Imbroda : “Hay que conjugar el respeto a la religión con la libertad”

El presidente de la Ciudad mostró su rechazo a las sátiras a Mahoma, vertidas en un vídeo hace unas semanas, pero recordó que la libertad es un “valor supremo”.

El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, mostró ayer su desacuerdo con las viñetas y el vídeo que se han publicado en las últimas semanas en Estados Unidos y Francia, satirizando la figura del profeta Mahoma. Imbroda hizo estas declaraciones en relación al anuncio del presidente de CPM, Mustafa Aberchán, sobre la presentación en la Asamblea de un documento para que se destierren este tipo de prácticas. Sin embargo, Imbroda recordó que España es un país de ciudadanos libres y que esa libertad sólo puede ser cercenada por la ley, cuando ésta se infringe. “La sociedad española y la melillense son democráticas y el principio de libertad es sagrado en una democracia”, insistió el presidente. No obstante, Imbroda quiso dejar claro que no está de acuerdo con las sátiras o críticas “de mal gusto” que se vierten contra las religiones. “ A mí todas las religiones me merecen mucho respeto porque se llevan con el alma, con el sentir de cada persona”, indicó el máximo dirigente del Gobierno local. Así, el presidente insistió en que todo lo que suponga una ridiculización de la religión, conlleva también una ofensa para las personas que creen en ella, por lo cual él rechaza totalmente este tipo de acciones. En este sentido, Imbroda explicó que es indispensable unir ambas cosas. “Hay que conjugar el respeto a la religión o a cualquier tipo de creencia con la libertad de expresión”, aseguró. “Hay que respetar las religiones, que son un sentimiento de paz y no de guerra, pero tampoco se puede olvidar que la libertad es un bien supremo”, aseveró el presidente de la Ciudad. Imbroda recordó además que cuando se habla de religión, sea el cristianismo, el judaísmo o el Islam, se está hablando de un sentimiento puro y noble y que la violencia en nombre de estas creencias son deformaciones de la religión que nada tienen que ver con el sentir de la mayoría de la gente que las profesa.