Jeanne M. Connolly: siluetas de mujer, arena y memoria mediterránea en la Melilla más artística

En sala de exposiciones del Real Club Marítimo de Melilla, dos siluetas femeninas parecen susurrar historias antiguas entre capas de papel, arena y color. Son Rosa of Valencia y Catalina of Valencia, obras de la artista estadounidense afincada en Denia Jeanne M. Connolly, que forman parte de la exposición colectiva Miradas de Mujer, organizada por la Fundación Balearia y Art AMB, que este domingo 7 de diciembre clausura sus puertas. Una muestra en la que han participado diversas mujeres, cada una con su estilo personal, con sus técnicas particulares, con su mirada impresa en un lienzo, un atribuyo textil, una escultura. Cada una de ellas ha aportado, desde el pasado 17 de octubre, su singular voz de mujer resonando en el entorno artístico del Mediterráneo.

Aunque cada pieza de Connolly tiene una presencia única, ambas comparten una esencia común: un homenaje contemporáneo a la feminidad, al patrimonio cultural mediterráneo y a la profunda conexión entre naturaleza y arte. En ellas, Jeanne M. Connolly despliega su característico lenguaje artístico hecho de texturas, reciclaje, narrativas visuales y una sensibilidad que fusiona lo íntimo con lo universal. Instalada en Dénia, donde vive y crea desde hace años, la creadora ha desarrollado una trayectoria singular que cruza fronteras geográficas y disciplinas artísticas.

- ¿Cómo comienza su actividad artística?

- Soy una persona creativa que llegó al arte un poco más tarde en la vida. En gran parte soy autodidacta y siempre he tomado la iniciativa de dar forma a mi propia educación artística. Mi camino comenzó como aprendiz de diseño para una gran empresa minorista en la Avenida Madison de Nueva York, donde aprendí las bases del diseño, la presentación y la disciplina estética. Más tarde, estudié tapicería y costura profesional en una escuela técnica en Colorado, lo que profundizó mi amor por la artesanía y el trabajo manual.

Estas habilidades me llevaron a crear mi propio negocio en Estados Unidos, llamado Vintage Renewal, donde rediseñaba muebles antiguos utilizando materiales reutilizados. Vendí todo lo que creé —en línea, en galerías de arte y en boutiques— y tuve la fortuna de recibir más de cien menciones en la prensa. Esa experiencia me enseñó que la creatividad, en esencia, trata de la transformación: dar nueva vida y nuevas historias a materiales olvidados.

Cuando finalmente me mudé a España, esa misma pasión por la reinvención evolucionó hacia el arte contemporáneo — collage, textiles y técnicas mixtas — lo que me permitió explorar los mismos temas de renovación e historia desde una perspectiva más expresiva y personal.

-  ¿Qué le permite expresar?

- El arte me permite expresar lo que no siempre se puede decir con palabras. Es la manera en que traduzco la emoción, la memoria y el sentido del lugar en algo tangible. Mi trabajo siempre ha tratado de la transformación — pero no solo de materiales. También se trata de transformar sentimientos y experiencias en forma y color.

Cuando creo, me conecto con momentos de belleza que a menudo pasan desapercibidos — una página rota, un trozo de tela, la textura de la arena. A través del arte, puedo convertir esos fragmentos silenciosos en algo significativo. Es un proceso que resulta tanto meditativo como poderoso, especialmente cuando veo cómo otras personas se conectan con la obra.

El arte me da libertad. Me permite explorar mi curiosidad, asumir riesgos y celebrar la imperfección. Pero, sobre todo, es una forma de rendir homenaje al mundo que me rodea — a los lugares, las personas y las historias que continúan dando forma a quién soy como artista y como persona.

- ¿Cómo es su proceso creativo?

- La textura, las capas y la experimentación son el centro de mi proceso creativo. Me fascina cómo los materiales — papel, textiles, arena y pintura — pueden dialogar entre sí, creando superficies que conservan movimiento y memoria. Trabajar con las manos y explorar la profundidad a través de la textura me permite aportar emoción a la forma física de una obra.

Como artista residente en la Escuela de Artes Plásticas Experimentales A. Vives en Gata de Gorgos, he encontrado una comunidad que me impulsa constantemente a experimentar y evolucionar. El espíritu de exploración de la escuela ha influido profundamente en mi dirección artística, animándome a asumir riesgos y dejar que el proceso me guíe.

El grupo también es conocido por organizar Art al Vent, la exposición al aire libre de arte textil más importante de España y la más internacional de la Comunidad Valenciana. Participar por primera vez en Art al Vent fue una experiencia decisiva — me reconectó con mis raíces textiles de los años de Vintage Renewal y reavivó mi pasión por la tela, el hilo y la narración táctil.

