Jaime Bustillo: “Melilla se recuperará si afronta el reto de una economía sin depender del país vecino”

Mañana martes se presenta el informe ‘Ceuta y Melilla o cómo convertir una grave crisis de la mejor de las oportunidades’. Se trata del primer trabajo que se realiza bajo el prima del Observatorio de Ceuta y Melilla, que se ha generado en el seno del Instituto de Seguridad y Cultura para dar una respuesta a una necesidad urgente de responde a los desafios que cada día son más importantes para las dos ciudades. En este mismo acto se presentará dicho órgano. Este observatorio está dirigido por Carlos Echeverría, que es miembro del Consejo Académico del instituto señalado. Fue Echeverría el que propuso iniciar esta investigación o este informe y se animó a participar a la consejera Economía, Hacienda y Función Pública de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Kissy Chandiramani, y al que fue viceconsejero de Comercio y Turismo y que es economista experto en planificación estratégica, Jaime Bustillo.

Para este exmiembro del Ejecutivo local, Melilla puede aprovechar ahora que se ha cerrado la frontera por parte de Marruecos para plantear un futuro en el que no se dependa del país vecino, aunque se trate de recuperar esta relación comercial.

–¿Qué nos puede adelantar del informe que presentarán mañana martes?

–Este martes se hará el acto inaugural del Observatorio sobre Economía de Ceuta y Melilla y este informe es el primer trabajo que se presenta.

Lo he hecho es centrarme en narrar una pequeña historia sobre cuáles son los hitos o elementos más importantes que nos han traído hasta la situación económica actual con la intención de identificar las principales teclas que podemos activar para precisamente salir de esta situación. Pero todo esto con el añadido de que, precisamente la crisis que estamos afrontando nos favorece mucho en una cuestión. Esto es, que rompe las trabas, los elementos de inmovilización, que nos impedían introducir cambios en nuestro sistema económico.

Hemos sufrido una fatal atracción por el negocio fronterizo, que está bien y que hay que defender, pero esta atracción no ha impedido avanzar conforme a nuestro entorno. De tal forma que nos hemos visto terminando en esta situación actual. Pero no quiero seguir por ahí porque le cuento la conferencia (risas).

–El título del informe es ‘Ceuta y Melilla o cómo convertir una crisis en una oportunidad’.

–Exacto. He capturado una cita del asesor de Barack Obama, expresidente de los Estados Unidos. Mi única aspiración con esta presentación del informe es lanzar un debate que tenga capacidad de causar acciones y que no se quede en esa discusión o debate.

‘La gran oportunidad’ es precisamente que nos obliga la situación a mover ficha. Hasta ahora teníamos muchos más incentivos a no hacerlo. Básicamente ésta es la oportunidad que tenemos.

Marruecos al cerrar la frontera hace como cuando España cerró la frontera a Gibraltar, le obligó a desarrollar una economía no dependiente de la economía española. Ahora Gibraltar es una economía muy sana y Melilla puede recuperar un estatus económico bueno si de verdad afronta el reto de desarrollar su economía, sin cerrar las puertas a Marruecos, pero si ser dependientes del país vecino.

–La situación económica de Melilla estaba mal y ahora estamos un poco peor por la Covid-19, pero usa la palabra ‘oportunidad’ que es positiva. ¿Cómo se da ese paso de estar en un ambiente negativo a salir de él?

–Precisamente reconociendo la situación. Al analizar por qué estamos tan mal y por qué nos afecta tan masivamente la pandemia y el cierre marroquí, de ese análisis sale el optimismo. Es un solo elemento el que nos ha ido guiando en el camino de cerrarnos más al mundo y de irnos haciendo ignorar oportunidades que pasaban cerca nuestra. Es decir, el pensar que lo único que podía hacer esta ciudad económicamente era contrabandear con Marruecos, esa verdad, al extinguirse, nos permite abrir los ojos para ver todas las demás oportunidades que tenemos y que podemos abordar.

Si Melilla no tuviera capital humano, no perteneciera a un entramado internacional como la UE o no tuviera dotación de infraestructuras... Pero es que no es así. Melilla tiene todo lo que necesita.

Contamos con un régimen económico especial y flexible que se puede incluso reorientar para optimizar su papel en un entorno económico internacional.

Estamos en una economía globalizada en la que cualquier país del mundo puede ser cliente nuestro. Estamos en una situación muy buena, con un potencial muy alto. Y ésa es la realidad.

También hay más elementos de bloqueo que identifico en el trabajo. Mi opinión, por ejemplo, que no digo que sea la única realidad, es que debemos solucionar las carencias institucionales de Melilla.

En el estado autonómico, la ciudad carece del potencial claramente de una autonomía para potenciarse. Y a la vez, el Estado no está realizando esas labores de impulso. Tenemos que encontrar una solución. Ahí hay un reto importante.

