“Empiezo hoy y acabo el domingo por la tarde”. Es un fin de semana en la vida de Jennifer Aragón, con tres visitas guiadas el viernes, un tour a Marruecos el sábado y otras dos visitas el domingo.
Es la única guía de tuguiaenmelilla.com, una chica que ha recorrido mucho hasta llegar hasta aquí. Una diplomatura en Turismo por la Universidad de Granada (UGR), primero, y luego una vuelta por el mundo, en hoteles o en animación turística como coordinadora de grupo en viajes internacionales. Pero quería regresar a Melilla, su ciudad, donde están sus raíces y su gente, y, al no haber ninguna empresa de turismo en la ciudad, decidió montar la suya propia mediante la página web.
Tugiaenmelilla nació el 10 de febrero de 2020, esto es, un mes antes del comienzo de la pandemia. Podría considerarse mala suerte, pero a Aragón le sirvió para ver que muchos melillenses no conocían su ciudad y, cuando fue posible, comenzó a hacer visitas guiadas para los residentes. “Algo así como ‘estás acostumbrado a ver tu ciudad, pero nunca te has parado a mirarla’”, explica la guía, quien, en todo caso, intenta emplear “mensajes muy emocionales”.
Y está yendo mejor de lo que ella podía imaginar cuando empezó a montar el negocio a partir de las redes sociales. “Si alguien me lo hubiera dicho hace cuatro años, habría pensado que era imposible”.
La cita con la guía se produce en el Fuerte de la Victoria Grande, aprovechando que ella termina de un recorrido de alrededor de un kilómetro por los pasajes subterráneos de la ciudad, que, explica, eran antiguas galerías de comunicación mediante las que las tropas españolas pasaban del primer al cuarto recinto y viceversa. Al principio, llegaba hasta la Capilla de Santiago y, más tarde, durante el asedio de Melilla, surgieron varios otros ramales que tuvieron una gran influencia la guerra de minas.
Todo un entramado laberíntico de más de seis kilómetros que Aragón elogia que, poco a poco, desde 2019-2020, se está poniendo en valor, hasta el punto de que ya se cuenta con la primera y segunda fases terminadas “gracias al trabajo interdisciplinar de un montón de gente” y en colaboración con la Consejería de Cultura, que ha permitido que se puedan visitar hoy en día.
Si hablamos de los turistas, Aragón ha visto un aumento “considerable” respecto a los últimos años. Hacía un día solamente que, como si tuviera “un radar”, había visto, “por lo menos, cinco o seis grupos de familiares y amigos que no eran de aquí”. Sumado eso a que sus visitas guiadas cada vez cuentan con más demanda de gente de diferentes lugares –tanto de España como del extranjero-, significa que, en su opinión, “sí está habiendo respuesta a toda la promoción turística que se está haciendo y al esfuerzo por tratar de cambiar la imagen de Melilla”, alejarla de la imagen de la valla y la inmigración, y hacer de la ciudad un destino atractivo para unas vacaciones, por ejemplo, para un puente.
“Yo considero que es una ciudad perfecta para una escapada de tres o cuatro días y que tendríamos que centrarnos en el turismo cultural”. A ello se le pueden sumar la playa y, quizás, una escapada a Marruecos, dependiendo del número de días que vayan a permanecer en Melilla. Y es que, por ejemplo, cuatro días pueden ir bien para conocer todo lo que tiene que ofrecer la ciudad e, incluso, se pueden estar siete si se va con un guía o se posee documentación.
Según cuenta, los turistas vienen, sobre todo, de los lugares que cuentan con conexión directa por avión, como Málaga, Granada, Almería o Madrid. De extranjeros no hay un perfil claro, si bien están llegando últimamente muchos estadounidenses en los cruceros, lo que, para Aragón, supone un gran paso adelante. “¿Quién nos iba a decir hace unos años que Melilla se iba a llenar de estadounidenses, aunque fuera por unas horas?"