Cada nueva obra comienza como un experimento — una conversación entre materiales, intuición y memoria — y crece hasta convertirse en algo inesperado y lleno de vida. Para mí, ese sentido de descubrimiento es lo que hace que el proceso creativo sea infinitamente inspirador.

- ¿Qué le inspira a la hora de crear?

- Mi inspiración proviene tanto del mundo cultural como del natural que me rodea. En Valencia, me conmueven constantemente sus museos, festivales y el arte que vive en sus calles — una ciudad donde la creatividad forma parte de la vida cotidiana. Ese espíritu vibrante, arraigado en la historia pero siempre en evolución, influye profundamente en el ritmo y la energía de mi trabajo.

Igualmente poderosa es la belleza natural de Dénia, donde vivo actualmente. Los colores de las flores, la arena, el mar, las algas y el resplandor de la luz mediterránea al atardecer llenan mi alma de alegría y expresión. Estos elementos de la naturaleza se integran en mi paleta y mis texturas, mezclándose con las influencias culturales que me rodean.

También me siento profundamente inspirada por las oportunidades creadas por Art AMB y el Grupo Baleària, cuyas iniciativas culturales permiten a artistas como yo compartir nuestras voces y conectar a través de exposiciones que viajan por las Islas Baleares y más allá. Su compromiso con el intercambio artístico y el diálogo cultural ha tenido un gran impacto en mi vida como artista en España. Me siento increíblemente agradecida por poder crecer junto a organizaciones tan inspiradoras y espero seguir construyendo mi comunidad artística gracias a sus programas.

La armonía entre el pulso artístico de Valencia, la belleza natural de Dénia y el constante apoyo de estas organizaciones culturales continúa dando forma a mi visión creativa — un diálogo constante entre cultura, color y conexión.

- En Melilla presenta dos cuadros realizados a partir de técnica mixta, utilizando la técnica collage. ¿Qué has querido evocar con tus obras? 

- Para la exposición Mirades de Dona en Melilla, presento dos piezas de mi serie Silhouette Ladies of Valencia — Rosa of Valencia y Catalina of Valencia. Ambas obras exploran los temas de la identidad, la feminidad y el patrimonio cultural a través de una mirada contemporánea, fusionando la elegancia histórica con materiales modernos.

Estas piezas fueron creadas utilizando elementos pintados a mano con arena mediterránea y páginas de libros antiguos españoles en collage. La combinación de texturas — el grano de la arena, el papel envejecido, los colores en capas — me permite unir la esencia de los paisajes naturales y culturales de España. Cada silueta representa la fuerza, la individualidad y la belleza atemporal de la mujer, mientras que los fondos inspirados en mosaicos rinden homenaje a las tradiciones artísticas de Valencia.

Aunque las figuras se inspiran en el espíritu de las mujeres valencianas de los años 1920, no son retratos literales. Más bien son un tributo moderno a las influencias culturales que me han rodeado desde que llegué a España — una interpretación de cómo siento y veo a las mujeres de esta región hoy: vibrantes, llenas de capas y de vida.

Formar parte de Mirades de Dona ha sido una experiencia muy significativa porque la exposición da voz a mujeres artistas de todo el Mediterráneo, conectándonos a través de temas comunes de empoderamiento, creatividad e identidad. Exponer junto a otras artistas talentosas y ver cómo mis obras viajan por la red cultural del Grupo Baleària ha sido una oportunidad increíble para crecer y ver cómo mi arte resuena en nuevos lugares y contextos.

- La muestra colectiva Miradas de Mujer, ¿qué ha significado para usted poder exponer en un ambiente colaborativo donde existen diversas miradas de mujeres artistas cada una con su singularidad técnica y personalidad creativa propia? 

- Formar parte de Mirades de Dona ha sido una experiencia profundamente significativa — no solo porque celebra a las mujeres artistas, sino porque nos conecta a través de una historia mediterránea compartida. El recorrido de la exposición por los espacios culturales del Grupo Baleària ha creado una red extraordinaria de creatividad y colaboración, permitiendo que nuestras voces lleguen a nuevos públicos en diferentes regiones y culturas.

Estoy profundamente agradecida a Art AMB y a la Fundació Baleària por su apoyo constante a artistas como yo. Su dedicación a fomentar el intercambio artístico y el diálogo cultural ha tenido un impacto profundo en mi trayectoria aquí en España. Cada exposición que organizan se convierte en algo más que una muestra — es una oportunidad para aprender, crecer y sentirme parte de algo más grande que yo misma.

Estas colaboraciones me han ayudado a encontrar mi lugar dentro de una comunidad artística vibrante y solidaria. Me han dado un sentido de pertenencia y un impulso continuo mientras sigo explorando nuevas técnicas, materiales e ideas. Espero llevar ese mismo espíritu de conexión a mis futuros proyectos — siempre creando con gratitud hacia las personas y las organizaciones que hacen posible este diálogo artístico.