Imbroda confía en que “blindar” el puerto frene el ‘efecto llamada’ de menores a Melilla

• El presidente asegura que en lo que va de año se han producido 6.000 incursiones en la zona de seguridad, más las que no han sido detectadas. Espera que si no hay opción de colarse en los barcos, dejen de venir

El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, aseguró ayer que confía en que las medidas antiintrusión que se van a instalar en el puerto sirvan para frenar el ‘efecto’ llamada de menores extranjeros no acompañados (mena). El presidente indicó que en lo que va de año se han producido alrededor de 6.000 intrusiones de polizones en este espacio, a las que apuntó que hay que sumar todos los que no hayan sido detectados.

El máximo dirigente del Gobierno local dijo que si “se blinda” el puerto es muy posible que se reduzca la llegada de niños ante la imposibilidad de poder alcanzar su objetivo, es decir, colarse en uno de los barcos que conectan Melilla con la península.

En este sentido, Imbroda aseguró que las medidas que está tomando el presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Marín, son muy positivas. “Marín está haciéndolo muy bien blindando el puerto como si fuera un fuerte”, aseveró.

“Medidas potentes”

Imbroda comparó esta situación con la que se produjo hace unos años con las llegadas masivas de inmigrantes irregulares. El presidente indicó que en aquel momento se tomaron “medidas potentes”, en parte también gracias a la colaboración de Marruecos, y se logró que se redujera la presión migratoria. “Igual va a pasar en el puerto. En el momento que esto se blinde, esa presión va a aflojar”, aseveró.

El máximo dirigente del Ejecutivo local recalcó que la decisión de colocar una valla más alta en el acceso al puerto hará prácticamente imposible a los menores colarse en las instalaciones, algo que contribuirá positivamente contra la presión de menas que hay en Melilla, aunque reconoció que no será la solución definitiva y que no es un problema de fácil arreglo.

Hay que recordar que el presidente de la Autoridad Portuaria anunció hace un par de semanas que el proyecto de mejora de la seguridad de las instalaciones portuarias requeriría una inversión inicial de cerca de medio millón de euros para duplicar la altura de la valla y colocarla de forma que los menores no puedan colarse por la parte de abajo. Además, está previsto la instalación de cámaras térmicas y están estudiando qué medidas serían las más adecuadas para la zona de la cuesta de la Florentina.

La reacción de la UE

Por otro lado, Imbroda aprovechó para resaltar que la Unión Europea se haya manifestado a favor de la repatriación de estos menores a su país de origen. El presidente consideró que ya va siendo momento de que haya más concienciación sobre este asunto y señaló que estos niños estarían mejor con sus familias.

Actualmente la Ciudad acoge a cerca de medio millar de menores en los diferentes centros de acogida, la mayoría de ellos en La Purísima. A estos hay que sumar los que están en la calle, una cifra difícil de calcular, aunque los datos apuntan que pueden ser entre 50 y un centenar, dependiendo del momento.

Otras acciones

Al margen de las medidas para evitar la entrada de polizones, desde la Consejería de Bienestar Social también se quiere poner en marcha un programa de educadores de calle para tratar de recuperar al máximo número de niños posible de la calle y que acepten la tutela de la Ciudad. Está previsto que estos trabajadores comiencen su labor este mismo año y el proyecto se alargue al menos hasta 2019. Contará con una inversión de alrededor de 240.000 euros anuales.

Paralelamente, se ha elaborado un nuevo pliego de condiciones para la adjudicación del servicio de gestión de La Purísima, con un incremento de presupuesto de alrededor del 35%, y un aumento de personal con lo que se pretende dar respuesta a la nueva realidad de estas instalaciones que llevan más de un año acogiendo al doble de niños de lo estipulado cuando fueron creadas.

Conversaciones con Marruecos en busca de la mejor solución

El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, aseguró ayer que las relaciones con Marruecos están en un momento “estupendo” y que se está trabajando entre el Gobierno central y el del país vecino para buscar la mejor solución para el problema del aumento de la presión de menores extranjeros en nuestra ciudad. El presidente dijo que bajo el punto de vista español la mejor medida sería la repatriación de estos niños para que puedan desarrollarse con sus familias, aunque indicó que se está hablando porque se trata de un acuerdo que tiene que tomarse de forma bilateral. El máximo dirigente del Gobierno local se mostró confiado en que igual que ocurrió en la gestión de la inmigración irregular, cuando hace unos años se producían saltos masivos a la valla, el buen entendimiento con Marruecos sirva para encontrar una vía de solución en el asunto de los menores.  En el último mes el ministro de Justicia, Rafael Catalá, y la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, han mantenido encuentros con responsables del Gobierno marroquí en los que se ha abordado este asunto. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, también ha estado en el país vecino hace menos de una semana para hablar de diversos temas, entre los que está el control migratorio. España y Marruecos cuentan desde hace años con un convenio firmado para la repatriación de estos menores. El objetivo del Ejecutivo central es  que este acuerdo se aplique.