La CHG advierte a ecologistas de que no hay más alternativa que la desalación

El Consejo Nacional del Agua aprobó ayer en Madrid el Plan Hidrológico de Melilla con el voto en contra de Ecologistas en Acción.

El Consejo Nacional del Agua, presidido por el ministro Miguel Arias Cañete, aprobó ayer en Madrid los planes hidrológicos de Melilla, Ceuta, Baleares y del Ebro.
Antes de que se conociera el informe favorable del organismo asesor del Gobierno central en materia de agua, Ecologistas en Acción había avanzado que su voto sería en contra para las cuatro demarcaciones hidrográficas.
En el caso de Melilla argumentaron su decisión en “el trato destructivo que se da en el Plan Hidrológico a los cauces y torrentes existentes en la ciudad autónoma” en los que se plantea “un revestimiento con hormigón y el entubamiento y recubrimiento de algunos tramos, lo que constituye un daño ambiental evidente, al transformar algunas de las pocas zonas naturales que quedan en Melilla”.
Asimismo desde Ecologistas en Acción añadían que el Plan Hidrológico de Melilla aprobado ayer representa “un riesgo para las personas en caso de avenidas”, pues las actuaciones previstas en los cauces “hacen que éstos sean mucho menos eficaces”.
Por último apuntaban que se oponían a que la intervención más importante prevista en el Plan Hidrológico para la demarcación de Melilla fuera la ampliación de la desaladora “que provocará un aumento considerable de emisiones contaminantes al ambiente”.
Consultados sobre las pegas de Ecologistas en Acción, desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) apuntaron a El Faro algo que, según sus propias palabras, ya habían hablado “varias veces” con los ecologistas: “En Melilla no hay más alternativa que la desalación. ¿Qué quieren que el agua llegue en barcos?”
Desde la CHG también recordaron que el Plan Hidrológico de Melilla contempla además de la ampliación de la desaladora, la reducción de las pérdidas y aumento de la eficiencia real en un 80% y por último, que en el segundo ciclo de planificación, previsto para 2021, se reduzca en 260 litros el consumo de agua por habitante y día en la ciudad autónoma.
Sobre los entubamientos y la prevención de inundaciones, desde la Confederación defienden que los encauzamientos de ríos hay que hacerlos “porque se pueden producir desbordamientos si no se encauzan”. No obstante aclaran que los proyectos de esos encauzamientos  no están hechos y que el Plan Hidrológico de Melilla no contempla que sean de hormigón o de otro material. “Eso se decidirá más adelante”, señalaron.

Cuatro planes aprobados
Los cuatro planes hidrológicos abordados ayer por el Consejo Nacional del Agua contemplan importantes programas de medidas, a ejecutar hasta 2027 por todas las administraciones, destinadas principalmente a satisfacer las demandas actuales y futuras, cumplir los objetivos medioambientales establecidos por la UE y mejorar la gestión ante fenómenos extremos, según una nota de prensa del Ministerio de Medio Ambiente.
Tras el informe favorable de los cuatro planes evaluados ayer, el ministro Arias Cañete destacó el avance en la planificación hidrológica y, además, que salieran adelante “con grandes mayorías, gracias al amplio debate mantenido con todos los interlocutores antes de su aprobación”.
Arias Cañete recordó además que los borradores de los planes  aprobados ayer recibieron luz verde de sus respectivos Consejos del Agua sin un solo voto en contra en Melilla y Ceuta (en Melilla los ecologistas se abstuvieron), con sólo un voto en contra en el de Baleares (33 a favor y uno en contra); y que el del Ebro, uno de los más complejos de España por el gran número de comunidades autónomas que atraviesa (nueve) y por la coordinación con Francia y Andorra, fue respaldado por 72 votos a favor y nueve en contra.
Hay que recordar que en el Consejo Nacional del Agua están representados la Administración General del Estado, las comunidades autónomas, los entes locales, los organismos de cuenca, las organizaciones profesionales y económicas relacionadas con los distintos usos del agua, las organizaciones sindicales y empresariales y las entidades sin ánimo de lucro estatales.
Tras el informe preceptivo emitido ayer por el Consejo Nacional del Agua, los planes hidrológicos (ya superado el trámite de participación pública) de Melilla, Ceuta, Baleares y del Ebro serán aprobados por Real Decreto por el Consejo de Ministros.
Entre las principales medidas que se recogen en el Plan Hidrológico de la demarcación de Melilla destacan inversiones en redes de distribución secundarias de agua potable en la ciudad (17,8 millones de euros), una nueva red general de distribución de agua (13,9 millones de euros) y una nueva red de impulsión de agua subterráneas (10 millones de euros).
Además, se contempla hasta 2027 la ampliación del Puerto de Melilla (202 millones de euros) y un proyecto complementario para la ampliación de la desaladora de la ciudad por 10 millones de euros.

Catorce planes de cuenca impulsados por el Gobierno de Mariano Rajoy

Ya son 14 los planes de cuenca impulsados por el actual Ejecutivo, 10 de ellos aprobados por Real Decreto y los 4 restantes en su última fase administrativa tras la luz verde de ayer por parte del Consejo Nacional del Agua.
El objetivo del Ejecutivo es concluir este año toda la planificación hidrológica competencia del Estado y luego abordar un gran Pacto Nacional del Agua “que garantice un suministro en cantidad y calidad suficientes y de una manera integral y solidaria en toda España”, resaltó el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete quien señaló además que, aunque la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea fijaba en 2009 el plazo para terminar la plantificación de las demarcaciones, a comienzos de 2012 el Gobierno sólo se encontró con un plan de cuenca aprobado (distrito fluvial de Cataluña), lo que puede suponer sanciones por parte de la UE.
Resultado de ese gran Pacto Nacional del Agua será la propuesta de un nuevo Plan Hidrológico Nacional que contemple los acuerdos que figuran en este documento y materialice sus objetivos.
El anterior Plan Hidrológico Nacional, aprobado durante el Gobierno de José María Aznar, fue derogado por  el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.