Ibriden recorre la ruta del corazón del río de Oro

Este sábado el grupo de senderismo Ibriden N’na Rif inicia el mes de febrero caminando desde el nacimiento del río de Oro. Con esta ruta que es la número 15 de la temporada los excursionistas pasarán por la aldea de Trara, verán el fuerte de Tazuda y el museo etnográfico de Hari Mimún, el sendero de los cazadores y la formación rocosa de Las Novias.

Como es habitual el punto de encuentro es a las 8:00 horas en la cafetería de La Campana, en el barrio del Real. Desde ahí cruzarán la frontera de Beni Enzar a pie. Ahmed Raha, uno de los miembros del grupo y presidente de la Federación de Montaña y Escalada de Melilla (FMEM), recuerda que es muy importante llevar la documentación, DNI con residencia en Melilla, y quienes no lo tengan, deban portar su pasaporte para poder sellarlo a la entrada y a la salida de Marruecos. Raha pide puntualidad y recomienda a aquellos que necesiten sellar el pasaporte que se adelanten. “Si pasan antes, pueden esperar en varias cafeterías al otro lado de la frontera antes de que llegue el resto del grupo”, dice.

Una vez en Beni Enzar, el grupo tomará unos taxis que les llevarán el albergue de montaña Leonor, en la pedanía de Trara. Ahí es dónde se encuentra el yacimiento que lleva el suministrando de agua las fuentes de la ciudad de Melilla desde hace más de cien años, concretamente la fuente de los Cuatro Caños. Esta fuente se encuentra en el centro de la ciudad, entre la cuesta de La Salle y la UNED. Según Raha, esta fuente suministra el agua de esta fuente desde que se firmó un convenio en la histórica Conferencia de Algeciras en 1904, con la que España y Francia comenzarían a concertar lo que posteriormente será su protectorado en el norte de África.

En Trara se inicia la ruta, donde comenzarán caminando por un corte lineal desde lo que es el macizo del Gurugú, del noroeste hasta el sureste. El grupo caminará por la vertiente izquierda del nacimiento del río de Oro, y por ahí pasarán también por un lugar pintoresco donde hay un castaño. “Es único en esta zona del Rif, se desconoce su procedencia y quién lo plantó, pero da castañas”, cuenta Ahmed. Al parecer, aunque no sea una especie autóctona, en el lugar en el que se encuentra, una especie de sumidero natural, se han dado las condiciones ambientales óptimas para su desarrollo y conservación. La gente no lo conoce, por eso Raha cuando pasa por allí le gusta visitarlo para que la gente lo vea, porque al no ser un árbol de la zona, “es algo inédito”.

Tras visitar el castaño ascenderán al fuerte militar de Tazuda, que en tamazigh significa ‘cruce de caminos’. Se llama así por encontrarse en una encrucijada. Además, destaca que esta fortificación se encuentra construida sobre unas ruinas romanas. Por esta zona también pasarán por un museo dedicado a la cultura rifeña. Lo creó un emigrante marroquí, que, tras pasar muchos años en Bélgica y coger la jubilación decidió volver a la que fue su tierra y construir en el terreno que le correspondía una casa-museo dedicada a las tradiciones del Rif.

Tras pasar por el fuerte de Tazuda, visitarán la casa-museo de Hari Mimun.

Raha lo llama cariñosamente Hari Mimun, ‘tito’ Mimun, y espera poder encontrarlo por allí este sábado. “Siempre nos agasaja con frutas o té con pastas, y lo hace con mucho cariño, con una hospitalidad absoluta, lo hace por amor a este entorno y a la gente que lo visita”, expresa.

Desde allí se desplazarán hacia el este por un camino conocido por los melillenses como el sendero de los Cazadores, hasta llegar al pie de la formación de montañas en forma de aguja conocidas como Las Novias.

Una vez allí partirán hacia el norte donde emprenderán camino hacia la vertiente opuesta de todo lo que habrán caminado , con el fin de volver hacia Melilla. En este camino de regreso pasarán por una mezquita que este grupo de senderistas frecuenta a menudo cuando van por la zona del Gurugú, y por ahí llegarán hasta un collado donde hay un morabito en ruinas. Este morabito es de la época del protectorado y se encuentra abandonado porque no hay nadie enterrado. Raha cuenta que fue construido por un militar español que tenía a su esposa enferma y que dijo que si esta se recuperaba construiría un morabo.

Al parecer pidió a las personas autóctonas que rezasen por su vida, y como esta se recuperó, el militar les construyó al morabito. Una historia de amor y agradecimiento mutuo, y también de convivencia, seg´n describe el senderista. Desde ahí, por el lado izquierdo del barranco del Lobo, el grupo descenderá hasta llegar de nuevo a Beni Enzar caminando.

La ruta es de 25 kilómetros, y tiene dos partes un poco más exigentes ya que hay que salvar una pequeña ascensión para tomar altura y poder seguir por la altitud de la montaña; y luego para llegar al collado que les permite girar hacia el este hay otro desnivel importante. No hay que olvidarse de las zapatillas técnicas de trekking, la documentación, el agua, el tentempié y las ganas.

Para más información de cualquiera de las salidas, los interesados pueden entrar en contacto el grupo de senderismo Ibriden N’na Rif en cualquiera de sus perfiles de redes sociales (Facebook e Instagram) donde pueden participar y animarse en cualquiera de sus actividades. Además, para aquellos que sean nuevos se recomienda contactar con Ibriden a través de sus canales para que el grupo pueda esperarles en caso de que se animen a hacer la ruta.