Algunas comunidades han intentado implantar la obligatoriedad del certificado covid para acceder a la hostelería. Ése fue el caso de Canarias y se paralizó por los juzgados. Como ha ocurrido en Cantabria y Andalucía está a la espera de ver qué dice la justicia. Y Galicia lo tiene implantado desde hace días para interiores de locales. Además, la Agencia de Protección de Datos ha demandado información sobre este asunto porque los hosteleros no tendrían por qué ver esos datos tan personales de los clientes. En el extranjero, en Italia es obligatorio este certificado para entrar en hostelería y ocio y Francia también lo avala para los entrar en bares y restaurantes. Pero, ¿qué opina la hostelería melillense? El presidente de los empresarios del sector en la ciudad, Chakib Mohamed, es partidario de pedir el certificado covid para entrar en sus locales, pero subrayó que no tiene sentido demandar esta medida con toda la inseguridad jurídica que hay en España al respecto, donde hay regiones que lo obligan y luego los tribunales de justicia lo tumban. Por ello, estaría a favor de implantar el certificado covid si fuera obligatorio para todos los sectores, no solo la hostelería, sino el mundo de la cultura y el ocio, y para todos los países.
Mohamed recordó que son ellos y sus empleados los que están durante horas en sus locales con personas que no llevan puesta la mascarilla y son los que más se exponen al contagio. No obstante, remarcó que en Melilla no se ha detectado ningún brote en ningún local hasta el momento y eso es una muestra de que están trabajando bien y cumpliendo todas las medidas de seguridad.
El presidente de la Asociación de Empresarios de la Hostelería explicó que los juzgados ya han echado por tierra la petición de alguna región sobre el certificado covid para entrar en bares, restaurantes y cafeterías.
Los jueces ven que puede interferir en la Ley de Protección de Datos que una persona de un sector como el hostelero te reclame un certificado covid, con el que tienes que presentar que estás vacunado, aunque no es obligatorio, que has pasado la enfermedad o que tienes una prueba de covid negativa.
En cambio, Mohamed dijo que sí se ha establecido sin contrariedad que los países pidan este certificado para entrar en sus territorios. Y es que el Ministerio de Sanidad viene defendiendo estos días que dicho documento es para facilitar la movilidad.
Por todo ello, el presidente de la hostelería de Melilla insistió en que no tiene sentido hablar de este certificado para entrar en sus locales cuando hay esta inseguridad jurídica y diversidad de opiniones. Aseveró que sería positivo porque se daría mayor seguridad no solo a sus clientes, sino también a sus empleados, que están expuestos durante horas a personas que no tienen las mascarillas puestas para comer. Sin embargo, cree que esta implantación debería ser generalizada, es decir, para todos los sectores, como cultura y ocio, y para todo el país, así como el resto de Europa.
Tampoco se pueden permitir que sean ellos, los hosteleros, los que sean “guardianes”, es decir, que vigilen como si fueran agentes a los clientes para que tengan el certificado.
No obstante, lo positivo de Melilla para Mohamed es que el ritmo de vacunación ha sido celero y se ha llegado a todas las edades. Ahora se encuentran repescando a quien no haya podido o querido vacunarse hasta ahora.
Además, remarcó que en su sector estiman que el 100% se han vacunado porque saben que están muy expuestos. De hecho, lamentó que ningún sindicato hubiera reclamado hace meses que fueran uno de los colectivos prioritarios de vacunación, tras las personas mayores.
Por otro lado, aunque el presidente de la Asociación de Hostelería de Melilla no cree que haya cambios en la normativa de restricciones para prevenir los contagios de covid, lamentó que se sumen todos los casos en Melilla al cómputo general cuando hay un brote grande en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes que no es por los residentes que llevan allí mucho tiempo, sino por los migrantes que entraron de Marruecos. Se preguntó por qué no se dan disgregados esos datos para evitar que se vea la ciudad como una localidad con la incidencia muy alta cuando se trata de un brote por contagios de fuera y está controlado.
Espera que realmente los datos no hagan cambiar la norma y puedan seguir trabajando como hasta ahora.
Y es que Mohamed dijo que los datos no hay que tomarlos sin más, sino que están ahí para ser interpretados y ver de qué forma se puede mejorar la situación teniendo en cuenta todos los sectores.
De hecho, comentó que es cierto que hay más personas ingresadas en el Hospital Comarcal, pero se trata de una ocupación de camas muy pequeña en relación al número de casos. Y, sobre todo, apuntó que hay que mirar siempre a la Unidad de Cuidados Intensivos, porque es esa ocupación de camas la que más preocupa, no solo a los sanitarios, sino a toda la población. Argumentó que, de momento, el número es muy pequeño y espera la recuperación de todos lo antes posible.
