–¿Si obtuviera el escaño como diputado cuál sería su principal objetivo?
–Tengo clarísimo que la mayor urgencia para Melilla, y mi mayor urgencia vital y personal, es abrir un nuevo futuro económico para la ciudad. Muchos factores económicos de Melilla están adormecidos, están obviados, están aparcados porque no hay visión de futuro por parte del Gobierno de Imbroda, clarísimamente a lo largo de muchos años. Y desprecia todas las alternativas que se le plantean. Estamos llegando a un ‘cul de sac’, fondo de saco, y tenemos que, sin perderp ninguna de las opciones que tenemos ahora, en absoluto, abrir otras líneas de actividad económica. Modernizar la economía de Melilla y hacerla participar de todos los negocios en los que podamos participar para dar futuro a la ciudad.
–De esta forma se podría aprovechar la frontera, ¿no
–La frontera hay que mejorarla muchísimo. Hay que mejorar su disposición física, la coordinación entre los distintos puntos fronterizos, el tipo de personal que la atiende, las políticas e intencionalidad del uso de la frontera. Mejorar la frontera es una necesidad y si queremos tener actividades económicas en relación con nuestro entorno. Nuestro entorno no es solamente Marruecos, es también el Norte de África, es también el Mediterráneo oriental, lo es también Europa e Hispanoamérica. Es decir, todas esas cosas con las que está comerciando todo el mundo menos nosotros. Esto también requiere que repensemos cuál es la mejor manera de organizar nuestras instituciones para participar mejor de esos negocios. Porque nos estamos quedando haciendo negocios de los años 50, cuando nada en la economía es como lo fue en aquella época. Hay que imaginárselo como si esto fuera un pasillo de El Corte Inglés de los años 50 que todavía estuviéramos pretendiendo que funcionara, e invirtiéndole dinero para que funcione. No tiene por qué dejar de funcionar, pero tiene que cambiar su forma de hacerlo.
–Usted dijo que España y la UE debían mirar a Melilla, ¿es en este sentido?
–Clarísimamente. Mire, la UE y España no tienen precisamente un proyecto para Melilla. ¿Cuál es su proyecto? Apoyar las iniciativas de la ciudad. El problema es que desde la Ciudad de Melilla no surgen iniciativas. No hay una actividad prospectiva por parte del Gobierno de la Ciudad. Cada vez que se les obliga a realizar un estudio, como hicimos hace poco con el tema de Promesa, estas personas, con la situación crítica que tiene el gobierno, valoran los resultados del proyecto con un “no hay más remedio que seguir con lo que estamos haciendo”. Pero si nos estamos hundiendo. Entonces, las instituciones europeas y España están deseosas de encontrar la forma en la que apoyarnos, y para eso nosotros tenemos que hacer un trabajo, que nadie va a hacer por nosotros, de saber por dónde queremos tirar. Eso es para lo que me encuentro motivado, preparado y oportuno para empezar a trabajar desde el día 29 de abril.
–Melilla tiene unas cifras muy altas de desempleo. Estos días ha estado hablando también de un plan de empleo para parados de larga duración. ¿En qué consistiría?
–Melilla ha estado durante muchos años topando con una cifra tristemente mágica de 10.000 parados como un suelo del que no conseguíamos bajar. Ahora mismo estamos alrededor de los 8.000 y pico. Hacía muchos años que no alcanzábamos esta cifra, de lo cual nos tenemos que alegrar. Pero alegrar con ojo. Porque eso no está mal, pero no podemos pensar que esto es una situación estable. Nuestra sociedad no lo puede soportar continuamente. El plan que ha mencionado hace un momento, es un proyecto que ha puesto en marcha el Gobierno de Pedro Sánchez y que lo que busca es romper el círculo de la no empleabilidad de las personas que han abandonado el mercado de trabajo a partir de cierta edad. Es una situación muy compleja porque se une que la persona que está trabajado y que es mayor empieza a perder la confianza en sí misma. Muchas veces nunca creemos que esas personas tengan la suficiente capacidad ni que haya trabajo de su tipo, sino que simplemente son ciertos prejuicios respecto a qué tipo de trabajo va a hacer una persona a partir de cierta edad, cuando justamente es un momento de mayor utilidad dependiendo para qué trabajo. De este modo, el plan del Gobierno es, además de incentivar la contratación de este tipo de trabajadores, allanar obstáculos que hay tanto a la hora de que estas personas puedan engancharse a las redes que hoy en día están ayudando a encontrar trabajo, a saber enfocar su perfil hacia lo que ahora mismo se necesita y potenciar la parte del curriculum que a el no se le ocurre potenciar. Es incentivar, pero también dar una vuelta a cómo estamos gestionando la empleabilidad de estas personas. ¿Enfoque para Melilla? Evidentemente tiene, pero es mucho más importante y más necesario para Melilla abrir nuevos mercados. El problema que tiene Melilla es que solamente tiene acceso a dos mercados.
–¿Cuáles son?
