El presidente del Foro Judicial Independiente y decano de los jueces de Melilla, el magistrado Fernando Germán Portillo, ha manifestado este lunes que muchos de sus compañeros temen que las medidas que dice que va a promover el presidente Sánchez desde el Gobierno se refieran al funcionamiento de la Justicia. "Se viene presentando a la Justicia interesadamente y desde hace tiempo, y más tras los últimos acontecimientos, como una enemiga de la Democracia, cuando es justo lo contrario", afirma en declaraciones a El Faro. Tal y como explica Portillo, el poder judicial es "todo lo contrario" a cualquier intento de atacar al sistema democrático por cuanto que "el poder judicial independiente es la garantía de un Estado Democrático y de Derecho, esencial para proteger las libertad y derechos fundamentales de los ciudadanos frente a los abusos del poder", comentó. En ese sentido, señala que si su comentario es que "nos tememos" un futuro poco apetecible es porque si el problema es que la Justicia está politizada "según el relato que se está propagando" lo normal "sería tratar de embridar esa politización reduciendo el margen de actuación de la política sobre la Justicia, pero parece que se quiere caminar hacia lo contrario, hacia un mayor control político de la Justicia". "Las reformas que se hagan, por tanto, en este sentido, no podremos valorarlas positivamente. Esperamos sentido de Estado y consenso político y que, como dice el Presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), dejen trabajar a los jueces en paz", insiste el juez decano de Melilla. En su opinión y por otro lado, entiende el magistrado Portillo que debe quedar bien claro que una eventual reforma de la Ley para rebajar las mayorías necesarias para la renovación del CGPJ, por ejemplo, y facilitar que se pueda constituir el CGPJ sin contar con buena parte del espectro parlamentario, sería contraria a la Constitución española, según interpretación que hizo de la misma la sentencia 108/86 y a los estándares europeos. Por eso recuerda que fue la Unión Europea, precisamente, la que abortó dicho intento hace apenas unos meses. "Sería, además, una reforma inútil si lo que se quiere es controlar a los jueces y que maticemos la investigación de según qué causas, pues el CGPJ no puede dar instrucciones a los jueces sobre sus asuntos. Estaríamos, por tanto, ante una mera excusa para lanzarse al abordaje del CGPJ y hacerse con el tesoro que a todos interesa, los nombramientos de la cúpula judicial, que es donde se ventilan los asuntos más importantes del país, como la corrupción de los partidos políticos", concluye.