Para la guía, los cruceros son positivos para Melilla, “siempre que haya una regulación y un control”, porque, si son 6.000 pasajeros, ya son 6.000 personas que van a saber dónde está Melilla y que, a la vuelta, lo van a contar a sus amigos y familiares. “Al final, todo es un engranaje”, dice Aragón, quien piensa que sería buena idea aumentar el número de cruceros que llegan a la ciudad.
El próximo crucero en el que ella va a trabajar llega a Melilla el 3 de mayo y, de hecho, ya tiene contratados cuatro tours para ese día. Y es que, según dice, ahora los cruceristas prefieren contratar a los guías locales antes de que zarpe el barco y no contratarlos allí por medio de los touroperadores. De esta forma, también escapan de las excursiones masificadas.
Tuguiaenmelilla estrena este año visitas en amazigh –e incluso en árabe, si se requiere-, por medio de una gestora turística y cultural, por los edificios modernistas y la zona de la Mezquita Central y la Fuente del Bombillo y sigue con la puesta en valor de los Cerros del Cubo y las galerías subterráneas en colaboración con la Ciudad Autónoma.
El pasado fin de semana, sin ir más lejos, en colaboración con la Consejería de Distritos, Juventud y Participación Ciudadana, muchos visitantes pudieron comprobar la belleza de los edificios modernistas.
Como novedad, también dispone de excursiones a Nador y el monte Gurugú con ida y vuelta el mismo día. Además, organiza viajes en grupo de seis o siete días por el desierto y por Marruecos en general que Aragón considera “muy interesantes”. También pretende realizar visitas panorámicas en vehículo y le rondan la cabeza muchas otras ideas que, con suerte, se podrá financiar o le ayudarán a llevarla a cabo las distintas consejerías.
Para verano, Aragón tiene previsto continuar con las clases de pádel-surf de julio a septiembre, que tiene “muy buena respuesta” igual que anteriormente la tuvo el kayak.
Y, mientras tanto, Aragón anda empeñada en mejorar lo digital y acaba de implementar un sistema de reservas automatizado. Como “primicia”, cuenta que ha creado el club de tuguiaenmelilla, una lista de difusión de las novedades de la empresa y de las actividades gratuitas financiadas por la Ciudad, o si hay tours a la carta, visitas de pago, algún grupo hecho por si alguien se quiere unir o viajes organizados.
Pese a que Aragón no ve mal la situación turística, considera que se pueden mejorar ciertos aspectos. Habla de “un observatorio” que se aleje del formato .pdf y se meta en la calle, porque “hay mucha teoría y estamos cansados”. Este observatorio tendría que estar dirigido por personas que conozcan cómo funciona el turismo en Melilla y tendría que determinar aspectos como la capacidad de carga de las playas y los espacios patrimoniales.
Tal como ella lo ve, es necesario saber cuánta gente puede estar al mismo tiempo en Melilla la Vieja, por ejemplo. Dicho de otra forma, lo que no quiere Aragón es el turismo de Magalluf, en Mallorca, o de Sant Antoni, en Ibiza, “un turismo que, en vez de sumar, está restando”.
Eso sí, hay que regular el asunto de los guías turísticos, ya que, explica, “seguimos teniendo un problema cuando no sé cuántos cruceros están cerrados para este año y no tenemos guías turísticos con idiomas”. En este sentido, recuerda con amargura que, tras la convocatoria del Patronato de Turismo en junio de 2022, aún no hay fecha para el examen. A su parecer, “no es profesional hacer visitas guiadas por el hecho de que se hable inglés y, si das un servicio que no es de calidad, el cliente no volverá”. Por este motivo, Aragón considera que “es muy importante regular muy bien el sector turístico”.
Para terminar la conversación, le pedimos a Aragón que nos cuente cómo es su recorrido ideal en Melilla con un turista que le contrata para ser su guía durante su estancia en la ciudad. Algo tras lo que esa persona se marche con la sensación de que ha visto todo lo que es necesario ver.
