Las varices son un problema de salud que afecta a una gran parte de la población, con causas que van desde factores genéticos hasta hábitos de vida poco saludables. Juan Navarro, flebólogo de la Clínica Imera de Melilla señala que aproximadamente el 60% de las personas padecen algún tipo de insuficiencia venosa, aunque no todas las varices son iguales ni tienen el mismo impacto en la salud. En una entrevista con El Faro, el especialista aborda las causas, la prevención y los tratamientos más eficaces para combatir esta afección.
Hábitos que pueden prevenir las varices
Según el Dr. Navarro, existen ciertas prácticas diarias que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar varices. "Todo lo que supone forzar las piernas, favorece su aparición, como estar de pie todo el día sin moverse, el sedentarismo, la obesidad o el uso de ropa muy ajustada”, explica. También advierte sobre los efectos negativos del uso prolongado de tacones altos, que dificultan el retorno venoso y pueden empeorar la circulación sanguínea.
En cuanto a la alimentación, el flebólogo prefiere no señalar alimentos específicos, sino centrarse en una dieta antiinflamatoria: “Todo lo que produce inflamación en el cuerpo no es bueno para la circulación, porque ejerce presión sobre los vasos y dificulta el retorno venoso”, indica. Mantener un peso adecuado y hacer ejercicio suave, como caminar o nadar, son medidas que ayudan a prevenir el problema.
Factores genéticos y tratamientos efectivos
Si bien los hábitos juegan un papel clave, el Dr. Navarro subraya la importancia de la genética en la aparición de las varices, especialmente en los casos más graves. “Las pequeñas arañas vasculares pueden salir por diferentes razones, incluso por un golpe, pero la insuficiencia venosa de los grandes vasos es casi 100% genética”, explica.
Para quienes ya tienen varices, existen distintos tratamientos, desde opciones menos invasivas hasta procedimientos más avanzados. “Las venas que ya están dañadas no se pueden curar con inyecciones, cremas o tés, como a veces se dice”, aclara. Entre los tratamientos más eficaces, menciona la escleroterapia con espuma y el láser endovenoso, técnicas que permiten eliminar las varices sin necesidad de cirugía tradicional.
“Básicamente, lo que hacemos es quemar la vena desde dentro para que el organismo la reabsorba y la sangre circule por vasos sanos”, detalla Navarro. El procedimiento varía según el método: el láser endovenoso usa una fibra óptica que emite energía lumínica, la radiofrecuencia emplea calor mediante un cable eléctrico y la escleroterapia inyecta una sustancia química que provoca el cierre de la vena enferma.
Cirugía, síntomas y población afectada
El Dr. Navarro destaca que, hoy en día, la cirugía convencional de varices apenas se utiliza, salvo en casos muy específicos. “La cirugía de grandes vasos, como el stripping de safena, ya no se justifica con los avances que tenemos”, asegura.
Sobre los síntomas que pueden alertar de un problema venoso grave, el especialista menciona, además del dolor y la hinchazón, la presencia de edemas, trastornos en la piel como dermatitis o úlceras, e incluso trombosis en los casos más avanzados.
En cuanto a la prevalencia de las varices en la población, Navarro indica que afectan a hombres y mujeres, aunque son más frecuentes en ellas debido a factores hormonales y los embarazos. “Con la edad también es más común que aparezcan porque los vasos sanguíneos se vuelven más frágiles”, añade.
Respecto a Melilla, el flebólogo señala que el porcentaje de personas con problemas venosos es similar al del resto del mundo, aunque el clima podría influir ligeramente. “Aquí hace más calor y el ambiente es más seco, lo que podría aumentar los casos, pero no hay datos exactos que lo confirmen”, concluye.
Por último, el Dr. Navarro desea hacer un llamamiento a todos los ciudadanos de Melilla que padezcan problemas de varices, recordándoles que no es necesario desplazarse hasta la península para recibir un tratamiento adecuado y de calidad. El doctor, con una amplia experiencia en el ámbito de la flebología, acude a la ciudad autónoma desde hace más de 14 años y continúa prestando atención especializada de forma regular. Actualmente, visita Melilla una vez al mes para atender a sus pacientes en la Clínica Imera, donde pone a su disposición las técnicas más avanzadas para el tratamiento de las varices, garantizando así una atención médica cercana, eficaz y de confianza.