El 2020 es un año importante para el impulso de diversos proyectos de infraestructuras que podrían facilitar el funcionamiento de la ciudad en muchos de sus ámbitos. A lo largo del 2019, los melillenses han visto cómo las nuevas instalaciones del antiguo Mercado Central volvían a funcionar, y cómo se recepcionaban nuevos terrenos para obras de otro colegio; cómo se ponía la primera piedra de la nueva Jefatura de la Policía Local o el inicio de la instalación de la frontera inteligente.
El Faro de Melilla realiza un repaso de todos los proyectos que están por venir, los que están en proceso y aquellos que se hallan en el aire y que podrían desarrollarse en algún momento aunque aún no se hayan ofrecido novedades.
Melilla está esperando a poder tener un nuevo hospital que pueda ayudar en el reparto de la atención sanitaria. El nuevo hospital universitario se encuentra proyectado, y en obras, donde se encontraba el hospital militar. Las obras estuvieron paralizadas durante muchos años, pero fue a finales del 2018 cuando se volvieron a reanudar.
Desde entonces, las obras de nuevo hospital llevan un buen ritmo y este verano ya se podía decir que la reforma interior ya se encontraba ejecutada al 50 por ciento. El director territorial del Ingesa, Omar Haouari, comentaba en declaraciones a este periódico que existía cierta complejidad en estos trabajos ya que tuvo que actualizarse el proyecto a fin de que se amoldase a las necesidades actuales de Melilla.
A principios de 2019, con la visita de la entonces ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, se dijo que el Hospital Universitario podría estar operativo a partir de la segunda mitad de 2022; además este abrirá por fases.
Se espera que en el mes de septiembre inicien las obras de la ampliación de la desaladora, para las cuales la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ya ha licitado 23.410.534,80 millones de euros destinados al contrato de obras y servicios. El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, aseguraba a principios del pasado mes de diciembre que, “si todo va bien”, las obras podrían comenzar en el mes de septiembre y que estas tendrán una duración aproximada de 27 meses: 24 de trabajos y 3 de puesta en marcha.Lo que significa que la ampliación podría estar terminada de cara al año 2022.
Esta modernización supondrá pasar de 20.000 metros cúbicos a tener 30.000, lo que significa también que los melillenses podrán tener agua las 24 horas del día haciendo que los cortes de agua se conviertan en una cosa del pasado.
El coste de la obra tiene un valor estimado de 17.525.000 euros que “será lo que saldrá a licitación, la construcción de ese cuarto módulo y 5.900.000 de euros va a ser la gestión del agua de esa desaladora durante el periodo de ejecución de la obra”. Según el consejero, una vez finalizadas las obras, estas pasarán a ser parte de la Ciudad. Además continúan los plazos: el convenio contempla la construcción del cuarto módulo de la desaladora y los 5.000.000 de gestión; el levantamiento de una línea eléctrica paralela, por un monto de 1.500.000 millones de euros; así como también el cambio completo de la red de abastecimiento de tuberías de la ciudad.
Cabe recordar, que tal y como dijo Mohatar, el convenio que se firmó inicialmente con el anterior Ejecutivo era de 30.000.000 de euros, pero en la reunión que mantuvo el titular de Medio Ambiente junto al presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se consiguió que aumente en 1.600.000 euros más; con lo cual será de 32.000.000 de euros: 12.000.000 provienen de los fondos FEDER; 4.500.000 de euros provienen de la Ciudad Autónoma, estos últimos serán destinados a la red de abastecimiento y 15.000.000 euros que los pondría la Confederación.
Mohatar afirmó que los 15.000.000 euros los pone la Ciudad, pero que al estar bonificada el agua, la Ciudad Autónoma solo tendría que poner la mitad, 7.500.000 euros. “La gran ventaja es que la Ciudad no los tiene que poner directamente, sino se cargará en los recibos de los ciudadanos una cantidad mínima durante 25 años a coste cero”, dijo Mohatar.
En el mes de septiembre también se espera que puedan pasar dos cosas en cuanto a las infraestructuras del ámbito de la Educación: primero, que el IES en el Jardín Valenciano pueda entrar por fin en funcionamiento; y segundo, que se ponga la primera piedra de lo que será el colegio de Gabriel de Morales.
Las obras del Jardín Valenciano finalizaron el mes de diciembre, y ahora a principios de año, en enero, deberá recepcionarse la obra, de esta forma se habría dado el primer paso para lograr el permiso de primera ocupación por parte de la Consejería de Infraestructuras y Urbanismo.
Así, se podrá contar con “un nuevo centro educativo para paliar la situación de elevadas ratios”. No obstante, los sindicatos de Educación reiteraron en varias ocasiones que no se trata de un instituto nuevo, sino uno que se comprometieron a hacer las autoridades hace muchos años y que iba a servir para acoger a los alumnos del IES Virgen de la Victoria, que están repartidos entre las aulas que hay junto a la iglesia del barrio, la Escuela de Arte Miguel Marmolejo y el Centro de Formación Profesional Reina Victoria Eugenia. Para el centro, se ha dotado de material de laboratorio por un valor de 16.500 euros y de material de música por 20.800 euros.
