La vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, estuvo ayer en Melilla y levantó pasiones. En cuestión de minutos demostró por qué es una de las políticas con mayor proyección y de las más respetadas de este país, como la definió Juan José Imbroda, candidato popular al Senado, en su presentación en el mitin del Melilla Puerto.
La estancia de Sáenz de Santamaría en la ciudad duró más o menos lo mismo que la del resto de políticos del PP que han pasado en los últimos cuatro años por aquí y que no son pocos. Han venido el presidente Mariano Rajoy, los ministros de Sanidad, Alfonso Alonso, la de Fomento, Ana Pastor, el de Interior, Jorge Fernández Díaz, el de Exteriores, José Manuel García-Margallo, los de Educación, José Ignacio Wert e Íñigo Méndez de Vigo, o el de Justicia, Jesús Catalá. Incluso alguno ha repetido. Razón de sobra tiene la vicepresidenta cuando dijo ayer que el Ejecutivo del Partido Popular tiene a Melilla muy presente.
Sin embargo, todo hay que decirlo, el viaje le cundió muchísimo más a Sáenz de Santamaría. Para empezar se dio un paseo de cerca de una hora por buena parte de la ciudad. Saludó a todos a su paso, se hizo fotos y hasta tuvo tiempo de entrar a un comercio local a comprarle un regalo a su hijo.
Con ese sencillo gesto nos envió un torrente de mensajes. Para empezar que, como madre trabajadora que es, tiene a su pequeño muy presente. Pero también que ella lleva dinero encima y sabe lo que cuestan las cosas; que cuando viaja a una ciudad apoya a los comerciantes locales y, por encima de todo, que tiene los pies en la tierra.
Por eso no sólo ‘enloquecieron’ con Sáenz de Santamaría las señoras que se morían por hacerse una foto con ella o las jóvenes que le confesaban que no entendían por qué no es la presidenta del Gobierno. También los ‘curritos’ y, por supuesto, los simpatizantes de su partido, a los que pidió apoyo porque las elecciones del próximo domingo 26 “serán determinantes”, les recalcó.
El presidente Imbroda agradeció en el mitin del Melilla Puerto la presencia de la vicepresidenta en funciones en la ciudad con un escueto, pero contundente: “Hacía falta que viniera alguien como tú a acompañarnos”. Y desde luego que hacía falta. Porque Sáenz de Santamaría ha enamorado a Melilla al piropear a nuestra ciudad diciendo que somos “el corazón de España”.
La vicepresidenta destacó en el mitin de ayer que es mucho lo que se juega su partido en las próximas elecciones. Por eso es entendible que ni Sánchez ni Rajoy repitieran visita a la ciudad porque ya han estado por aquí hace menos de un año y necesitan multiplicarse y llegar a todas partes.
No obstante, ambos han enviado a Melilla a sus primeros espadas: Alfonso Alonso hoy es ministro de Sanidad en funciones, pero al inicio de la décima legislatura estuvo al frente de la Portavocía del Gobierno; Antonio Hernando ha sido el portavoz socialista en el Congreso de los Diputados y Soraya Sáenz de Santamaría es, hoy por hoy, una apuesta segura del Partido Popular.
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