Juandi Aguilar, un top del trail mundial

Desde el pasado domingo a las 10 de la mañana, el deporte de nuestra ciudad en el mundo del trail ha estado representado a las mil maravillas por el melillense Juandi Aguilar, después de que se diese la salida a la TOR330 - Tor des Géants® desde Courmayeur - Valle d'Aosta – Italia y que consistía en darle toda la Vuelta al Valle de Oscar en un recorrido de 350 km con 25.500 metros de nivel positivo en torno a los cuatro gigantes de la zona del valle, que son el monte Gran Paradiso el Monte Rosa el Cervino y el Mont Blanc y bueno, siendo el sueño de su vida para esta deportista y “no me creía ni tan siquiera estuviese yo en la línea de salida, una prueba internacional donde habían corredores de todo el mundo y había y allí había un chico de Melilla”.

Cabe destacar que este deportista de altísimo nivel cruzó la línea de meta a primera hora de la jornada de este sábado. Juandi Aguilar destacó que “salimos y la primera jornada fue bastante buena lo que pasa es que a partir del kilómetro 19, empezó a llover sobre las tres de la tarde y ya no dejo de llover hasta el día siguiente y cuando llegué a la base de ida de 50 llegué con síntomas de hipotermia y me tuve que quedar allí en base de vida, pues para entrar en calor y comer algo y descansar porque era terrible estaba cayendo una verdadera tormenta. A las tres horas cuando ya dejo de llover, pues continúe una ruta complicadísima porque ya te digo que el torre de Jan es una monstruosidad, es una bestia, que te lo pone difícil a cada paso que das es que no te regala un metro y la subida eran interminables de tres de cuatro horas de 2000 positivos de 1500 positivo comprimidos en muy pocos kilómetros por lo que la pendiente era muy fuerte y lo peor eran las bajadas y así discurrió por el segundo la segunda jornada donde paré en base de vida en Copnet para descansar en el 104 y ya pues trazó dos horas de dormir salí ya dirección a La Finestra de Champ después una subida que es de 20 km, pero lo que me llamó la atención, no fue la subida, sino la bajada la bajada fue una sección, que no conocía yo porque no me podía yo a imaginar de que hubiese en el Valle de Aosta un 3000 o sea, 30 km con un 3000 negativos. Una cosa de locos empecé a bajar a la una de la madrugada y terminé de la bajada a las 10:30 de la mañana, llegué destrozado a base de vida a Donnas donde me duché comí algo y descanse”.

Con una gran acumulación de kilómetros se presentó a la cuarta etapa de esta competición de altísimo nivel que “era más dura, pues con mucha ilusión con mucho optimismo ya con fuerzas renovadas, hacía calor y del tirón, pues teníamos un repecho de 2.500 metros de nivel positivo en 11 km y bueno, fue una cosa bastante complicada, pero bueno la pudimos solventar de la mejor manera posible y ya después lo complicado vino a partir de ese momento donde nos metimos en una zona de alta montaña por la noche muy agreste muy lenta con mucha piedra muy técnico y complicado, aparte, ya hacía bastante frío el ambiente era de bajo cero, pero no, no llovía, pero bueno, he conseguido dormir una hora en un en una pequeña tienda de campaña en un vivac, que había en mitad de la montaña de un grupo de gente de una avituallamiento y ahí conseguir coger fuerza hasta que al día siguiente pues llegue a la base de vida, eché como unas 17 horas en hacer 25 km y ya después a partir de Valtor el ambiente, pues se volvió más gélido y las temperaturas bajaron 18 grados y ya empezó a nevar, pues nos pegamos tres días con sus tres noches, pues con temperaturas de eso de bajo cero con nieve con un viento terrible, no sé si sería el quinto día el quinto día fue muy complicado porque nos metimos la zona de la Fenestra de Tussam que es una zona que está muy expuesta al viento y es de alta montaña y eran unos 40 kilómetros sin nada de civilización todo alta montaña con pequeños refugios, pero muy separados y entonces, pues se hizo muy complicada esa parte en las noches discurrían los días discurrían llegó ya un punto que no sabía si era lunes y era martes y era jueves”.

Con la moral por las nubes y con un gran seguimiento de muchos aficionados de nuestra ciudad se llegó a los últimos días de competición “pero sí me alegro mucho ver que nevaba porque estábamos corriendo y caían copos de nieve y entonces me acordé de mi hija y qué bonita es la nieve un ratito, pero cuando ya estás constantemente bajo ella es muy complicada y ya te digo y ya después de mucho sufrimiento de mucha de muchos dolores, porque ya los kilómetros iban sumando las horas los días llegamos ya a la última al último sector a la última subida dura las temperaturas eran de menos 5 bajo cero con sensación térmica de -9 y con vientos de 60 kilómetros por hora y hay un compañero y yo pues tiramos para arriba y gracias a dios que decidimos tirar porque neutralizaron esa parte hasta la mañana porque no se atrevían a dejar a la gente ahí arriba sola. Nosotros salimos de Boss es a las 8 de la tarde- A las 9 de la noche y llegamos a las 2 de la madrugada y a las 2 de la madrugada empezamos a bajar ya que fue cuando ya llegamos a la línea de meta”.

Por último quiso destacar que “ha sido una cosa extraordinaria, el sueño de un niño y esto tengo que asimilarlo porque ha sido mucha emociones y sobre todo, pues me he sentido muy arropado por la gente de Melilla por la gente por su cariño por la familia por los amigos y ya te digo que muy contento”.