El suceso se produce cinco días después de que otro muchacho, que aún sigue en la UCI, fuera arrollado por la rueda de repuesto del vehículo en el que se escondía l Marín pide más guardias civiles
Un joven de origen magrebí tuvo que ser trasladado ayer al Hospital Comarcal después de ser arrollado por un camión en la zona de seguridad del puerto. Según explicó el presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Marín, el joven trató de saltar a una de las máquinas de transporte de mercancías de los estibadores para después intentar colarse en uno de los buques que unen Melilla con la península. El accidente, que se produce sólo cinco días después de que otro joven fuera arrollado por un camión en el mismo espacio, fue a primera hora de la mañana, alrededor de las 8:35 horas, según explicó Marín en declaraciones a El Faro. El presidente del Puerto apuntó que en esta ocasión parece que las heridas del muchacho no revisten demasiada gravedad. Por su parte, el Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) informó de que el herido fue trasladado a Urgencias, donde se le practicaron las pruebas diagnósticas y quedó en observación co pronóstico reservado. Ayer por la tarde, el joven se encontraba grave y pendiente de ser intervenido. El presidente del Puerto insistió, como ya hizo la semana pasada, en que la situación es complicada. Marín reiteró que hacen falta más guardias civiles en el puerto para hacer frente a este problema. El máximo responsable de la Autoridad Portuaria señaló que los agentes que trabajan en estas instalaciones hace una “magnífica labor” y dan el 200%, pero insistió en que no son suficientes. Asimismo, puso en valor el trabajo de la Policía Portuaria, aunque aclaró que no tienen competencias en materia de seguridad, por lo que no pueden desarrollar determinadas labores. El presidente de la Autoridad Portuaria indicó que hasta el mes de mayo se habían producido cerca de 4.500 incursiones de polizones en la zona de seguridad del puerto, una cifra que calificó de desmesurada para la plantilla de la Benemérita que hay ahora mismo en estas instalaciones encargándose de la seguridad. Marín señaló, además, que si la situación continúa, en algún momento habrá que lamentar una desgracia mayor, porque los accidentes de estas personas que tratan de colarse en los barcos son peligrosos y ponen en riesgo su integridad física. Los datos de la Guardia Civil apuntan que el 40% de los polizones que tratan de colarse en los buques que unen Melilla con la península son menores de edad. Casi todos viven en la calle y duermen en la zona de las escolleras del puerto esperando un momento adecuado para poder intentar llegar como polizones a la península. A finales del mes pasado la Benemérita interceptó en esta zona en un solo día a más de 150 inmigrantes que intentaban colarse en los barcos, dos de los cuales resultaron heridos por caídas. La semana pasada se realizó una redada en la que se localizó a unos 100 jóvenes, de los que alrededor de la mitad eran menores. Desde el Puerto, Marín insiste en que la situación es complicada y hace falta adoptar medidas para evitar que vaya a más. El presidente del Puerto están pendiente de la licitación de un proyecto de mejora de seguridad en estas instalaciones, con el que está previsto instalar una cámara térmica y colocar una valla para dificultar el acceso de los niños a los barcos. No obstante, insiste en que para hacer frente a este problema no sólo vale con mejorar los dispositivos de seguridad, sino que también hace falta aumentar los recursos humanos, que son del todo insuficientes.
Segundo herido en cinco días
El magrebí que resultó ayer herido tras ser atropellado por un camión es la segunda víctima que se produce en la zona de seguridad del puerto en los últimos cinco días. El jueves de la semana pasada, otro joven también mayor de edad, resultó herido de gravedad cuando cayó de los ejes de la rueda de un camión en el que se escondía y fue arrollado. El joven continúa ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Comarcal en estado grave. Los dos muchachos tenían como objetivo final colarse como polizones en uno de los buques que unen Melilla con la península.