Historia de las azafatas y de anecdóticos estereotipos sexistas

¿Existen profesiones de hombres y profesiones de mujeres? , todavía en pleno siglo XXI la mujer ha tenido que seguir rompiendo techos de cristal, como por ejemplo las primeras “estibadoras” que en el año 2018 accedieron a esa profesión en el puerto de Algeciras después de estar años batallando, o el caso de Giorgia Boscolo que en el año 2010 se convirtió en la primera Gondolera de Venecia después de que en 900 años fuese una profesión relegada exclusivamente a los varones.

Pero en el caso de la profesión de azafatas ha sido un poco al revés, pues hemos sido los hombres los que -entre comillas- hemos roto anecdóticamente otro techo de cristal. Por aquello del lenguaje inclusivo y ser más políticamente correcto se les ha denominado profesionalmente posteriormente como auxiliares de vuelo y TCPs.

Después de la aparición de las primeras azafatas de vuelo, este término ha sido utilizado además profesionalmente para el personal femenino que atiende en Congresos, Ferias y Eventos. Por su parte el término "azafato" no ha sido aceptado (sin mucho éxito por cierto) por la RAE hasta el año 2014 con la publicación de la 23 edición del Diccionario de esta entidad.

En los años 90 con motivo de los eventos programados para la celebración del V Centenario de la Ciudad de Melilla (1497-1997), se desarrollaron en la ciudad una serie de cursos de formación de “azafatas”, sin que en ese tiempo pudieran apreciar que para los varones que asistieron al curso debió de haberse teóricamente expedido el certificado como “técnicos de Congresos”.

He conservado orgulloso como un tesoro ese título de “Azafatas Quinto Centenario de Melilla” después de casi 30 años, como anecdótico ejemplo de estereotipo sexista, sin que por otra parte jamás me haya molestado.

Yo quise ser un poco rebelde en inscribirme; ya que inicialmente estaba pensado el curso exclusivamente para el personal femenino. Curiosamente antes de la aparición de las azafatas de vuelo, la asistencia a los pasajeros a principios del siglo XX la ejercían exclusivamente los hombres con la profesión de camareros. Es el caso de Heinrich Kubis (1888-1979) que fue el primer auxiliar de vuelo de la historia, al ser contratado por la empresa DELAG – Primera Aerolínea de Zeppelines-.

El 6 de mayo de 1937, Heinrich Kubis sobrevivió milagrosamente al accidente del Dirigible Hindemburg en New Yersey. En los años 20’s, la compañía inglesa “Imperial Airways” tuvo como auxiliares de vuelo masculinos a los llamados “Cabin Boys”. La primera azafata de la historia fue Ellen Church (1904-1965). Debido a que tenía formación en Enfermería para atender a los pasajeros y pilotos que en el vuelo pudieran sentir cualquier malestar fue el motivo por el que Steven Stimpson decidió contratar a Ellen como “auxiliar de vuelo” en la compañía Boeing Air Transport ( precedente de la United Airlines).

El primer vuelo de 20 horas y 13 escalas, de Oakland a Chicago se realizó con Ellen a bordo como azafata el 15 de mayo de 1930. La compañía aérea nombró a Ellen posteriormente responsable para la elección de otras siete enfermeras para la asistencia en vuelo de pasajeros con los siguientes requisitos: ser menor de 25 años, medir menos de 1,60 m. y pesar menos de 52 kgs. A cambio obtendrían un sueldo mensual de 125 dólares, que era muy superior a lo que podría cobrar en tierra una secretaria. Estas ocho “aeromozas” fueron denominadas profesionalmente como “Sky Girls” (Chicas del Cielo).

Pero la compañía BAT prefirió un término menos exagerado con la acepción “Stewardess” – “Hostess” (camareras-anfitrionas). En su honor el aeropuerto de Cresco (Iowa) – lleva su nombre al ser la ciudad donde nació Ellen. La profesión de asistencia de pasajeros en avión, en sus inicios no se caracterizaba precisamente por su seguridad, pues entre los años 1930 a 1942, once azafatas de la -United Airlines- murieron en diferentes accidentes aéreos. En esos años fueron muy famosas las hazañas de la aviadora Amelia Earhart, siendo en 1934 cuando la Compañía Central Airlines contrataría a – Helen Richey- considerada la primera piloto comercial de la historia.

Después de la Segunda Guerra Mundial en la que Helen estuvo participando activamente como aviadora, ninguna mujer volvería a tomar los mandos de un avión comercial hasta los años 70. En Europa a principios del año 1934 – Nelly Diener se convirtió en la primera auxiliar de vuelo femenina para la Aerolínea suiza “Swissair”.

La revista Aero-Revue la bautizó como “El Ángel de los Cielos”; desgraciadamenteNelly perdió la vida el 27 de julio de 1934 en un accidente aéreo en Tuttlingen, en el vuelo de Zurich a Berlín. En España en 1946 con motivo de la nueva línea aérea de Madrid a Buenos Aires , la compañía Iberia contrató a las primeras Auxiliares de Vuelo: Pilar Mascías, Anita Marsans, Marichin Ruiz de Gámiz y Maria Josefa Ugarte. En un principio se barajaron varios términos para definir a la nueva profesión como Provisoras, Aeroviarias, Aereomozas o Mayordomas.

Con un precio de billete de 7.250 pesetas de la época , el 22 de septiembre de 1946, despegó del aeropuerto de Madrid el Douglas DC-4 con 28 personas, incluidos técnicos y comerciales de Iberia haciendo escalas en Villa Cisneros (Sáhara Occidental) , Natal y Río de Jainero (Brasil), hasta llegar al destino final a Buenos Aires.

En este viaje inaugural les acompañaba entre otros; el director General de Iberia - César Gómez Lucía- que fue el responsable en tomar la decisión de adoptar el nombre de “azafatas” a las nuevas auxiliares de vuelo. Este vocablo proviene del castellano del siglo XVI que designaba a la criada de la Reina que se encargaba de preparar y recoger su ropa y alhajas.

En 1947 Iberia contrató a Fernando Castillo, -primer auxiliar de vuelo masculino - , que hasta entonces desempeñaba la profesión de camarero en el reputado Hotel Ritz de Madrid. En esos años en España la profesión de piloto, auxiliar de vuelo o azafata gozaba de un enorme prestigio social.

Inicialmente su uniforme se caracterizaba por tener cierta apariencia militar para posteriormente ser diseñados por importantes modistos como Pertegaz o Adolfo Domínguez. Según el Centro de Formación Aeronáutica – Air Hostess- actualmente para ejercer de Auxiliar o Azafata de Vuelo hay que obtener el título de TCP (Tripulante de Cabina de Pasajeros) que está expedido por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Este título es el válido para trabajar en cualquier aerolínea de la Unión Europea, y se obtiene tras superar un curso en un centro homologado por el Ministerio de Fomento.

En cualquier caso se recomienda iniciarlo con un buen nivel de inglés. Para las azafatas y técnicos de congresos, existen múltiples centros formativos en España ligados a la rama profesional de Turismo.

En aviación el término “azafata” ha sido hoy sustituido por el menos romántico de TCPs, pero continúa muy presente en la cultura e imaginario popular.