En el mar Mediterráneo, entre las aguas agitadas del Estrecho de Gibraltar, se encuentra una de las zonas más estratégicas de Europa, donde se cruzan rutas comerciales y flujos migratorios. Ceuta y Melilla, dos ciudades autónomas españolas en el norte de África, han sido históricamente puntos clave de la soberanía española. Desde sus posiciones geográficas, ambas se encuentran a escasa distancia de las costas de Marruecos, lo que las convierte en lugares sensibles y en puntos críticos de vigilancia y seguridad para la Armada Española.
En este contexto, el patrullero Isla de León (P-83) se presenta como un pilar fundamental de la presencia militar en la zona. Este patrullero que recientemente ha visitado por primera vez el puerto de Melilla, reforzará a partir de ahora la presencia de la Armada Española en las aguas de la ciudad autónoma. Esta visita marca un hito en la colaboración entre ambas ciudades, ya que el patrullero no solo tiene un papel estratégico en el control y vigilancia de las aguas, sino que, con su llegada a Melilla, se refuerzan los lazos de cooperación y seguridad entre ambas zonas.
El comandante del patrullero, Jaime Garat, permitió a el Faro conocer a fondo la embarcación, sus capacidades y el trabajo que realiza la tripulación a bordo, uniendo a ambas ciudades a través de su presencia en el mar.
El Isla de León es un patrullero relativamente nuevo en la flota de la Armada Española, pero su historia es interesante y peculiar. Este barco no fue diseñado originalmente para ser parte de la Armada, sino que fue construido en 2002 por los astilleros de Vigo como parte de un proyecto para la Xunta de Galicia. Su propósito inicial era llevar a cabo labores de inspección de pesca y vigilancia marítima en las costas gallegas. De hecho, el Isla de León formó parte de la flota de la Consellería do Mar hasta 2022, cuando se produjo una cesión interministerial entre el Ministerio de Agricultura y Pesca y el Ministerio de Defensa.
En octubre de 2022, la embarcación se incorporó oficialmente a la Armada Española y comenzó a operar desde su base en Ceuta. Aunque el barco había sido utilizado en el ámbito civil, su adaptación a tareas de seguridad y vigilancia para la Armada no fue un reto, dado que ya contaba con capacidades destacadas en cuanto a maniobrabilidad y autonomía. De esta forma, el Isla de León asumió la misión de patrullar las aguas cercanas a Ceuta, con especial énfasis en las áreas sensibles del Estrecho de Gibraltar.
El nombre del Isla de León tiene un profundo significado histórico y simbólico para la Armada Española. Los patrulleros de la Armada suelen llevar nombres de islas españolas, un homenaje a los territorios insulares que forman parte del patrimonio nacional. En este caso, el Isla de León recibe su nombre de la conocida ‘isla de San Fernando', situada en la provincia de Cádiz, un lugar de gran relevancia para la historia naval española.
El comandante Jaime Garat, quien está al mando del patrullero, explicó que el nombre fue elegido porque “San Fernando es una ciudad con mucha relación con la Armada Española y se necesitaba un patrullero que representara esa tradición”. Sin embargo, antes de la incorporación de este barco, la Armada no contaba con un patrullero que llevara el nombre de la Isla de León, lo que convierte a este barco en un homenaje a la historia y el legado de la marina española en la zona.
El Isla de León es un patrullero de 32 metros de eslora, un tamaño adecuado para las misiones de vigilancia en zonas cercanas a la costa, donde la agilidad es clave. Aunque relativamente pequeño comparado con otros buques de la Armada, el Isla de León está equipado con propulsión a chorro de agua, un sistema que le otorga una maniobrabilidad excepcional, especialmente útil para operaciones cercanas a la costa y en espacios de difícil acceso.
El comandante Garat destacó la importancia de este tipo de propulsión. “Este barco tiene propulsión de jet, lo que significa que tenemos chorros de agua que se dirigen hacia la popa y que podemos orientar para realizar maniobras con facilidad, algo fundamental cuando trabajamos cerca de otras embarcaciones o de las costas”.
