Estela Alemán, seleccionadora Cadete Femenina de la Federación Melillense de Baloncesto, lleva entrenando desde los 16 años desde escuelas hasta senior. Actualmente compagina su puesto de seleccionadora con el Programa de Selecciones y la Escuela de Iniciación, ambas de la propia federación. Habla a la AEEB de los pros y contras de una ciudad como Melilla, de cara a un Campeonato de España, y de cómo motivar al equipo para no caer en la rutina y la frustración.
Melilla, la gran desconocida, una ciudad pequeña que fomenta mucho el deporte en todas sus disciplinas, y en este caso, la Federación Melillense de Baloncesto (FMB), apuesta por el baloncesto, por su formación continua y por la progresión de todos sus estamentos.
Melilla, una ciudad con pros y contras de cara a un Campeonato de España, que compartimos con pocas Comunidades autónomas, y ante ello, luchamos todos por un bien común e intentamos convertirlos en puntos extras.
Pros:
Concentración todos los fines de semana y festivos.
Disponibilidad de pabellón cubierto en todas las concentraciones.
Disponibilidad de todos los integrantes durante las concentraciones.
Preparación de 4 meses previo al Campeonato con la preselección.
Posibilidad de ver competir a todos los jugadores de la categoría de la que somos seleccionadores, para hacer una correcta elección.
Trabajo de tecnificación con las categorías de 1º año.
Contras:
Escasez de licencias.
Falta de competición.
Para entender a las selecciones de Melilla, es necesario conocer su historia, para ver el gran sacrificio que hacen y la gran implicación que tienen todos sus integrantes.
La FMB cuenta con un aumento progresivo de licencias, tanto en femenino como en masculino, en las diferentes categorías. En este caso, os hablaré un poco de la categoría Cadete Femenino, que es en la que estaré al frente en el próximo Campeonato. Dicha categoría cuenta con un total de 40 licencias de jugadoras, repartidas en 4 equipos, de ellas y gracias al seguimiento que realiza la FMB, elegimos a las 12 mejores jugadoras para representar a Melilla. La falta de equipos, el número reducido de licencias y la limitación geográfica, nos lleva a la falta de competición y a la rutina competitiva.
Por ello, la FMB, desde hace algunos años, ha puesto en marcha la iniciativa de creación de torneos adicionales a la liga, como son el Torneo García Pezzi (antes del inicio de temporada), Torneo preparatorio contra otras selecciones que también disputan el Campeonato de España, Torneo de Navidad, Partidos amistosos, con la contribución de clubes y del estamento arbitral, llegando a disputar partidos con equipos de superior categoría, o incluso, categorías femeninas contra las masculinas. Todo esto implica un nivel de competición más alto, más dinámico y real, a lo que nos vamos a enfrentar en las competiciones nacionales, donde Melilla tenga representación.
Nuestro Director Deportivo, al comienzo de las selecciones, nos marca unas líneas de trabajo generales a todos y más específicas, según la categoría, como aspectos tácticos a trabajar.
La finalidad de todo lo mencionado anteriormente, es fomentar la continuidad del trabajo dentro del programa de selecciones, desde minibasket hasta cadete, facilitando así, la adaptación de una categoría a otra, obtener una base sólida y llevar a la progresión del equipo.
Todos nuestros equipos compiten en el grupo Preferente y tienen como objetivo común, COMPETIR el mayor tiempo posible, independientemente de quien sea el rival. Como anécdota y como resultado al trabajo de muchos años, puedo contaros que Melilla, en la Temporada 14-15, llegó a jugar la semifinal de dicho grupo (preferente) en Zaragoza, algo impensable y muy costoso de conseguir.
Desde la AEEB me pidieron colaboración porque estaban interesados en conocer la otra cara del Campeonato y ver que hay detrás de cada equipo e ir más allá de un simple resultado, que, para mi parecer, muchas veces no expresa el transcurso del partido.
Somos conscientes que, a un Campeonato de España, van los mejores jugadores, donde el nivel es muy alto e incluso algunos siguen su proyección en la élite, y que Melilla, dentro de sus limitaciones, tiene el privilegio de estar ahí.
La competición es dura a nivel físico y mental, ya que son 4 días de competición continuada, llegando a doblar partidos. Los problemas físicos intentamos paliarlos con la Fisioterapeuta, para que los jugadores lleguen en las mejores condiciones posibles al Campeonato, pero, además, tenemos que reforzar a los jugadores, para aguantar en momentos de debilidad, darles el camino para buscar una motivación para seguir y sacar fuerzas en los minutos finales o decisivos.
Me plantearon varios temas de los que tratar, para ir más allá de lo deportivo, de lo común, de algo, que, debido a mi experiencia deportiva, creo firmemente que es fundamental que vayan unidos al baloncesto y hablo del factor psicológico, en el ámbito deportivo, mediante la motivación y del factor humano, a través de los valores que da el deporte.
Para que unos jugadores rindan al máximo tienen que creer en su cuerpo técnico y creer en el equipo, todo suma para que sus integrantes vayan en la misma sintonía y se dé un salto de calidad y se consiga el objetivo común.
Como máxima responsable de mi equipo, hablo con mi cuerpo técnico, les indico mis objetivos y planteamientos para esa selección, les comento que necesito de ellos y escucho opiniones para ver en que podemos enriquecer, entre todos, más al equipo. Hasta la fecha, me ha funcionado y sin ellos, el equipo no sería el mismo.
Con las jugadoras, el factor psicológico lo trabajamos mediante la motivación a través de dinámicas de grupo enfocadas al baloncesto, ya que pueden influir en las actitudes y comportamientos de las jugadoras, así le hacemos entender la implicación que tienen que tener para/con el equipo y el compromiso que necesitamos. También promovemos mucho los valores deportivos todos por igual.
Durante los entrenamientos, tenemos que prepararlas para llegar a obtener esa fortaleza mental para aguantar el Campeonato, la presión extra que se tiene en el campo, evitar que caigan en la frustración si las cosas no salen como ellas esperaban, ayudarlas a tener capacidad de asimilación de un rol dentro del equipo, comprendiendo que es lo que se necesita de cada una de ellas y de reponerse o contener la emoción para estar al siguiente partido, tanto si se pierde como si se gana.
Como he comentado anteriormente, la máxima de Melilla es competir el máximo tiempo posible, plantarle cara de tu a tu, independientemente de quien sea el rival, pero hay momentos, donde flaquean las fuerzas, se impone el físico, la competición extra de otros equipos, su fluidez en las rotaciones y todo el trabajo que se ha hecho durante el partido, no se refleja en un posible abultado resultado final.
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