nocturna en las tuberías de la desalinizadora, donde acuden periódicamente para visitar unas caracolas gigantes que habitan allí.
Fue entonces, durante este seguimiento, cuando los buceadores se toparon "de casualidad" con un caballito de mar que estaba enganchado en unas algas y que les hizo estallar de júbilo ante tal descubrimiento.
Aunque ha sido el único avistado, desde Buceo Melilla creen que este no es el único caballito de mar que se encuentra en nuestras aguas. Esperan poder encontrar al resto de individuos, hacer un censo vital y llevar a cabo un seguimiento para su protección.