Los padres de alumnos que visitan la escuela pública han empezado esta semana una huelga que durará un mes. Lo hacen contra los deberes. Un hecho sin precedentes en España. En Francia fue convocada el año 2012.
La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa), que representa a 12.000 asociaciones, ha instado a las familias de las distintas comunidades autónomas a negarse a hacer las tareas escolares durante los fines de semana de noviembre. Desde la organización aseguran que estas tareas “invaden el tiempo de las familias” y “vulneran el derecho al esparcimiento, al juego y a participar en las actividades artísticas y culturales”.
En Melilla, las reacciones a esta iniciativa no se han hecho esperar. “Queremos recuperar el tiempo familiar de los fines de semana”, sostiene Inmaculada Ruíz, representante de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del Colegio Eduardo Morillas. Considera que hacer más deberes no necesariamente mejora el nivel académico y resalta que no se trata de ir contra el profesorado, sino de contar con su colaboración a la hora de abordar una cuestión que, bajo su punto de vista, genera “desigualdades” en los centros educativos, en cuyas aulas salen perdiendo los alumnos de “padres que trabajan todo el día, que no tienen estudios o que simplemente no dominan el español”.
Ruiz cree que se le exige demasiado a los alumnos, lo que provoca mayor estrés y lo que repercute negativamente en el rendimiento académico. “Cargamos cada vez más a nuestros hijos. De media dedican tres horas a las tareas.”, explica. “Una reducción inminente de los deberes es una reivindicación de muchos padres”, continúa.
Desde el sector de Enseñanza de UGT creen que el formato elegido no es el más afortunado. “Antes que convocar una huelga lo que hay que conseguir es que instituciones, docentes, padres y alumnos se sienten en una mesa para buscar una solución en conjunto”, explican.
El sindicato asegura que quieren que el “modelo cambie” y se dé un salto “cualitativo” en el sistema educativo. “Las tareas tienen que dejar de ser repetidas y monótonas. Los deberes deben motivar al alumno para que esté entretenido cuando los realiza”, apunta el sindicato. Además, hablan de “trabajos personalizados” para que cada alumno cubra sus necesidades.
Volumen de tareas
Desde CSI-F Educación señalan que el volumen de tareas escolares depende de cada centro y hasta de cada profesor. Afirma que los ejercicios que manda un docente son una herramienta que utiliza con el fin de que el alumno pueda “afianzar” lo aprendido en clase.
No obstante, desde este sindicato prefieren no emplear el término “deberes”. Llaman a las tareas que han de hacerse en casa “actividad de refuerzo”. Eso sí, coincidiendo con el análisis de Ruíz, advierte de que en algunos casos las tareas pueden aumentar la disparidad en los logros de los estudiantes, llevando a que el nivel de cada alumno sea menos equitativo. “En Melilla hay padres que no entienden el castellano y no pueden, por tanto, ayudar a sus hijos”, dice.
Pide, así, que se apele al “sentido común” y que se fomente el diálogo entre familias y escuelas, “algo básico” para resolver estas controversias. Mantiene que no se puede pedir que las tareas disminuyan o se eliminen y posteriormente esperar que el alumno domine, por ejemplo, la tabla periódica. “La educación es una responsabilidad compartida”, sentencia.
En la Asociación Española de Consumidores se están recibiendo en esta última semana multitud de…
Tras el éxito de la primera concentración babybasket de la temporada durante la celebración del…
En esta ocasión, el baloncesto BSR Melilla Ciudad del Deporte, disputará la segunda jornada de…
El Melilla Ciudad del Deporte La Salle Nacional regresa este domingo a casa para medirse,…
Semana de mucho trabajo mental y de renovar energías en la plantilla de la UD…
El presidente provincial de Vox Melilla, José Miguel Tasende, ha pedido explicaciones este sábado al…