Responde que depende de cómo sea el cliente y que, en estos casos tan específicos, hay que intentar conocer un poco más de esa persona. No obstante, a grandes rasgos, por la mañana comenzaría “siempre por Melilla la Vieja, la joya de la corona, con sus recintos fortificados y sus espacios museísticos”. Por la tarde, seguiría con el modernismo y la zona del Rastro, incluyendo iglesias, la Mezquita Central, la sinagoga y el templo hindú. Se podría continuar por la Mezquita del Toreo, la única plaza de toros activa en África, “muy bonita, muy bien cuidada y puesta de nuevo en valor con visitas guiadas”. Posteriormente se podría hacer una panorámica por el perímetro de la ciudad en autobús u otro tipo de vehículo. Sería ideal bajarse y contemplar la zona de Aguadú, Rostrogordo y el mirador del Barranco del Quemadero, “una zona preciosa y con unas vistas espectaculares del mar turquesa”. Aragón confía en que el Fuerte abra pronto, porque “tiene mucha historia y es de gran interés”. Irían ya casi dos días.
Más tarde, seguiría con el Cuarto Recinto, “donde estamos”, con los tres fuertes y los subterráneos, que puede llevar “un día entero” y que llega hasta el Parque Lobera, muy presente también en los pensamientos de Aragón, deseosa de que se reabra para enseñarla al visitante o que el melillense pueda rememorar los recuerdos de su infancia.
Y no podrían quedarse fuera las playas, toda la zona del Paseo Marítimo hasta La Hípica. Llegados a este punto, hay un “triángulo” que a la guía, aunque está “poco promocionado”, le resulta “súper interesante”: donde está el cañón, al final, en el dique, de espaldas al mar, con Marruecos a la izquierda y España a la derecha. Aunque los melillenses estén acostumbrados a verlo, Aragón considera que “es un sitio que a los turistas les parece espectacular, porque estás justo en el límite entre dos países”.
Como bien recuerda, “si creemos en los productos y servicios turísticos, tenemos que ponernos en la piel del turista y tenemos que tener ojos de turista, porque hay lugares que pasan desapercibidos para nosotros, pero que tienen un interés brutal”.
Haciendo el cálculo, la guía afirma que, “a nivel general, para que una persona pueda hacerse una idea perfecta de lo que es Melilla con visitas guiadas, haría falta un puente de tres o cuatro días”. “Melilla es una ciudad perfecta para una escapada de este tipo, como el puente del día de la Hispanidad, o en Semana Santa de jueves a domingo", incide.
Eso sí, la estancia se podría alargar si se realizaran excursiones a Marruecos, país con el que Aragón piensa que “se podrían crear unas sinergias muy interesantes con paquetes turísticos con tres o cuatro días en Melilla y otros tantos en Marruecos”.
En este sentido, la guía cuenta que, por ejemplo, a Nador están llegando aviones desde Barcelona y otros lugares de Europa, por lo que “desde Marruecos se podrían crear lazos” para que esos turistas, aun cuando tuvieran allí su base, vinieran dos o tres días a la ciudad y luego regresaran, de modo que el recorrido “se puede hacer desde ambos lados”. Eso es precisamente lo que había hecho una familia catalana que se encontraba aquel día visitando los fuertes.
En cualquier caso, lo que si tiene claro Aragón es que la situación geográfica de Melilla no representa una desventaja en absoluto, sino todo lo contrario. “Tenemos todo un continente a nuestras espaldas y una ciudad con todas las leyes europeas en el norte de África y, a un paso, puedes cruzar la frontera y estar en otro país. Esto, que se ve como un inconveniente, puede trabajarse y convertirse en algo de lo que podemos sacar mucho provecho. Hay mucho por hacer todavía”, concluye Aragón, antes de abandonar los fuertes y dirigirse con su vehículo al centro de la ciudad.
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