Las autoridades de la Ciudad han recorrido esta mañana las sepulturas de héroes, víctimas de accidentes y grandes personalidades de Melilla para rendirles un emotivo homenaje en el Día de los Difuntos.
Algunas de las tumbas visitadas por los miembros del Gobierno local y de la Asamblea de Melilla, además de representantes de la Delegación del Ejecutivo central, son las del alcalde Rafael Ginel Cañamaque, el concejal José Imbroda o las víctimas del Polvorín que fallecieron en 1928.
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, asegura que esta tradición debe continuar en las futuras generaciones.
Por otro lado, ha sido muy emotivo el homenaje que se ha rendido a Antonio Molina, el guardia civil que fue asesinado por ETA y que evitó que dos etarras pusieran una bomba en Madrid.
Además, Imbroda saludó con cariño a la mujer de Francisco Gil, un melillense que no dudó en meterse en el mar para rescatar a varios bañistas, una acción heroica que le llevó a perder la vida.
Las víctimas del accidente aéreo de 1998 o de la rotura de los depósitos de agua de 1997 fueron otras de las sepulturas visitadas por las autoridades.
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