–Por un lado, el consumo interno de la ciudad y el mercado marroquí, al cual tenemos acceso mediante los turistas marroquíes que viene a Melilla a comprar y mediante las mercancías que pasan en la frontera de una manera u otra para consumo marroquí. Esos son nuestros dos únicos mercados. Si nuestro mercado interior se atiende cada vez más a base de que si una persona viaja, o de si consigue comprar por Amazon si decide comprar por internet, como está pasando en todo el mundo y aquellas personas que pretendan parar este proceso se están equivocando profundamente porque por ahí no va. No se trata de contrapedalear, sino de llevar una inercia que es lo que la gente desea. Lo que tenemos que conseguir es acceder a mercados que ahora mismo tenemos cerrados. Se trata de repensar que nosotros no solamente tenemos que tener como clientes consumidores finales. Por poner un ejemplo también pueden ser nuestros clientes empresas que están haciendo productos. Es decir, no tenemos por qué fabricar una botella de cerveza lista para terminar, pero podemos fabricar etiquetas. Con lo cual nuestro cliente no sería una persona consumidora, sino una empresa que está haciendo eso. Hay mercados que tienen que ver en el grado terminación del producto, ahora mismo Melilla solo se plantea consumidores, hay otros mercados que funcionan de manera diferente y para los que nuestras facilidades pueden ser una ventaja. Melilla decidió en su momento especializarse en el tráfico hacia Marruecos y se ha dejado en el camino otras oportunidades de participar en mejoras triangulares de productos que puedan terminar en Turquía o puedan ayudar a que producción colombiana termine en Europa tras una mejora dentro de Melilla. Todo eso se obvió y no se ha tenido presente porque se ha preferido esto. No hay nada malo en ello, en esa época lo mejor era eso. De lo que estamos hablando es de dirigirnos también a estas otras vías sin desatender los mercados que tenemos. No se trata de cambiar un mercado por otro, sino de aumentar el número de opciones a través de las cuales se puede hacer negocio en Melilla. Cuantas más opciones abramos, esas ventajas fiscales que tenemos se multiplicarán en su efecto hacia las empresas, pero si no tenemos volumen de negocio, una bonificación del 50% de un volumen de producción muy bajo es una ventaja muy pequeña. Tenemos que definir, buscar objetivos de marketing a nivel empresarial y dirigirnos a ellos. O sea, un empresario turco que está exportando a la UE no sabe que existe Melilla.
–¿Poner Melilla en el mapa?
–Poner Melilla en puntos muy concretos, de una manera quirúrgica. No a base de campañas generalistas, que más bien están enfocadas a que los melillenses escuchen que se están haciendo cosas, pero no le llegan a la gente de otros países. Por ahí va nuestro enfoque, que ya lo detallaremos. Este es un ejemplo, hay más cosas que se pueden hacer. Por eso le digo que estoy como una olla a presión esperando a que me liberen para poder hacerlo.
–Melilla está a la cosa de la Sanidad Pública y es una queja para los ciudadanos. ¿Qué plantea el PSOE parar mejorar esta cuestión?
–Esta queja de la población es una queja muy bien fundamentada, muy real y que aquellas personas que tomaron decisiones que desembocaron en el que el hospital se paralizara tenían que ser conscientes, se les tenía que caer la cara al suelo de la vergüenza de que por un interés político que ellos sabrán cuál es por hacer este daño a la población. Todos estos años que llevamos de hacinamiento, de colas imposibles, de listas de esperas largas, eso tiene un responsable, y es el Partido Popular de Melilla, que cuando tuvo las riendas de la gestión de esa construcción del hospital, tomó las decisiones que tomó. El PP de Melilla ha sido sentenciado judicialmente y obligado a pagar al constructor de ese hospital. Pero es que el constructor del hospital ha sido resarcido y todos los melillenses que siguen padeciendo esta sanidad que no es la que nos corresponde, ¿a esos quién los resarce? Nadie. Ahí estamos. Entonces lo primero es corregir lo erróneo que es: “en seis meses lo prometimos, y en seis meses los hemos hecho”. El 7 de noviembre comenzó el reinicio de la construcción del hospital; ahora mismo, están con la parte de la estructura, que efectivamente se ha deteriorado con estos años de parálisis, pero pronto los melillenses van a ver funcionando en esta legislatura el hospital estará funcionando y los melillenses lo van a utilizar, y van a dejar de tener esta sanidad de tercera división.Si gobiernan los socialistas, si gobierna el PP ya no sé que decirle, qué nuevos problemas descubriremos que son capaces de plantear. Pero a parte de esto, estamos hablando de la mayor inversión de sanidad de la historia de Melilla. El PSOE tiene que explicar a los melillenses que todos los centros de salud de la democracia los ha hecho el partido socialista. El Hospital Comarcal que se quedó pequeño hace mucho tiempo porque está dimensionado para la población de Melilla, pero la realidad es que atendemos a mucha más población. Por eso el Hospital Universitario está concebido como es, para poder atender a la gente que de verdad estamos atendiendo y así todos estaremos bien atendidos. No se trata de dejar de atender a nuestro entorno, porque la política española ha decidido que tenemos que llevarnos bien con Marruecos y esa atención la vamos a dar. A parte de estas dos cuestiones, en la próxima legislatura se abrirá un centro de salud nuevo en el barrio de Cabrerizas, dotado de un departamento de fisioterapia, se añadirá también un módulo de fisioterapia al centro de Polavieja. Además de hacer la mayor inversión en sanidad que se ha hecho en la historia de Melilla, vamos a seguir completando la parte capilar porque hay barrios de la ciudad que han crecido y que necesitan seguir acomodándose. Esto es hacer sanidad, ¿qué es lo que ha hecho el PP en siete años? Lo siento, pero ha hecho cero. Me ha hecho mucha gracia que me pregunten sobre esto y que el PP pretenda hacer pasar de alguna manera que ellos tienen la menor preocupación sobre la sanidad pública melillense. El PSOE se deja los cuernos que tiene, y los que no tiene, en mejorar la sanidad melillense; y pone a profesionales excelentes al frente de las instituciones que tiene que empujar y tiene toda la ayuda del Ministerio de Sanidad español. Cuando los socialistas están en el poder de España no se olvidan de Melilla. Se acuerdan muy bien. Ahí están los datos. Es que no sé que puede decir el gobierno de PP que haya hecho mejor o más que nosotros.
