El sindicato CGT ha denunciado públicamente a la empresa Tragsa por no aplicar la subida salarial prevista para 2025 en el IV Convenio Estatal de Reforma Juvenil, así como por negarse a abonar el 0,5% de incremento correspondiente a 2024. La organización sindical critica además el papel de CCOO, al que acusa de encubrir la situación y actuar como "correa de transmisión" de la Administración en perjuicio de los trabajadores del centro de menores La Purísima en Melilla.
Según CGT, Tragsa ha comunicado tanto al comité de empresa como al sindicato que no llevará a cabo la actualización salarial estipulada en el convenio colectivo. La empresa se ampara en la Ley 40/2015, de Régimen Jurídico del Sector Público, que establece que las sociedades mercantiles estatales están sujetas a la normativa presupuestaria y a las autorizaciones del Ministerio de Hacienda en lo referente a los incrementos salariales. En este sentido, Tragsa argumenta que cualquier subida deberá estar en línea con lo establecido en la Ley de Presupuestos Generales del Estado (LPGE) y contar con las autorizaciones pertinentes.
Además, CGT denuncia que la empresa tampoco abonará el 0,5% de incremento correspondiente a 2024, una cantidad adeudada a los trabajadores del sector público. Según el sindicato, esta decisión representa un perjuicio económico para los empleados del centro, que ya han sufrido una pérdida del poder adquisitivo superior al 10% en los últimos años debido a la inflación.
Críticas a CCOO y su papel en el conflicto
CGT ha dirigido duras críticas contra CCOO, acusándolo de actuar en connivencia con la Administración y de "engañar a la plantilla con falsas promesas" sobre mejoras laborales que finalmente no se han cumplido. Según CGT, el sindicato mayoritario en el centro ha defendido públicamente el proceso de subrogación llevado a cabo por Tragsa el pasado 11 de diciembre, pese a las reiteradas denuncias de los trabajadores y las advertencias sobre posibles incumplimientos en las condiciones laborales.
Para CGT, la postura de CCOO en este conflicto ha sido más favorable a los intereses de la empresa que a los de los trabajadores, lo que ha generado malestar en la plantilla, que esperaba un respaldo más firme en la defensa de sus derechos.
En materia de jornada laboral, CGT reclama la aplicación de las 35 horas semanales recogidas en el Acuerdo Marco para la Modernización de las Administraciones del Siglo XXI. Sin embargo, Tragsa sostiene que a la plantilla de La Purísima se le aplica una jornada semanal de 37,5 horas, conforme al IV Convenio de Reforma Juvenil, que establece un cómputo máximo anual de 1.722 horas con una distribución de 38,5 horas semanales.
Ante esta situación, CGT ha reafirmado su intención de seguir denunciando la gestión de Tragsa y la complicidad de CCOO en el deterioro de las condiciones laborales en La Purísima. Además, el sindicato apuesta por la municipalización del servicio, argumentando que la gestión pública directa garantizaría mejores condiciones laborales y mayor estabilidad para la plantilla.