El patrullero no tiene autonomía suficiente para realizar misiones prolongadas en el mar. “Somos un patrullero de vigilancia de zona, nuestra misión es tener una autonomía básica para operar en navegaciones de máximo 10 horas desde Ceuta hasta Ceuta, con lo cual podemos estar 10 horas y siempre operando en un ámbito cercano”, recalcó el comandante.
El Isla de León realiza patrullas de vigilancia y disuasión en una de las zonas más sensibles del mar Mediterráneo. Su misión principal es garantizar la seguridad de las aguas de soberanía española, particularmente alrededor de Ceuta, pero también en otros puntos estratégicos del Estrecho de Gibraltar, los peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas y la Isla de Alborán.
En palabras de Garat, “la misión del patrullero Isla de León es realizar operaciones de presencia, vigilancia y disuasión. Esto significa que debemos estar en la mar, mostrando nuestra presencia para apoyar a la comunidad marítima y defender los intereses de España en y desde la mar”.
Cada travesía, cada patrullaje entre Ceuta y Melilla, tiene un propósito claro: mantener la paz y el orden en un área donde los intereses geopolíticos y la seguridad nacional se entrelazan.
A bordo del Isla de León trabaja un equipo de 13 hombres y mujeres, cada uno con un papel clave en el buen funcionamiento del barco. Desde el comandante Garat hasta el personal de mecánica, comunicaciones, maniobra y hostelería, todos tienen una responsabilidad que asegura que el patrullero esté siempre listo para cumplir con su misión.
El cabo primero Omar, uno de los miembros de la tripulación, comentó con una sonrisa que la convivencia en el barco es fundamental para el éxito de las misiones. “La convivencia es cordial y muy familiar, en destinos así en barcos pequeños siempre estamos juntos. Somos pocos, pero ya nos conocemos, lo que facilita mucho la convivencia”.
La vida a bordo de un patrullero no es fácil, pero la camaradería entre la tripulación hace que el día a día sea llevadero. El barco cuenta con camarotes compartidos y los miembros de la tripulación realizan turnos para mantener la seguridad en todo momento. La convivencia en un espacio tan reducido crea una fuerte unión entre los marines que trabajan juntos durante largas jornadas.
“El estar en la mar es un desahogo también de la sociedad, de las ciudades. Respiras aire puro, compartes experiencias con la naturaleza, con otros sitios a los que visitar y yo creo que la gente se lo pierde.Tenemos una gran labor de difusión de nuestra manera de ser, de nuestra misión y de nuestra contribución a la sociedad. Nosotros somos parte de la sociedad y trabajamos para la sociedad y también está ahí nuestro empeño en que la gente lo conozca, porque nadie puede querer algo que no conoce, entonces tenemos que estar ahí también para difundir nuestra labor y que la gente conozca los barcos que también son de ellos, son de la sociedad”, insistió Garat.
El comandante Jaime Garat tiene una visión clara sobre su responsabilidad al mando del Isla de León. Aunque la misión en el mar puede ser solitaria en ciertos momentos, él sabe que cada decisión tiene consecuencias. “Cuando estamos en una situación complicada, todos los ojos están sobre mí”, comentó Garat. “Es una gran responsabilidad, pero siempre cuento con el respaldo de mi tripulación y de los mandos superiores. Con lo cual es una responsabilidad y a la vez una satisfacción”.
A pesar de las dificultades del trabajo, el comandante destacó la importancia de mantener una comunicación fluida con la base de Ceuta y con otras unidades de la Armada, lo que asegura que el patrullero esté siempre listo para cualquier tipo de emergencia.
La Armada Española, con el Isla de León de su lado, sigue cumpliendo su misión de protección y mostrando al mundo entero que Ceuta y Melilla están más unidas que nunca.
La delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, ha calificado de “emocionante” la jornada vivida…
La visita de la Reina Sofía a Melilla este 8 de mayo ha estado marcada…
La Iglesia católica tiene nuevo líder: Roberto Francisco Prevost, arzobispo estadounidense de Chicago, ha sido…
El Aula de Mayores de Melilla celebró este jueves una nueva edición de la Cruz…
Con rigurosa puntualidad, Su Majestad la Reina Sofía ha aterrizado a las 14:00 horas de…
La Delegación de Defensa en Melilla ha celebrado este jueves 8 de mayo el XXIX aniversario…