“¿Qué harías tú si tu mejor amigo te propone compartir a su mujer?”

Con esta frase, el actor Jesús Cisneros presenta en Melilla el último pase para ver la comedia ‘Ni contigo... ni sin ti’, en la que comparte cartel con Ivonne Reyes, Cristina Peña y Antonio Vico.

Cambio de actor de última hora

Debido a un tema personal, Jesús Cisneros no ha podido trasladarse a Melilla para protagonizar esta comedia. En su lugar, el actor Javier Tolosa realizó una magnífica actuación para el público melillense. Este cambio se produjo a última hora, por lo que no fue anunciado por parte de la productora por falta de tiempo.

Jesús Cisneros interpreta a Gabriel, un cuarentón que no se decide entre la mujer de su mejor amigo o una joven de más de 20 años que acaba de llegar a su vida. Protagoniza, junto con Ivonne Reyes, Cristina Peña y Rafael Vico, ‘Ni contigo... ni sin ti’ que ayer se estrenó en el Kursaal y que volverá a este escenario hoy a las 21:00 horas.   
Cisneros conoce muy bien la ciudad pues ha estado presentando aquí varias obras de teatro, como ‘La curva de la felicidad’ o  ‘Sé infiel y no mires con quien’. Este conocido actor confesó que le encanta la ciudad, que disfrutó con la comida típica, y con las características particulares de Melilla. “La ciudad en sí tiene un encanto especial”, apuntó. También comentó que la gente es encantadora y que es uno de los teatros que más se llena siempre.  
–En esta comedia participa como productor y actor. ¿Por qué elegir este texto?
–La productura sólo hace comedia. Obras como ‘La curva de la felicidad’, con el objetivo de hacer reír al público. Para una empresa privada es la defensa que tenemos, la risa y la comedia. El drama lo dejamos para los teatros oficiales y para los grandes productores que tienen posibilidad de montar esos espectáculos. Aunque a mí también me gustan mucho. Sin embargo, al público le es mucho más fácil una comedia y nosotros nos hemos especializado en ellas. ‘Ni continuo... ni sin ti’ es una versión moderna de ‘Violines y trompetas’ que tuvo mucho éxito con Jesús Puente y Juanjo Menéndez hace unos años. La hemos actualizado mucho y para la gente que le guste el teatro hemos aportado algo más. Además de los diálogos está la puesta en escena, es decir, la incorporación de ‘flashback’. Cuando contamos las cosas, en vez de sólo narrarlas, suceden. Estamos muy contentos con el espectáculo y Santiago Moncada es uno de los grandes de la comedia.
–¿Participó en la elección de los actores de esta comedia?
–Sí, pues es difícil buscar los perfiles. Teníamos claro que el personaje de Rafael lo iba a hacer Antonio Vico porque es uno de los mejores actores característicos y la gente se parte con él. Luego estaba Cristina Peña que nos gusta mucho como actriz y que interpreta a María, la jovencita. El personaje de la mujer que maneja a los dos hombres, a Rafael y Gabriel, tenía que tener una edad determinada. Vimos a Ivonne Reyes en una serie que estaban repitiendo por televisión y la animamos a que lo hiciera. Es una mujer muy guapa, que encajaba en nuestra generación.  
–¿Qué destacaría de esta obra para animar a los melillenses a ir al teatro?
–Se van a reír mucho, se van a olvidar de los problemas que puedan tener durante 90 minutos y se van quedar con cosas de los personajes de Gabriel y Rafael. Cada vez que los recuerden van a sonreír. El teatro en sí es especial para compartir con amigos. Sales de la función y te vas a cenar y se comenta sobre la función. Por ejemplo, con qué personaje te identificas más o menos. Creo que por el mero hecho social de ir al teatro a divertirse, ya es un punto a favor. Y encima, si te lo pasas tan bien como en ‘Ni contigo... ni sin ti’, pues es fenomenal. También se puede profundizar un poco más y se puede reflexionar por ejemplo, lo que le cuesta a la gente olvidarse de su rutina.
Rafael, Gabriel e Irene son un trío de música de cámara que trabajan juntos y en un momento determinado Irene se casa con Rafael que es el mejor amigo de Gabriel y a los cinco años le puso los cuernos con él y siguen los tres juntos. Uno le da la parte intelectual y el otro la física. Simplemente por ser estos tres personajes tan peculiares merece la pena verla.
El ‘lead motiv’ es ¿qué harías si tu mejor amigo te propone compartir a su mujer? Puedes imaginarte la que se puede armar y da para situaciones muy divertidas.  
–¿También se habla sobre la crisis de la madurez?
–Es una crisis de personajes que rozan los 50. Lo que sí que es verdad es que la obra plantea cuando  en la vida de una rutina, pues estos tres personajes ensayan juntos, trabajan, y dan conciertos juntos y que encima tienen una relación sentimental muy estrecha, aparece una joven que despierta en Gabriel las ganas de volar. A partir de ahí se plantean muchas cosas, la fidelidad a tus amigos de siempre o quieres coger ese último tren para vivir una aventura o una vida nueva y fresca con alguien que tiene las cosas muy claras. Los jóvenes suelen tener muy claro lo que quieren, pues no tienen la experiencia ni sus miedos. A mí me pasa, desde que cumplí los 40 soy mucho más frágil e inseguro. Aquello que te decían de que la experiencia es un grado no lo es todo. Sí que es una crisis de madurez y es el último intento de ese aire fresco que llega con ese nuevo amor. También se ve el chantaje emocional de los personajes que no quieren cambiar esa rutina, como son los personajes de Irene y de Rafael.
–¿Cuáles son sus siguientes proyectos?
–Aún nos queda estrenar en Madrid por lo que nos queda mucho con ‘Ni contigo... ni sin ti’. Llevamos de gira desde el 17 de octubre y nos quedan más bolos. Es una obra que a medida que se van matizando los personajes mejora y con la que funciona el boca a boca. La gente que lo ve el primer día animará a los que vayan el segundo. La verdad es que como está el panorama hay que pensar en el día a día. Si pensamos en el futuro nos da escalofríos.  
–¿Se nota mucho la crisis en el teatro?
-Muchísimo, porque los precios han caído en todo. Todo el mundo se está ajustando a sus presupuestos y las entradas están más baratas que nunca. La sociedad se está reajustando y en estos momentos son muy difíciles. Hasta ahora nos hemos acostumbrados a una forma de vida muy fácil y dulce y en los dos últimos años ha cambiado la cosa y ahora hay que pagar por todo lo que nos hemos endeudado. Lo bueno de todo esto es que a los jóvenes os podemos dejar un mundo mejor.