Juan José Imbroda, presidente del PP de Melilla, prometió a su jefe, Pablo Casado, que ganará las próximas elecciones municipales con mayoría absoluta y hasta hace poco tenía por delante, como única oposición, un camino de rosas mustias caídas del puño del PSOE.
Vox se lo había puesto fácil, hasta que José Miguel Tasende, líder de la gestora del partido de Abascal en Melilla, exigió el viernes a España plantar cara a Marruecos y defender nuestra soberanía ante incidentes como el que él denunció que había ocurrido en el puerto de Melilla, entre un barco de guerra marroquí y el buque de Balearia.
Como todos sabemos, lo ocurrido fue rebajado a "prácticas marineras habituales" por la Delegación del Gobierno y desmentido por el PP, apoyándose en pruebas que estamos deseando ver.
A raíz de ese incidente, Paz Velázquez pidió a la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, que cesara a Tasende y este martes Marítima Mercante comunicó al líder de Vox el inicio del expediente de cese como capitán marítimo de Melilla.
No creo que esto sea llegar y besar el santo. La Administración del Estado no es una empresa privada en la que usted quita y pone jefes a conveniencia previo pago de indemnizaciones. Hay trámites que hay que cumplir y todo se andará.
El expediente de tramitación del cese de Tasende como capitán marítimo estaba cantado. Aún así, no acabo de entender cuál ha sido la estrategia del PP. Más le vale que España y Marruecos hagan las paces antes de las elecciones porque como el ambiente siga crispado, Tasende le comerá la tostada a Imbroda. Y encima, con unos modales exquisitos.
Tras ver el vídeo de la diputada popular Paz Velázquez pidiendo a la delegada que cesara a Tasende da la impresión de que Imbroda, finalmente, le ha dado el tiro de gracia. No sé si ella es consciente de que todavía circulan por ahí sus fotos pidiendo el voto para Vox. Ahora queda en la hemeroteca este vídeo pidiendo la cabeza de Tasende y negando un incidente con Marruecos. ¿Qué pasa si para cerrar un gobierno de coalición PP-Vox, los de Abascal exigen dejar fuera del Gobierno a Paz Velázquez? Esto, sinceramente, me suena a que la venganza es un plato que se sirve frío.
En todo este culebrón, el jaque mate lo ha dado la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, que no ha abierto la boca; se ha cargado a Tasende y, como aquel que dice, lo ha hecho complaciendo peticiones. Todo lo que tenía que decir, lo dijo en una nota de prensa y en una rueda de prensa a posteriori, cuando la derecha ya estaba metida en un avispero.
Tasende ha asumido su responsabilidad y ha dicho que no va a recurrir la decisión de Marina Mercante de cesarlo como capitán marítimo de Melilla. Le hacía falta un impulso para hacerse con las riendas del partido y aquí lo ha tenido. El precio es muy alto, pero hoy Tasende es el único líder de Melilla al que el electorado puede identificar con la opción de plantar cara a Marruecos para defender la soberanía española en este rincón de África... cueste lo que cueste.
Su foto rodeado de cuatro mujeres y un hombre, en la sede de su partido, para anunciar el inicio del expediente de su cese como capitán marítimo de Melilla está para enmarcar en un cartel electoral.
Eso por no hablar de las lecciones de integridad moral que ha dado Tasende a Imbroda en Twitter, cuando el líder del PP de Melilla le reprochó que culpara al Partido Popular de su cese y mantuviera un silencio exquisito sobre la Delegación del Gobierno. La frase lapidaria de Tasende es antológica: "Es el silencio exquisito de un buen funcionario, por eso usted no lo comprende".
En la derecha local tenemos dos perfiles completamente opuestos luchando por un mismo nicho de votos. Por un lado, un PP que sigue sin aprovechar la oposición para renovar caras, modernizar proyectos y forma de hacer política y, de paso, volver a ilusionar. Por otro, un líder de Vox con un perfil muy Rocío Monasterio: firme, pero educado.
Fuentes de Vox han dejado claro que ante los rumores desvanecidos de moción de censura, no van a participar en ninguna comparsa, acompañando a ningún partido tolerante con la corrupción ni van a apoyar ninguna iniciativa que les retrate del lado de tránsfugas.
En las filas populares hay confianza en que arrasarán en las próximas elecciones. Más les vale ganar con holgada mayoría absoluta porque como tengan que negociar con Vox, yo sé de algunos que tendrán que apuntarse a los Planes de Empleo.
12.943 fueron los votos para el PP en las elecciones autonómicas del 2019, lo que supone un 37,84%. ¿Imbroda olvida la abstención?. No creo, pero por si acaso nadie en el PP de Melilla se lo recuerda; según el resumen del escrutinio fue de 36,6%. Eso de la holgada mayoría absoluta es de risa. ¿Qué va a cambiar de aquí a las próximas elecciones? Nada. Bueno sí, aumentará la abstención.
Ni un mes y medio ha pasado de la convención nacional del PP en Valencia y esta gente no consigue solucionar las cuitas internas, tanto en Madrid como en Melilla. A Casado se le han declarado en rebeldía dos de las mujeres por quienes apostó cuando asumió la presidencia del partido, y a Imbroda los que están hartos de más de lo mismo, algunos hasta responsables de haberlo puesto donde está y que ahora califica de rebeldes. Eso sin contar a los que tienen su propio criterio, que los hay.
Sigan así pendientes de la tostada, que Melilla no tiene problemas. Una mano lava la otra y las dos lavan la cara.
Uno puede elegir donde quedarse y cuando irse, lo importante es que tendrían que tener bien claro donde haces falta y donde sobras. El ridículo que están haciendo no va a cambiar los resultados electorales.
Solo queda VOX, fuerza VOX.