La Casa de Melilla en Barcelona celebró en su sede una comida de hermandad el pasado domingo 6 de abril.
Con un aforo completo, este evento se celebró con motivo del comienzo del curso y formación del Grupo de Castañuelas y Sevillanas de esta entidad.
Los asistentes pudieron degustar una suculenta comida que causó las delicias de los presentes. En primer lugar, se comenzó con un excelente entremés para abrir boca, seguido de un gustoso codillo que llenó de satisfacción a los presentes en un salón que estaba hasta los topes, disfrutando de la buena compañía en una comida de convivencia y unión.
Tras el postre, la comida finalizó con los tés y cafés, en una sobremesa donde se rememoró a Melilla, con infinidad de anécdotas y recuerdos que llenaron el salón de nostalgia de las vivencias de nuestra ciudad.
Desde la Casa han destacado como a lo largo de la jornada, nuestra ciudad siempre estuvo presente. "Rememorando a nuestra querida y nunca bien ponderada Melilla".
Interpretación
Una vez finalizó la comida, se procedió a interpretar diferentes melodías por el grupo de castañuelas, demostrando así el buen hacer y saber de dicho grupo.
Seguidamente, llegó el turno de los bailes por sevillanas. En esta ocasión, las parejas también demostraron su saber y entender en dicho arte.
Una velada para no olvidar en la Casa de Melilla en Barcelona.
Grupo de Castañuelas y Sevillanas
La labor del grupo de castañuelas y sevillanas de esta entidad va mucho más allá del entretenimiento: Es un trabajo artístico, cultural y pedagógico que contribuye a la preservación y difusión de las tradiciones. Este grupo desempeña un papel fundamental en la promoción del folclore andaluz y, por ende, español.
Entre sus principales funciones, destacan las siguientes:
- Preservar la tradición: Mantienen viva una parte esencial del patrimonio cultural español, transmitiendo bailes, ritmos y formas de expresión que se remontan a siglos de historia.
- Formar a nuevas generaciones: A través de talleres, clases y escuelas, enseñan a jóvenes y adultos el arte de tocar las castañuelas, bailar sevillanas y comprender el contexto musical y cultural que los rodea.
- Fomentar la participación ciudadana: Los grupos suelen estar integrados por personas de todas las edades, promoviendo el compañerismo, la autoestima y el gusto por el arte. En muchos casos, ofrecen una alternativa de ocio saludable y enriquecedora.
- Actuar en eventos culturales y festivos: Suelen participar en ferias, Semana Santa, festivales flamencos, romerías o actos institucionales; llevando el arte al público y poniendo en valor el talento local.
- Promover la inclusión: Muchos grupos colaboran con entidades sociales, como asociaciones de personas con discapacidad, centros de mayores o proyectos educativos, usando el baile como herramienta de integración y terapia.
- Proyectar la imagen de la ciudad: En eventos fuera de su localidad, estos grupos actúan como embajadores culturales, mostrando la riqueza artística de su tierra.
En Melilla, la tradición de las sevillanas y las castañuelas se mantiene viva gracias a la labor de instituciones como la Escuela de Flamenco y la Escuela Municipal de Música y Danza. Estas entidades ofrecen formación en danza española, flamenco y música, promoviendo la cultura local y la participación de la comunidad en actividades artísticas.
La Escuela de Flamenco de Melilla, por ejemplo, organiza eventos como el Festival de Verano, donde los alumnos presentan actuaciones que incluyen sevillanas, rumba y otros estilos flamencos.
Por otro lado, la Escuela Municipal de Música y Danza ofrece clases de danza española, danza tradicional, música y movimiento, entre otras disciplinas. Con una amplia oferta educativa, la escuela organiza audiciones y festivales de fin de curso en diversos espacios públicos de la ciudad, permitiendo a los estudiantes mostrar su talento y acercar la cultura a la comunidad.