Ayer quedó demostrado que Melilla y Andalucía tienen muchos temas de los que hablar y en los que trabajar. Uno de los más importantes es la inmigración y, de manera especial, todo lo relativo a los menores extranjeros no acompañados (mena).
Conocedores de una realidad que afecta a sus territorios con una incidencia propia, Juan José Imbroda y Juanma Moreno manifestaron su intención de colaborar al respecto. “Siempre he defendido una inmigración regulada, organizada y transparente”, recordó el dirigente andaluz, que también pidió “una mayor presencia de la Unión Europea, que tiene que entender que no es un problema local”, así como “fórmulas de cooperación” para ayudar en los países de origen, “serenidad y equilibrio”.
Un reto “casi imposible”
Sobre la gestión de los menas, considera que “ha habido una dejación de funciones” por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, que “no puede abdicar de sus responsabilidades” y dejar a las autonomías “sin ningún tipo de acuerdo, convenio y reforzamiento”. Una situación, continuó, que ha provocado que Andalucía haga frente “al reto, casi imposible a veces, de asumir decenas, cientos, miles de jóvenes no acompañados, que requieren un tratamiento muy especial”.
Según Juanma Moreno, que manifestó su “tristeza”, estamos ante “un problema importantísimo” que requiere “responsabilidad, sentido de Estado y colaboración leal”.
“Estamos muy mal”
Juan José Imbroda se mostró de acuerdo, ya que el Ejecutivo central “tiene que tomar cartas en el asunto de manera decidida” para trazar “un convenio justo y solidario para todos”. En Melilla, describió, “con 13 kilómetros cuadrados, estamos muy mal”. “Es un fenómeno nuevo, pero que va a ir a más”, advirtió el presidente melillense, que cargó contra “el discurso de buenismo de Marlaska”, hace unos días, durante su visita a la ciudad. “Buenismos para la foto, los necesarios. Usted tiene que trabajar y tomar medidas”.
“Hay falta de decisión” porque “están lejos del problema”, diagnosticó. “Claro que es sagrada la protección al menor, pero, además, es un fenómeno migratorio. Si no se dan cuenta, provocan un problema a España y a los propios menores”. Moreno, que por la tarde acudió al perímetro fronterizo, anunció que consejeros de su Gobierno viajarán a Melilla para abordar el asunto dentro de su ámbito competencial.