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Afirman que las obras de reforma de la parcela van a buen ritmo y sobre los plazos previstos
Los responsables del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) y de la Inspección General de Sanidad de la Defensa (Igsan) visitaron ayer la parcela e instalaciones del nuevo hospital de Melilla para comprobar el estado de las obras, así como de lo que será en un futuro la clínica militar.
En este sentido, el Ingesa informó de que ambos organismos suscribieron un acuerdo sobre algunos cambios en diversos aspectos funcionales con respecto al proyecto original.
Antes de ir a visitar este espacio, las dos delegaciones se entrevistaron para analizar esas modificaciones en una entrevista que tuvo lugar el martes pasado.
Al frente de los responsables de Defensa estuvo el jefe de Sanidad Operativa, el general José María Alonso de Vega; el delegado de Defensa en Melilla, el coronel Oscar Delgado Diestro; así como el jefe de Área de Igesan, el coronel José Luis Pina Alcañíz; y el coronel Alfonso J. Cabo Tuero, de la Clínica Militar de la ciudad.
Al frente de la delegación del Ingesa estuvo su director general, José Julián Díaz Melguizo; el director territorial, Francisco Robles; y el gerente del Área Sanitaria, Pedro Villarroel.
En la visita estuvieron acompañados por representantes de la dirección facultativa de las obras, Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España, S.A. (Isdefe), y la empresa de la contrataTragsa.
Asimismo, el Ingesa destacó ayer en un comunicado que el pasado miércoles hubo otra entrevista de trabajo entre los responsables de Tragsa y de Isdefe para comprobar el estado de los trabajos que se realizan en la parcela del hospital desde que el pasado 24 de noviembre de 2017.
El proyecto
El Instituto resalta que el actual proyecto de actuación en la parcela es 1.922.184,56 euros y se actúa en la demolición de todos los edificios existentes que quedaban en el antiguo Hospital Militar, a excepción de aquellos protegidos y de acuerdo con lo convenido con el Ministerio de Defensa, para permitir su urbanización. Estos cambios están en un estudio aprobado por la Ciudad, que permitirá su integración en el entorno urbano, con un recinto vallado, plazas de parking y tratamiento y recuperación del arbolado.
El plazo de ejecución es de seis meses y, según manifestaron los responsables de Ingesa, tras informe de la dirección facultativa y la empresa adjudicataria, en estos momentos el grado de cumplimiento de los trabajos es acorde con lo previsto.