La Guardia Civil de Melilla ha investigado a un hombre en Melilla por presuntos delitos de usurpación de identidad, falsificación continuada de siniestros y revelación de secretos, en el marco de una operación llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ).
El investigado, quien trabajaba en una aseguradora con sede en la ciudad, habría generado un beneficio ilícito de más de 8.000 euros mediante la manipulación fraudulenta de datos personales de clientes y terceros. Para ello, registraba siniestros falsos de vehículos en la base de datos de la aseguradora, empleando información sin autorización de sus titulares.
La investigación, tutelada por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Melilla, sigue en curso, y no se descartan nuevas imputaciones.
Según la información proporcionada por la Guardia Civil, el presunto autor de los hechos confeccionaba y daba de alta telemáticamente accidentes de tráfico falsos en el sistema de la aseguradora. Para ello, utilizaba nombres, matrículas y otros datos personales de asegurados y terceros sin su conocimiento ni consentimiento, lo que supone una grave vulneración de la privacidad.
El fraude se beneficiaba del Convenio de Indemnización Directa CICOS, un sistema de compensación entre aseguradoras que permite agilizar los pagos en siniestros sin necesidad de reclamaciones judiciales. Mediante este mecanismo, la aseguradora del acusado recibía compensaciones económicas por siniestros inexistentes, lo que generaba ingresos irregulares.
Las investigaciones comenzaron tras detectar patrones sospechosos en los registros de la aseguradora, donde se observaron múltiples reclamaciones realizadas desde la misma cuenta de usuario, con datos que no coincidían con los archivos de clientes reales.
El fraude en el sector de los seguros es un problema de gran magnitud en España. Según un informe de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA), en 2021 se detectaron más de 227.000 intentos de fraude en seguros en el país. La mayoría de estos fraudes corresponden a seguros de automóviles, que concentran el 60% de los casos detectados.
Las aseguradoras pierden cientos de millones de euros al año debido a estas prácticas, lo que repercute en los costos de las pólizas para todos los asegurados. De hecho, el informe de UNESPA señala que, por cada euro defraudado, las compañías deben gastar cerca de 42 céntimos en la detección y prevención del fraude.
En los últimos años, el fraude documental –como el registrado en este caso en Melilla– se ha convertido en una de las modalidades más utilizadas por los estafadores. Este tipo de delitos incluyen la falsificación de partes de siniestros, la suplantación de identidad y la manipulación de contratos.
El investigado en este caso enfrenta cargos por falsificación documental, usurpación de identidad y revelación de secretos, delitos que pueden conllevar penas de cárcel y elevadas sanciones económicas.
Según el Código Penal Español, el delito de falsificación documental puede ser castigado con penas de prisión de seis meses a tres años, dependiendo de la gravedad del caso y si el documento falsificado es público o privado. La usurpación de identidad, por su parte, está penada con hasta tres años de prisión, mientras que la revelación de secretos puede implicar condenas de uno a cinco años de prisión, especialmente si afecta a un número elevado de personas.
Por el momento, el Juzgado de Instrucción nº 3 de Melilla continúa analizando el caso, y no se descarta que otras personas puedan estar involucradas en la trama.
Las aseguradoras han implementado diferentes estrategias para evitar que casos como el ocurrido en Melilla se repitan en el futuro. Una de las principales medidas adoptadas es el uso de inteligencia artificial y análisis de datos, lo que permite detectar irregularidades en los siniestros presentados. Esta tecnología ha facilitado la identificación de patrones sospechosos en reclamaciones fraudulentas.
Además, se han reforzado las bases de datos compartidas entre aseguradoras para evitar que los estafadores repitan este tipo de delitos en diferentes compañías. La verificación digital de documentos también se ha convertido en una herramienta clave para prevenir la falsificación de partes de accidentes.
El trabajo coordinado entre las aseguradoras y las fuerzas de seguridad es otro de los factores determinantes en la lucha contra este tipo de delitos. Casos como el investigado en Melilla demuestran la importancia de una vigilancia estricta sobre los procesos internos de las compañías aseguradoras, así como la necesidad de que las autoridades actúen con rapidez ante cualquier irregularidad detectada.
El artista melillense Jesús Blasco de Avellaneda ha inaugurado una sorprendente exposición callejera en el…
Los solicitantes de asilo que llevaban dos semanas acampados junto al Centro de Estancia Temporal…
El Centro UNED Melilla ha dado un paso más en su apuesta por la ciencia…
El Faro ha salido a las calles para conocer la opinión de los habitantes sobre…
El Gobierno de Melilla sigue dando pasos adelante en su propósito de conseguir que la…
Para hoy en Melilla, se esperan intervalos de cielos nubosos, sin descartar que vayan acompañados…