El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha reiterado este jueves, durante su visita al presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, que la entidad no comparte el acuerdo suscrito entre el PSOE y Sumar para que eventualmente Pedro Sánchez vuelva a ser jefe del Gobierno y que contiene, entre otros puntos, la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, con vistas a una mayor reducción en el futuro y con la jornada de cuatro días en el horizonte.
Garamendi ha recordado que, el pasado día 10 de mayo, la CEOE y los sindicatos firmaron un acuerdo de tres años en materia laboral, que “es lo que realmente consolida el espacio de diálogo social en España”, como se ha demostrado con la firma de 16 acuerdos en los últimos años. “Se ha demostrado que el diálogo social fluye y que genera paz social, que es la mejor infraestructura que puede tener un país”, ha afirmado el líder de los empresarios españoles, para quien “no tiene sentido” modificar esos acuerdos por medio de un real decreto, “porque lo que se hace con eso es romper el diálogo social”.
Además, Garamendi ha rebatido lo de las horas semanales, porque, en su opinión, depende del convenio y del sector concretos. De hecho, ha indicado, hay ya “muchas empresas” donde se están trabajando esas horas.
En este sentido, el presidente de la CEOE pronostica que “se va a castigar a los sectores más desfavorecidos y que se encuentran en una situación más compleja”, como pueden ser, según ha citado, el comercio y la hostelería. Y ello sin contar con que, con esta actuación, si se forma el Gobierno, se hace caso omiso de lo que se trabaja habitualmente en las 4.500 mesas formadas para los convenios laborales.
“Nadie está diciendo que no se pueda trabajar más o menos, pero lo lógico es que entre dentro de esta negociación que siempre hemos tenido y tiene poco sentido cuando hemos firmado un acuerdo a tres años hace tres meses”, ha opinado.
No obstante, el máximo representante de los empresarios españoles ha mostrado, como siempre, su disponibilidad para reunirse y trabajar “con el Gobierno que eligen los españoles”, cuando este se forme, sea este cual sea y cuando sea.
Preguntado sobre el problema de la economía sumergida, Garamendi ha mostrado la oposición frontal de los empresarios a este tipo de actividades, ya que, “para las empresas que hacen las cosas bien” representadas en la CEOE, “la economía sumergida es un ‘dumping’”, o, lo que es lo mismo, la práctica continuada de vender productos y servicios por debajo de su precio de coste.
Es más, en su opinión, el “gran drama” de España es que la economía sumergida esté en un 24 por ciento de la actividad mientras que en el resto de Europa apenas llega al 13 por ciento.
Para el presidente de la CEOE, es algo que hay que “atajar” y así no haría falta subir impuestos. “Lo que hay que hacer es que la gente los pague”, ha manifestado.
Así, Garamendi ha propuesto, como otras soluciones, “una formación potente y exigir que haya un control sobre el empleo” para que haya más gente en lo que ha denominado “economía real”, donde se pagan los impuestos “y se puede trabajar en orden”.
“Tenemos que combatir la economía sumergida de forma seria”, ha incidido Garamendi, quien ha aprovechado para matizar que, para ello, también hay que facilitar medidas que permitan el crecimiento y la contratación por parte de las empresas. Eso es algo que, en su opinión, no cumple la nueva ley de la bonificación a la Seguridad Social (RD 1/2013 y 660/2013), que lo que hace precisamente es “provocar que pueda haber más economía sumergida”.
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