En el caso del centro educativo del terreno de Gabriel de Morales, la Delegación del Gobierno puso en valor que la adjudicación de las obras tendrá un importe de 10 millones de euros para una empresa multinacional del sector.
El plazo de ejecución de dicha obra es de 24 meses que contarán a partir de la firma del acta de replanteo, de la cuál aún se desconoce la fecha. Por su parte, los sindicatos de Educación denuncian que desde 2016 se estaba diciendo que se iba a poner la primera piedra, y que desde entonces no se han puesto en funcionamiento. La llegada del 2020 y estas promesas hacen que afloren las esperanzas de nuevo para obtener uno de los centros educativos que tan necesarios con en la ciudad para paliar las altas ratios de las aulas melillenses.
El 18 de noviembre de 2019 el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, junto al consejero de Infraestructuras y Urbanismo, Rachid Bussian, acudieron a la parcela donde irá la nueva Jefatura de la Policía Local para colocar la primera piedra. Con ello se dieron por iniciadas las obras que se estima que finalicen en un plazo de 22 meses. Es decir, tendrán casi dos años de ejecución.
El titular de Infraestructuras afirmó que desde el Ejecutivo local cumplieron con su palabra de que antes que finalizar el 2019 darían inicio a las obras de la nueva Jefatura de la Policía Local. Bussian explicó además, que el Ejecutivo actual se comprometió a incluir en los presupuestos de 2020 una partida de 75.000 euros a fin de “seguir manteniendo las actuales dependencias”.
La empresa adjudicataria de la obra es Jarquil Construcción, cuyo coste será de 5.380.388 euros. Estas nuevas instalaciones se encontrarán situadas en el solar ubicado entre el parque de Bomberos de la Ciudad y un edificio residencial, cuya parcela tiene una superficie de 1.242,80 metros cuadrados.
De acuerdo con las declaraciones del arquitecto técnico de los trabajos de la Jefatura de la Policía Local, Carlos Durán, con la obra ejecutada tendrán una superficie construida de 5.485 metros cuadrados, pues harán una planta sótano, así como tres plantas sobre rasante. En ellas habrá una recepción para atender a los ciudadanos,y aparcamientos, gimnasios y vestuarios, así como los despachos para la directiva de la Policía Local.
El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, anunciaba en marzo sería una realidad el control facial en la frontera de Beni Enzar y el pasado mes de noviembre la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, confirmaba que las cámaras de la frontera inteligente de las que hablaba Grande-Marlaka ya están instaladas y se están recibiendo datos en el sistema conforme se vaya comprobando que la base de datos da respuesta y funciona correctamente. Así se están implementando nuevas tecnologías en la frontera de Beni Enzar.
Aunque cabe tener en cuenta que estas instalaciones terminadas serán una realidad en unos tres o cuatro años. La frontera inteligente es una de las medidas a medio plazo que el Gobierno central quiso poner en marcha para hacer las fronteras más fluidas y seguras para las personas que entran y salen por el puesto fronterizo.
El ministro en funciones aseveraba que el Ejecutivo central está interesado en que el flujo de personas que transitan de un país a otro sea más fluido y rápido. De esta forma, las miles de personas que transitan de forma habitual la frontera tendrán facilidad para entrar en Melilla y eso reduciría las largas cosas y las filas.
Por ello, argumentó que desde el Gobierno central se ha mostrado mucho interés por que la valla y la frontera de Melilla con Marruecos sea más segura y que haya una inversión en frontera para facilitar el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, además de mejorar los servicios de las personas que transitan por los pasos fronterizos. Dijo que son entre 30.000 y 35.000 las personas que transitan a diario y unos 5.000 vehículos, por lo que remarcó que es preciso contar con una infraestructura y una logística adecuada.
Durante un acto en octubre, la delegada del Gobierno indicó que la frontera requiere de los mayores recursos para poder luchar contra la actividad delictiva que se genera a su alrededor, como el tráfico y la explotación de personas, el flujo de ideologías radicales, el comercio ilícito y los delincuentes oportunistas que se esconden entre las miles de personas que pasan a diario a la ciudad.
Además, en 2019 se anunció que por parte del Gobierno actual se procedería a la retirada de las concertinas y se subirían los muros de la valla, en un acto de reforma de la misma. El ministro en muchas de sus visitas ha recalcado que el Gobierno en funciones de Sánchez siempre ha querido “fronteras del siglo XXI” , las cuales deben ser más seguras y sin concertinas.
En la Ciudad Autónoma de Ceuta ya se inició la retirada de concertinas de su perímetro; sin embargo, en Melilla, que también debe iniciar dicho proceso, aún se está esperando a que pongan al menos una fecha para hacerlo, porque aún no se sabe nada más que esa intención.
Habría que recordar que también existen varios proyectos que durante este 2020 podrían empezar a materializarse o tomar impulso para que se lleven a cabo en como la ampliación del puerto y el aeropuerto de Melilla, así como la construcción de un pantalán de cruceros.
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