El presidente de la Asociación de Hosteleros de Melilla explicó que todo lleva a pensar que vamos a tener que convivir con el virus durante muchos tiempo. Indicó que veremos como hay contagios, pero que con los altos niveles de vacunación, se evitarán muertes y muchos ingresos.
Por ello, dijo que hay seguir con la actividad económica y en septiembre los colegios e institutos tendrán que recuperar las clases con la normalidad que se pueda llevar a cabo. Insistió en que habrá esa convivencia con el virus, como ocurrió en inviernos pasados con la gripe.
En conclusión, Mohamed remarcó que lo que opine la asociación de un lugar u otro o unos hosteleros u otros no tiene ninguna importancia frente a la determinación de los tribunales de justicia. Afirmó que estando en juego la Ley de Protección de Datos hay que analizar este tema con cuidado y a nivel nacional.
El presidente de esta entidad insistió en que el papel de un hostelero no puede ser ‘perseguir’ al cliente para que tenga ese documento ni los empleados pueden estar como un agente exigiendo que cumplan con esto.
Eso sí, reconoció que exigir el certificado covid sería una forma de luchar contra los negacionistas o al menos saber que las personas que entran en sus locales están en una de las tres posiciones que recoge este documento, como es tener la pauta completa de vacunación, contar con una prueba negativa o haber superado la enfermedad. Pero insistió en que debe ser una medida generalizada en todo el país, para todos los sectores y en todos los estados de la UE; en caso contrario, se pendería de decisiones de cada tribunal de cada región provocando inseguridad en los ciudadanos.
Por último, el dirigente de la Asociación de Empresarios de Hostelería lamentó que durante meses y meses se haya “demonizado” a la hostelería por culpa de la pandemia. Subrayó que cuando ha habido un aumento de casos, se les ha señalado. Sin embargo, puso sobre la mesa que no ha habido brotes en los locales de nuestra ciudad y se ha trabajado guardando las medidas de seguridad. Además, reiteró que, como demandaron la vacunación para el sector, el 100% se ha puesto la vacuna.
Pasan las semanas y la hostelería gana confianza entre los clientes de Melilla. Las restricciones para el sector ya no son tan férreas y eso permite a este colectivo ir poniendo al día su actividad. Sin embargo, no creen poder recuperar las pérdidas sufridas durante este año y medio de pandemia. No ven esa recuperación de actividad, aunque poco a poco, sus negocios empiezan a funcionar con normalidad dentro de este contexto. El sentimiento de los negocios es que están empezando desde cero y que les toca recorrer un camino desde el punto de salida, aunque muchos de ellos llevaran años ya en este sendero.
El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería, Chakib Mohamed, aseguró que, si se echa la vista a atrás, a hace pocos meses, la situación del sector ha mejorado. Ahora no tienen tantas restricciones y los ciudadanos están acudiendo a cafeterías, bares y restaurantes a hacer sus consumiciones.
De hecho, reconoció que se nota que Marruecos está cerrado. En cualquier fin de semana de verano de hace dos años habrían perdido muchos clientes porque eran muchas las familias que viajaban al país vecino a ver a la familia o a disfrutar de las playas. Pero con el cierre de la frontera, solo se nota una diminución de clientes en el sector que se va de vacaciones fuera de la ciudad.
Mohamed afirmó que ese tránsito de personas a Marruecos se ha reducido notablemente y los clientes que faltan son los que se han ido a la península y de ahí a su destino de vacaciones.
Son muchos los establecimientos que han recuperado tener las terrazas llenas en fin de semana, incluso desde el viernes, tanto de día como de noche, por ese sector de la población que también ha optado por quedarse en Melilla de vacaciones y no salir.
La consejera de Festejos, Elena Fernández Treviño, ya informó hace semanas de que este año no habría feria como la conocemos. Indicó que la intención de su área era conseguir atracciones para los más pequeños de la casa y que luego la hostelería participara de alguna forma para dar un ambiente festivo y ferial a sus terrazas y locales. El objetivo era llevar la Feria de Melilla a todos los barrios a través de los hosteleros. El presidente de este sector, Chakib Mohamed, dijo que la consejera ya se había puesto en contacto con ellos sobre el formato y el modelo que deseaba desarrollar, pero remarcó que en realidad “no hay Feria”. Subrayó que se puede decir que habrá “una presencia de Feria”, pero los melillenses no pueden esperar contar con una como las vividas antes del 2020. Insistió en dirigente de los hosteleros melillenses que si fuera la Feria, todos los hosteleros estarían en el recinto ferial con las casetas y las atracciones. Por todo ello, la idea será que los locales de hostelería pues hagan un homenaje o recuerden en esos días que son las Fiestas Patronales.
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