El Ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció ayer que la vacuna contra la Covid-19 podría estar lista a finales de año. Se trataría de las primeras dosis seguras y se inocularían a grupos de riesgo en primer lugar.
El anuncio del responsable de sanidad es una halo de esperanza. Una luz al final del largo túnel que desde marzo venimos atravesando los españoles.
El esfuerzo ha sido grande y todavía resta un sacrifico final para poder llegar al momento en el que la ciencia nos de un arma eficiente para luchar contra el virus.
De todas formas, aún queda mucho por dilucidar sobre la cura que se está desarrollando. Habrá que ver si se cumplen los plazos propuestos por el Gobierno, optimistas para muchos expertos, y si se llega a un acuerdo para que el estado se haga responsable de los posibles efectos nocivos de la vacuna debido a la premura de su desarrollo.
Mientras tanto, los contagios siguen aumentando. En Melilla tenemos ya 219 casos activos y cada día que pasa se suman nuevos pacientes. El sistema sanitario ya empieza a notar la sobrecarga y si no se detiene el aumento podemos encontrarnos en una situación realmente peligrosa.
No resta más que apretar los dientes y seguir manteniendo este pulso que llevamos meses echando a la enfermedad. Ahora, más que nunca, es tarea de todos respetar las normas sanitarias, que por ahora son nuestro único escudo contra el coronavirus, y tener esperanza en que la cura llegue lo antes posible.