Imbroda rechaza el modelo federal en el que Melilla tendría un “difícil” acomodo

El presidente de la Ciudad pide al PP y PSOE “altura de miras y patriotismo” para vencer el “separatismo catalán”. Las autoridades locales y varias decenas de melillenses asistieron al acto oficial por el Día de la Constitución.

Las primeras autoridades locales y un nutrido grupo ciudadano, entre los que se encontraban las familias de los dos jóvenes asesinados por la Marina Real marroquí, Emin y Pisly, acudieron ayer al acto institucional del Día de la Constitución. La tradicional ofrenda floral estuvo precedida por el discurso del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, quien destacó los 35 años de vida de la Carta Magna. En su intervención pidió a los dos grandes partidos nacionales, PP y PSOE, “altura de miras y patriotismo” frente al “separatismo catalán” que en su opinión amenaza la Constitución Española. Pero también respondió a las voces que plantean un cambio en la Carta Magna en favor de un modelo federal. Imbroda aseguró que este planteamiento “no conviene a los intereses generales de los españoles y creo también que de ser así otra vez nos encontraríamos buscando un acomodo complejo y difícil para Melilla en ese nuevo armazón constitucional que sustituiría al régimen autonómico”.
Para el mandatario melillense, ese cambio en la Constitución hacia un sistema autonómico federal supone “demasiados riesgos para intentar convencer a unos nacionalistas que seguro no se sentirían pagados en sus aspiraciones independentistas”.
Aunque posteriormente fue criticado por Coalición por Melilla (CpM), Imbroda dedicó buena parte de su discurso al independentismo catalán. Abogó por no dar “ni la más mínima ventaja a ese chantaje permanente”. “Creo que al igual que se dio una respuesta común al terrorismo nacionalista de ETA y a la vez al soberanismo del PNV de Ibarretxe, también hay que darla al separatismo catalán”, aseveró.

La amenaza a la Constitución
El presidente del Gobierno local  aseguró que los independentismos fueron y son la principal amenaza de la Constitución, que nació precisamente con un gran consenso nacional. “Parecía que con el acuerdo nacional que supuso la Constitución se cerrarían pretensiones independentistas que sin ningún fundamento histórico tenían los fundamentalistas del nacionalismo más disgregador”. De ahí que se diseñara el modelo autonómico vigente hoy día y que Imbroda defiende.
Pero, el mandatario local reconoció que al poco de aprobar la Constitución de 1978 “saltaron las deslealtades y traiciones a ese gran acuerdo. En un caso violentamente a manos de unos que movían el árbol y de otros que se prestaban a recoger los frutos, en nombre de un nacionalismo irredento que nunca estaba completamente saciado” en referencia a ETA y al PNV de Ibarretxe.
“Sin embargo, el nacionalismo catalán, de una forma a veces sutil, se presenta con pretendida generosidad a la estabilidad de España, pero siempre maniobrando y manipulando la Historia y la Educación y creando el caldo de cultivo apropiado a la expansión del nacionalismo y perseverando siempre en el victimismo del pueblo explotado por España”, continuó.
Imbroda zanjó el asunto independentista en su discurso señalando aquellas voces que auguran “un mal final a Cataluña si hipotéticamente prosperara tamaña felonía separatista”.

35 años después
Imbroda aseguró que la Constitución de 1978 “ha dado la vuelta a España”. “Eran tiempos de dolor, consecuencia de los brutales atentados sufridos, de incertidumbre ante las dudas que nos asaltaban sobre un mundo nuevo que en lo político y social se nos abría, y sobre todo, de esperanza e ilusión puestas sobre un pueblo maduro y sabio que iba en pos de la libertad tan ansiada”, dijo el presidente melillense.
Destacó que los españoles supieron aprovechar la oportunidad que se les presentaba: “Hicimos posible el que diéramos una lección a todo el mundo de cómo conseguir en paz la libertad y levantar como nunca a España en lo social y en lo económico hasta llegar a ser la octava potencia económica del mundo”.
Para el jefe del Ejecutivo local, la Constitución es patrimonio de todos los españoles y en estos tiempos de crisis económica, pero también de valores, los poderes públicos deben comprometerse en devolver a la sociedad a “la senda de los valores en el ejemplo permanente”. “Se lo debemos al pueblo melillense, al pueblo español”, zanjó.
Imbroda dijo que, en consecuencia, “los tres poderes públicos en los que se asienta nuestra Constitución, asuman más que nunca su responsabilidad en el servicio público. En estos momentos en que se cuestionan muchas de sus actuaciones, debemos empeñarnos aún más en ese servicio, en esa responsabilidad como cargos públicos y poner siempre en el frontispicio de nuestras obligaciones el esfuerzo, la honestidad, la objetividad, la profesionalidad y el patriotismo frente a individualismos egoístas o intereses espurios”, argumentó.
El presidente de Melilla finalizó su discurso parafraseando al recién fallecido Nelson Mandela, de quien destacó que “vivirá siempre en sus actos y en sus palabras” y que dijo: “Nadie nace odiando al otro por el color de su piel, su procedencia o religión. La gente aprende a odiar y si pueden aprender a odiar, también pueden aprender a amar”.

Los ‘artífices’ de la Constitución de 1978

En su discurso Imbroda destacó el papel fundamental del rey Juan Carlos I y del presidente Adolfo Suárez hace 35 años para enterrar definitivamente las dos Españas y construir una nueva. “Adolfo Suárez, hombre providencial en aquel cambio político”, resaltó el presidente melillense. Pero fue “la voluntad y actitud” del jefe del Estado las que hicieron que España “se instalara en la senda del estado de Derecho”.
En Melilla, este cambio produjo una gran transformación social de hondo calado y, además, una certeza constitucional de su futuro “como parte de la indivisible unidad de España”, destacó Imbroda.
Según el mandatario melillense, la ciudad aparece varias veces en la Carta Magna, reconociendo así lo que “históricamente y en derecho era una verdad sin paliativos: Nuestra pertenencia a España desde los albores de la construcción de la Nación Española”.
Por ello, Imbroda felicitó a los melillenses, quienes “día a día hacen posible la vida en paz, respeto, igualdad y solidaridad. Y ello en nuestra enriquecedora interculturalidad. Ese es el camino hacia la certeza y el progreso, y eso lo consiguen los melillenses con su ejemplo diario. Que nadie lo perturbe en base a nada. Porque nada está por encima de ese caminar juntos y en libertad”, finalizó.