La CHG reduce de 5 a 3 los puntos de riesgo de inundación en Melilla

La depuradora de la Hípica es la zona costera con un peligro potencial l Una empresa analizará la peligrosidad de los cauces del río de Oro y del arroyo Igsar Armanien antes de finalizar el 2014.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha reducido de cinco a tres los puntos con peligro de inundación en Melilla. En la memoria del proyecto para cumplir la Directiva europea 2007/60/CE descartaron como puntos con riesgo potencial de inundaciones las zonas costeras del puerto y el paseo marítimo, mientras que se mantiene el riesgo detectado en la planta depuradora de aguas residuales (EDAR), ubicada en la Hípica y el Dique Sur.  
El análisis pormenorizado de las zonas costeras con riesgo de sufrir inundaciones realizado por la Dirección General de Costas descartó el puerto y el paseo marítimo como puntos de riesgo potencial al no detectar, bajo los parámetros aplicados, el riesgo inicial. En cambio, sí mantiene como punto potencialmente inundable la EDAR, “debido fundamentalmente al efecto del oleaje” y que afecta “a la práctica totalidad de la instalación”.

Estudio del río de Oro
Los otros dos puntos con peligro de sufrir una inundación son los cauces del río de Oro (5.335 metros) y del arroyo Igsar Armanien (3.320 metros). El estudio pormenorizado de ambas zonas será realizado por la empresa adjudicataria del contrato, la UTE formada por Consulnima, S.L. y KV Consultores de Ingeniería, Proyectos y Obras, S.L.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer la formalización del contrato, adjudicado por un precio final de 1.164.414 euros, frente a los 2.024.775 euros de la licitación inicial. La UTE adjudicataria presentó la oferta más ventajosa para la Administración, según consta en el anuncio del boletín.
A partir de ahora, la empresa podrá comenzar la “elaboración de la cartografía del dominio público  hidráulico y mapas de peligrosidad y riesgo de la Directiva 2007/60 en  el marco del sistema nacional de cartografía de zonas inundables  de la Demarcación Hidrográfica de Melilla”, como recoge el BOE.

Plazos del proyecto
Desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir explicaron ayer a El Faro que el estudio de la UTE deberá estar terminado para finales del presente año 2014, con el objetivo de poder exponer a consulta pública el resultado del estudio a principios del año que viene.
Así se concluiría la segunda de las tres fases de este proyecto. La primera, ya acabada, consistió en la evaluación preliminar de riesgo de inundaciones. A principios de octubre del año pasado finalizó la elaboración de este informe y la CHG le dio el visto bueno. En ese documento y en relación a Melilla, se identificaron cinco zonas de riesgo potencial, que finalmente han quedado en tres.
Concretamente, las zonas costeras detectadas en Melilla con riesgo potencial de inundabilidad fueron el Paseo Marítimo (1.350 metros), Melilla Puerto (1.470 metros) y la depuradora EDAR (1.665 metros).
Los otros dos puntos peligrosos detectados con carácter fluvial fueron 5.335 metros en el río de Oro y 3.320 metros en el arroyo Igsar Armanien. Estos dos últimos serán las zonas a analizar por la UTE adjudicataria del contrato.

Tercera fase, en 2015
Los tres primeros fueron analizados por la Dirección General de Costas, descartando los dos primeros e indicando que la única zona potencialmente inundable en la zona costera de Melilla es la planta EDAR.
La tercera fase del proyecto para el cumplimiento de la directiva europea y que la CHG confía en poder iniciar en 2015 es la elaboración de los Planes de Gestión de Riesgo de Inundaciones. En estos planes se analizará cuáles son los problemas detectados en los mapas de peligrosidad, las medidas a adoptar para reducir o prevenir las inundaciones y, por último, calcular la inversión que se tendría que realizar para implementar las medidas propuestas.
La Directiva europea 2007/60/CE indica a los estados miembros la obligación de evaluar los riesgos de inundación en sus territorios y ejecutar las medidas que garanticen el desarrollo urbanístico de las ciudades y proteger las zonas fluviales de inundaciones, reforzando, en su caso, los cauces o los espacios que se podrían ver afectados y evitar ejecutar actuaciones inadecuadas.