–¿Qué propone su formación en cuanto a la política migratoria?
–Es una política muy importante tanto por lo que significa para las personas migrantes, como por lo que hoy en día la sociedad europea está percibiendo al respecto. Lo dice el ministro de Exteriores, en Europa han sucedido dos grandes crisis: una es la crisis de la financiación de los Estados derivada de la banca americana en 2007 y que aún seguimos inmersos en coletazos de la misma. Esa crisis puso a prueba las instituciones europeas pero se arregla con dinero. Sin embargo, la crisis migratoria es capaz de disolver la Unión Europea. No se va a hundir la UE por una crisis financiera, se puede deshacer por una crisis migratoria. Esta es la importancia que tiene para mí la crisis migratoria, y por tanto, es muy importante la actitud y la responsabilidad al abordarla por parte de cada uno. La Unión Europea no es una cosa cualquiera, es la mayor construcción política de Europa en toda su historia. La política se produce por un balance entre las condiciones de vida de las personas que están en el mundo y la percepción que tienen de cómo pueden cambiar sus condiciones de vida al aproximarse a la UE en su conjunto. En este punto tenemos que ver muy bien que ese desbalance no tiene nada que ver con cómo se vive en Europa, sino con cómo se vive en mi ciudad. Porque hacer una migración de este tipo, sin papeles, sin seguridad es un coste altísimo en la vida de las personas. Por otro lado, los países ribereños del sur, que somos nosotros, son unos de los principales flujos y focos de paso. Estamos en el camino de estas personas y de Europa en su conjunto. El primer trabajo que hizo Pedro Sánchez fue pactar con Angela Merkel para que siempre deba ser una política europea para abordar esta cuestión porque los esfuerzos, las ayudas y la política deben de ser comunes porque conciernen a todos los europeos. No puede ser que lo que estamos en una zona reibereña suframos o tengamos un compromiso mayor con la migración que los de otros sitios, porque al final vienen a una zona de bienestar común. La política de migración tiene que tener presente que estamos hablando de personas. La gente no quiere vivir fuera, quiere vivir en su país, con su familia, quiere radicarse.
–¿Y en cuanto a menores extranjeros no acompañados?
–Si se echa la vista hacia atrás, pese a que no esté encauzado, se puede ver que está reduciéndose el nivel de preocupación de las personas, porque el número de niños en la calle interaccionando negativamente dando problemas a los ciudadanos no es tan alto como antes. La frontera tiene que mejorar, parte de las medidas que el ministro Marlaska explicó en su última visita, que alguien no explicó a González Pons, que ha prometido cosas que ya había prometido el PSOE y que van a tener una fuerte incidencia a la hora de reducir que una persona entre con un menor para luego dejarlo y convertirlo en un mena. Nos referimos a la frontera inteligente. Este es un problema que le corresponde encauzar al Ayuntamiento de Melilla y para eso se le ha dado 4,1 millones de euros. Al presidente Imbroda se le ocurrió decir que no nos iba a sacar de pobres. Lo que no nos saca de pobres es lo que ha hecho su gobierno que durante 7 años no ha dado ni un solo duro. Respecto a ese problema lo que queremos hacer es traer recursos a Melilla, activar los mecanismos de coordinación entre las distintas comunidades autónomas para encontrar más ayudas. Ahí es donde los discursos de odio y de racismo impiden soluciones, porque lo que se hace es dificultar a que nos ayuden. Eso quienes lo están haciendo son los gobernantes del PP y los miembros de Vox que a través de sus declaraciones crean una psicosis contra estos niños, que por supuesto están dando problemas pero no son un problema, son niños que dan problemas. Como mis hijos que pueden dar problemas. Asimismo también se está desarrollando un mecanismo europeo con Marruecos para ir identificando y repatriando a las instituciones correspondiente o a sus familias marroquíes a los niños menores. El objetivo final es el bienestar de los mismos. Es lo que ofrece el Estado español para los melillenses.
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