Por fin, tras cuatro años y medio -en concreto, 1.641 días- Marruecos ha vuelto a permitir el paso de una expedición comercial documentada a través de la aduana terrestre entre Melilla y Marruecos. Y yo me alegro mucho pues llevo ese mismo tiempo denunciando la situación incomprensible del bloqueo unilateral y porque mi empresa familiar se venía dedicando desde hace más de un siglo a facilitar la logística de los tráficos de importación a través del Puerto de Melilla y las salidas por la aduana hacia Marruecos. Después de este viernes, se nos abre una leve esperanza de que la actividad portuaria y la economía de muchas empresas locales vinculadas con el comercio exterior recupere una pequeña parte de su negocio.
El alborozo y la satisfacción mostrada por el Gobierno de España -a través del Ministerio de Exteriores y de la propia Delegación del Gobierno en Melilla- por la gran gestión realizada para arrancarle la venia a Marruecos es lo esperado y esperable y el aplauso de sus “palmeros” en redes sociales más que comprensible. De acuerdo en que se ha podido realizar una primera expedición comercial de exportación desde julio de 2018. Y eso es bueno y yo me alegro, pero pregunto a quien corresponda y pueda responder:
¿Ha dicho el Gobierno de Marruecos públicamente que su aduana queda habilitada para seguir recibiendo importaciones desde Melilla como hasta el 31 de julio de 2018? A mí, en estos momentos, no me consta.
¿Ha dicho la Delegación del Gobierno en Melilla cuándo se va a poder efectuar la segunda y siguientes expediciones comerciales? No, solo que hasta que en la RAN no se analice lo bien que ha funcionado esta prueba de esta primera expedición y que ha servido para “testar sobre el terreno la capacidad de respuesta de los dos países” se queda todo parado y a partir de ahí se va a “diseñar un calendario que permita el comercio con todas las garantías”.
Ya sabemos lo que significa lo de “gradual”; lo de “ordenada” aún no lo tengo claro pues desde que trabajo con las aduanas españolas hace unos 40 años no conozco un funcionamiento más “ordenado” y reglamentado que el de una aduana.
¿De verdad que era necesario hacer una “primera prueba” en Melilla para ver cómo funcionaba el tránsito de expediciones comerciales en ambas aduanas? Desde 2010 hasta el 31 de julio de 2018, según datos oficiales de la Aduana española, se habían realizado unas 36.000 expediciones comerciales de exportación y unas 45.000 de importación, principalmente, de pescado, frutas, verduras y áridos ¿Y eso no era suficiente prueba?
¿No funcionaba todo a la perfección? Me temo que lo de este viernes solo ha servido de propaganda de la “eficaz” gestión política exterior de nuestro Gobierno y dar crédito al cumplimiento por parte marroquí del punto 3 de la famosa Declaración conjunta firmada en Rabat el pasado 7 de abril:” “la plena normalización de la circulación de personas y mercancías se restablecerá de manera ordenada, incluyendo los dispositivos de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo”. Y nada más.
Según han manifestado, “la prueba iniciada hoy nos indicará las necesidades en materia de infraestructuras, para la implementación de los controles y para el despliegue del personal necesario con el que dar una respuesta a los usuarios de esta aduana que hoy comenzamos a desarrollar”. Entiendo que esta frase se debería referir a la creación de la aduana en Ceuta, porque en Melilla no hay que hacer ninguna nueva infraestructura, ni implementar nuevos controles pues las mismas, al contrario que en Ceuta, ya existían y funcionaban desde hace décadas.
Si con la Resolución de la Dirección General de Salud Pública de fecha 11-12-2.020 se procedió a retirar de la lista a aquellas instalaciones que no cumplían los requisitos exigidos para realizar el control sanitario de las importaciones hace nada menos que algo más dos años ¿por qué no se han llevado a cabo las obras de acondicionamiento del anterior punto de control sanitario que estaba habilitado en el Puerto hasta esa fecha?
Como consecuencia de ello y a raíz de la Resolución de la Dirección General de Salud Pública del 4 de enero de 2023, en Melilla no se puede importar productos de origen animal aptos para consumo humano. ¿No ha habido tiempo para ello desde 1994 en que fijaron las condiciones de dichas instalaciones o desde 2020 que se fijaron los nuevos Puntos de entrada e instalaciones fronterizas de control sanitario de mercancías? ¿Acaso es que pensaba el Gobierno que nunca se volvería a abrir la aduana y poder importar pescado, mariscos y demás productos animales para consumo humano por la aduana terrestre y no hacía falta adecuarnos a esta normativa? Es curioso, como poco, que en Ceuta sí se pueda importar por la aduana terrestre pescados, mariscos, crustáceos y caracoles terrestres porque la han dotado de un punto de control sanitario y eso que nunca había existido esa posibilidad. Entiendo que a esta situación negativa para Melilla no le den tanta publicidad ni autobombo.
Dicho esto y a la espera de las respuestas a mis preguntas aconsejo a los comerciantes de Melilla que vayan negociando con sus clientes del otro lado las posibles ventas de mercancías – por ahora, las que no necesiten certificado sanitario- y que les adviertan que va a ser difícil -por ahora- que se expidan por la Dependencia de Aduanas e IIEE de Melilla los certificados EUR-1 o EURMED necesarios para tener la exención de los aranceles marroquíes a los productos de origen comunitario y, aún en el caso de que se expidan, ya veremos si las autoridades aduaneras marroquíes los admiten si aparece la palabra Melilla en la casilla del exportador o en cualquier otro lugar del citado documento pues hasta ahora los han rechazado.
Y ya solo falta que la delegada del Gobierno -o a quien corresponda- saque a la luz esa anunciada y sorpresiva lista de productos que van a poder ser transitados por la aduana terrestres hacia Marruecos si es que finalmente se hace oficial y efectiva. Espero a conocer las razones que da Marruecos para ello y que España no admita esta discriminación frente a las expediciones enviadas desde cualquier otra aduana española a Marruecos y que no están sometidas a esta anunciada limitación de productos enviados desde Melilla o Ceuta.
Otro día hablaré de la forma en que Marruecos aplica -o, mejor dicho, no aplica- su régimen de viajeros publicado en su página web de la Administración de Aduanas a los visitantes extranjeros que entran por Melilla y Ceuta. Parece que los consideran como “viajeros transfronterizos” sin que definan el término.
A ver cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos días para comprobar si realmente se recupera la circulación de mercancías por la aduana terrestre en las mismas condiciones existentes a 31de julio de 2.108. De lo contrario, lo que nos han venido diciendo “o son milongas, o son mentiras”.
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