Honores y devoción en el Tercio: La Legión, a punto de cumplir su primer siglo de historia

Han pasado 99 años desde que José Millán-Astray fundase el cuerpo de la Legión Española un 20 de septiembre de 1920. Este viernes, casi un siglo después, en un acuartelamiento que lleva su nombre, la Ciudad de Melilla junto a los caballeros legionarios que componen el Tercio Gran Capitán I celebran un año más la fundación de de esta fuerza militar con una parada castrense.

Poco antes de las 12:00 horas las unidades, lideradas por el mando de la fuerza y jefe del Tercio, el coronel Eugenio Castilla Barea, se colocaron en formación para que las autoridades pasen revista. El acto estuvo presidido por el subsecretario de Estado de Defensa, Alejo de la Torre de la Calle, que estuvo acompañado por el comandante general de Melilla, José Miguel de los Santos Granados.

A la ceremonia asistieron las máximas autoridades militares y civiles, así como numerosas personalidades de la política y la cultura de la ciudad, familiares de legionarios y algunos militares que pertenecieron en algún momento de su vida al cuerpo de la Legión.

Tras el saludo a las autoridades, se procedió a la lectura del Real Decreto de la Fundación de la Legión, por parte del comandante más antiguo de los presentes en la Escala Legionaria.

Caballeros de Honor

A lo largo el acto se procedió a la imposición de condecoraciones y al nombramiento de los Caballeros Legionarios de Honor, a quienes se les puso el ‘chapiri’, el gorrillo legionario, para hacer patente el la admiración y agradecimiento por parte de las unidades legionarias. Entre los distinguidos por esta condecoración estaba el decano del Ilustre Colegio de Abogados de Melilla, Blas Jesús Imbroda Ortíz; el coronel Rafael Manuel Sancho Márquez de la Unidad Logística 24; y el juez del Juzgado Togado Territorial de Melilla nº26, el comandante José Lozano Nievas.

Asimismo, se hizo entrega de los premios XCIX Aniversario de la Legión a cuatro caballeros legionarios y también por parte de siete cofradías (entre ellas dos melillenses, la de Ntro. Padre de la Flagelación y la Ntro. Padre Jesús Nazareno) concedieron varias distinciones.

Tras la entrega de condecoraciones, el coronel Castilla Barea procedió la tradicional alocución de este tipo de actos militares, como jefe del Tercio.

Acto por los caídos

Durante la ceremonia también se realizó un acto simbólico por los que dieron la vida por España y en la que que destacó la llegada de la imagen del Cristo de la Buena Muerte. Es entonces cuando todos los presentes en el cuartel, militares y civiles, comenzaron a entonar el célebre tema del ‘Novio de la muerte’.

Posteriormente se colocó la imagen del Cristo en el monumento de los caídos y se realizó una ofrenda floral. Fue un momento muy emotivo debido a que el minuto de silencio se hizo en especial a los pilotos del Ejército que fallecieron recientemente en San Javier, Murcia.

Entre todos la tradicional salva de honor y el canto del himno a los Tercios heroicos, sonó en el cuartel la ‘Canción del Legionario’ para proceder a la despedida de la enseña nacional y al desfile a pie para despedir y rendir honores a este cuerpo militar que el próximo 2020 cumplirá un siglo de historia.

“Habrá que demostrar otra vez que el pueblo es el más valiente”

“Con la denominación de Tercios de Extranjeros, se creará una Unidad Militar Armada, cuyos efectivos, haberes y reglamentos por lo que ha de regirse serán fijados por el Ministro de la Guerra”. Así rezaba el Real Decreto del 28 de enero de 1920, que firmaba el rey Alfonso XIII y con el que se daba por creada la Legión. No fue hasta nueve meses más tarde, cuando el decreto entró en vigor con el alistamiento del primer voluntario a estaba fuerza militar .

En 2019, 99 años más tarde, quien se encuentra al frente de uno de los tercios, el Tercio Gran Capitán I, es el coronel Eugenio Castilla Barea, que se encargó este viernes de poner en relieve la importancia de la legión. “Allí fuera había una guerra y él quería combatir en ella resucitando un Tercio de la mejor infantería del mundo, como la de Flandes”, comenzada el Castilla Barea en su alocución haciendo referencia al espíritu que motivó al teniente coronel Millán Astray la creación de la Legión, que hoy se halla “en el filo de sacrificio por España”.

Desde tiempos remotos, según el discurso del coronel, los legionarios se han enfrentado tanto a la victoria como a la muerte, y han madurado “a base de plomo y a ritmo de ametralladora”. Recordó en su alocución a los miles de muertos, heridos y amputados, aunque “la Legión alcanza la Gloria cuando llegan las horas más oscuras”.

A día de hoy, señaló Castillo Barea, la historia de la legión no es un refugio para todos aquellos que componen el Tercio, es su altar. Aunque también indicó lo que protegerá a los soldados de la legión no son sus leyendas, si no su valía profesional y su superior preparación.

“El Tercio nació a la medida exacta de la Guerra de África, hoy nos preparamos para todas las que vengan sin temerlas ni quererlas; nuestras vidas están en  de un fusilero que salta a nuestro lado y del buen jefe que sabe lo que hace”, expresaba el jefe del Tercio Gran Capitán, haciendo así referencia a la hermandad entre compañeros y superiores dentro de estas fuerzas militares.

Sin saber cómo ni dónde, aseveró que España les volverá a llamar, porque las guerras aún no han terminado, aunque si estas han de lucharse, “habrá que demostrar que el pueblo es el más valiente”