–¿Cómo se puede ser optimista si los ciudadanos nos encontramos con nada de consenso político, por ejemplo, en sacar adelante las medidas para luchar contra la crisis económica provocada por la Covid-19?

–Estoy de acuerdo con eso. Si somos capaces de convertir la vida política, más que en una contraposición de visiones, en una carrera de relevos en la que los partidos intenten demostrar que una ejecuta mejor un plan que otro. Y ese plan lo podemos compartir entre las diferentes fuerzas políticas, evidentemente habremos ganado muchísimo. Anteriormente, como no se discutía el plan económico, sino que simplemente se apostaba a lo mismo, realmente esto se podía sobrellevar. Pero actualmente, quizás, la contribución más importate del producto político local para el bienestar de los melillenses precisamente sea alcanzar un consenso. Lo cual no quiere decir que no haya debate ni contraposición política. Pero en algunas cosas hay que consensuar.

–Uno de los sectores que se planteaban para ir dejando de lado la dependencia con la frontera y Marruecos era el turismo y, en concreto, la recepción de cruceros. Pero la Covid ha paralizado todo el sector.

–Bueno, el turismo basado en cruceros está sufriendo una clara congelación. De hecho, el sector está evolucionando. Lo que estamos viendo lo que seguimos el mercado es que las grandes empresas de cruceros están aprovechando para renovar flota. Están recibiendo los buques nuevos que habían solicitado y achatarrando los que tenían más tiempo.

En los tiempos de crisis las empresas y las organizaciones que tienen claro cuál es su destino aprovechan este tiempo para reorganizarse. En las fases expansivas no puede dedicarse a estas cosas y debe seguir avanzando.

Pero el turismo va a seguir en el mundo y no va a desaparecer, como tampoco lo hará el turismo de cruceros. Quizás para Melilla sea una buena oportunidad este parón para plantearse y crear las estructuras que aún le faltan, y le falta mucho, para poner el apellido ‘profesional’ a la gestión del turismo en Melilla.

Primero, en Melilla no se considera que el turismo sea una industria, sino que es una actividad básicamente centrada en la promoción de la ciudad y con eso, se cree que se impulsa el turismo y no es verdad. Y segundo, tenemos que entender que el turismo, como todo producto económico, tiene que orientarse a mercados específicos.

Nosotros, a diferencia de Ceuta que no tiene ni siquiera aeropuerto, hemos tenido durante años acceso al mercado nacional y no hemos conseguido unas cifras turísticas medio razonables.

Ese enfoque excesivo de las políticas de transporte hacia el melillense y el transporte local y esa no visión hacia el turismo es una de las cosas que digo en el informe. Nos lleva a que el transporte aéreo no va a cumplir nunca la función de conectar con la industria del turismo mientras que no lo reformemos. Estos son el tipo de cuestiones que se pueden abordar perfectamente en un plan de transformación de la ciudad de Melilla.

–En Ceuta se ha planteado también este informe y allí tienen el reto de construir el centro tecnológico. Melilla tiene ya esta infraestructura y fibra óptica por toda la ciudad. ¿Estamos un paso por delante que Ceuta?

–En algunas cuestiones sí. Tanto en el despliegue interno tecnológico, como en la generación de un espacio centrado en la tecnología, que no está terminado, pero por lo menos existe, Melilla está bastante por delante. Pero en lo demás Melilla cuenta con una capacidad de comunicarse con el resto de Europa gracias a la existencia del aeropuerto que facilita mucho la integración de las empresas que se localicen en Melilla con su matriz. No es un tema secundario, sino muy importante.

En Ceuta, a diferencia de nosotros, ha preparado un trabajo desde la propia Consejería de Hacienda. Eso quiere decir que ya tenía un plan y lo ha plasmado en el trabajo. En cambio, mi informe no tiene ninguna vinculación política con nadie, a pesar de que yo tenga una vinculación política clara, y por lo tanto, no es que sean mejor ni peor, sino que uno es más institucional y el otro más abierto y capacidad creativa.

–La vinculación de Melilla con Ceuta está en todos los aspectos y siempre que queremos establecer una comparación, aunque sean simples datos, se tira de la ciudad hermana. Pero, ¿hay que ir de la mano en todo con Ceuta?

–Eso es algo que creo que debemos de romper. Y esto lo explico en el informe en uno de los puntos. No es que tengamos que pelearnos con Ceuta. No se trata de eso, sino que una de las limitaciones que tenemos es pensar que hay medicinas y recetas que le sientan bien a las dos economías y no es verdad.

Por último, me gustaría destacar la bienvenida que he notado tanto en el observatorio como de la convocatoria de presentación del documento.

Y agradezco mucho a la Uned y a la Ciudad Autónoma que acojan este acto y lo arropen como lo están haciendo.