Este martes se cumple un año de las elecciones municipales del 28-M, en las que Juan José Imbroda, el líder del PP de Melilla, obtuvo uno de los mejores resultados en las urnas en toda España. Más de la mitad de los votos emitidos le abrían, de nuevo, la puerta del Gobierno de Melilla, que ya había liderado entre 2000 y 2019, y desde el que hoy reclama con contundencia frente a La Moncloa que haya igualdad entre los españoles.
“Lo que queremos es que nos den lo nuestro, que hagan justicia con Melilla y, sobre todo, que cumplan la Constitución en la cohesión nacional”, ha recalcado Imbroda en una entrevista concedida a EFE para justificar la postura de su Ejecutivo frente a las concesiones del presidente español, Pedro Sánchez, a otras comunidades.
Imbroda rechaza que el Gobierno de España “mire tanto, por ejemplo, a los separatistas” a costa de Melilla, que tiene “una situación, económicamente, muy débil” y que, además, “no haga caso” de las peticiones y protestas de la Ciudad Autónoma.
“Si nosotros no chillamos respecto a eso, entonces no sé qué hace aquí un político con responsabilidades públicas y compromiso con la sociedad melillense”, ha argumentado Imbroda para justificar el papel de su Ejecutivo en el constante choque de trenes con la Delegación del Gobierno en el que se ha convertido esta legislatura en Melilla.
Según el presidente de Melilla, la ciudad se está viendo perjudicada respecto a otras autonomías no solo en este mandato, sino desde los inicios de Sánchez en La Moncloa, cuando “quitaron 300 millones que había en los Presupuestos de 2018, los últimos de Rajoy, para ampliar el puerto de Melilla”.
“Supongo que tendría que pagarle a Cataluña, el País Vasco o algo, pero nos los quitaron. Lo que queremos es que no nos perjudiquen”, ha querido dejar claro Imbroda al recordar que el Gobierno socialista “está obligado a mirar también a Melilla como un rincón de España”. Lejos de ello, lamenta, “ni siquiera cumple su propio Plan Estratégico”.
Ese respaldo, insiste Imbroda, es importante en otro de los grandes problemas que está sufriendo Melilla en los últimos años, que es el cerrojazo comercial en la frontera por parte de Marruecos en dos actos: la aduana, en 2018; y una aplicación desigual del régimen de viajeros desde la reapertura de la frontera terrestre en 2022.
Poco después del cierre de la aduana, Imbroda empezó a acuñar el eslogan de que Melilla debía mirar al norte. Hoy, casi seis años después, lo sigue defendiendo con mayor fuerza a través de tres retos de legislatura, como son un mayor desarrollo turístico, universitario y tecnológico.
Para ese objetivo marcado, Melilla se está apoyando en la Junta de Andalucía, pero Imbroda también señala estas elecciones europeas: “Son importantes para nosotros, muchísimo, porque tenemos que mirar al norte y estar más afianzados con Europa. En el sur tenemos poco que hacer, hay que reinventarse”.
Algunas de las claves del 9-J pasan por intentar entrar en el Comité de Regiones, estudiar “si interesa o no” acceder a la Unión Aduanera e intentar que Melilla y Ceuta reciban un apoyo equiparable al de las regiones ultraperiféricas.
Pero, para ello, Imbroda vuelve a la casilla de salida: “Melilla necesita que el Gobierno nacional le acompañe en este camino” y “es el que tiene que actuar”. De ahí que, cuando se le pregunta si le preocupa que Marruecos consiga finalmente “asfixiar económicamente” a la ciudad, responda que su inquietud no es lo que haga el país vecino, “sino lo que haga el Gobierno de España”.
“Medidas hay y no hace falta mirar al sur. El camino es mirar al norte, de donde siempre vino lo mejor y que para Melilla es su salida natural porque, aunque geográficamente hablando estamos en el sur, políticamente, socialmente y culturalmente estamos en el norte”, insiste.
Sobre el 28-M, del que se cumple el primer aniversario, Imbroda lo recuerda como “un día grande” en el que “Melilla se volcó con el PP” como una manera de “valorar la gestión” de Gobierno en su etapa anterior frente al “fracaso total” de “la coalición antinatura” que formaron Coalición por Melilla (CPM), PSOE y Eduardo de Castro entre 2019 y 2023.
Ahora, en el primer cuarto de esta segunda etapa, Imbroda se ha dedicado a “sembrar, arrancar y poner en marcha” de nuevo la maquinaria para “levantar la ciudad”, todo “un reto personal” que se ha marcado en el que va a ser su último mandato, poniendo “los cinco sentidos” en buscar “un futuro mejor para todos”.
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