Los melillenses, que llenaron la Mezquita del Toreo, se entregaron al ‘Ciclón de Jerez’, al que gritaron: “Tú sí que vales”
Juan José Padilla fue el gran triunfador de la fiesta taurina de Melilla al cortar cuatro orejas y un rabo. Este torero fue el único que salió ayer por la puerta grande de la Mezquita del Toreo. El Cordobés consiguió una oreja de su segundo toro y Rafael Tejada se fue de vacío de nuestra ciudad. La plaza de toros de la ciudad se engalanó y se llenó de público que esperaba disfrutar de la corrida. Nada más salir los toreros, se guardó un minuto de silencio. El Cordobés fue el primero en pisar la arena. Asador, un toro de 520 kilos y cuatro años, le hizo frente. El animal tiraba a las tablas y no pudo sacar nada de él. No remató con la espada y hubo que recurrir al descabello. La suerte cambió para el diestro en su segundo toro. Blanquito de 528 kilos y cuatro años sí le permite ofrecer una buena faena al respetable. Poco a poco El Cordobés saca los pases y anima al público melillense que estaba expectante. Aunque la cuadrilla de este torero intentó darle la espada en un par de ocasiones, éste lo rechazó porque quería ofrecer un poco más de toreo a los aficionados. Tras dar la estocada, la Presidencia le dio una oreja. El público le reclamó la segunda, pero no lo consiguió. El triunfador de la tarde Juan José Padilla salió el segundo al ruedo y se llevó al público de calle con pases con una rodilla en el suelo. Marcado fue su primer toro, con 498 kilos y cuatro años. La gente se puso en pie nada más ver los primeros capotazos del torero. Padilla también es quien puso las banderillas al toro, tres pares, ante los vítores del centenares de personas que le gritaban ‘olé’. El torero remató la faena y le dieron las dos orejas. Pero para el público no era suficiente. Reclamó el rabo con pañuelos blancos que no dejaron de agitarse, pero las autoridades de la plaza no cedieron. Por ello, Padilla dio una vuelta al ruedo con las dos orejas en una mano y en la otra un gallo que soltó alguien desde el tendido. El segundo de Padilla, Fundador de 520 kilos y cinco años, también le permitió hacer unos capotazos que entusiasmaron al respetable de la Mezquita del Toreo. De nuevo, volvió a ser este torero, el ‘Ciclón de Jerez’, quien puso los tres pares de banderillas al toro. Padilla dio una buena estocada y aunque la Presidencia sólo le daba las dos orejas, el público reclamó más. Al final, cedió y el torero salió a saludar al ruedo sumando el rabo. Le arrojaron botas de vino y sombreros que cogía y devolvía al tendido. También le tiraron una bandera de España, con la que se arropó, y se fue a la mitad del ruedo para coger tierra de la plaza y besarla. Los melillenses no pararon de gritarle: “Tú sí que vales” y “Yo soy español”. Sin nada Rafael Tejada fue el menos afortunado. Su primer toro, Campanero de 495 kilos y cuatro años, sólo le permitió llevarse una ovación del respetable. Su segundo toro fue Caralarga de 525 kilos y cuatro años. Tejada no pudo terminar la faena hasta la tercera estocada y se tuvo que marchar de la Mezquita del Toreo con las manos vacías. Tras su intervención, todos salieron de la plaza a excepción de Padilla, que fue portado a hombros por todo el ruedo saludando a los melillenses tendido por tendido y agradeciendo los aplausos que le habían brindado en esta tarde de toros.