La desaladora, el río de Oro y la depuradora son algunos de los puntos en los que se basan las propuestas.
La asociación en favor del medio ambiente, Guelaya-Ecologistas en Acción, confirmó ayer a El Faro que, coincidiendo con la finalización del plazo de alegaciones al Plan Hidrológico de Melilla (PHM), presentó sus propias propuestas al respecto. Tal y como publicó este periódico el pasado día 8 de junio, las líneas generales de este proyecto pasan por aprovechar mejor los recursos acuíferos de la ciudad. Asimismo, según explicó el presidente de Guelaya, Manuel Tapia, además de hacer puntualizaciones y propuestas sobre los puntos del PHM, presentan una alternativa para la “regeneración” del río de Oro, que pasa por naturalizar el cauce preservando el hábitat natural de muchas especies de Melilla y poniéndolo a disposición de la ciudadanía como entorno natural del que se pueda disfrutar.
Tapia explicó que el documento que entregaron ayer en la Delegación del Gobierno consta de 66 páginas, en las que se detallan sus propuestas alternativas para las aguas de la ciudad. “Hemos remarcado todos los puntos en los que consideramos que se pueden hacer las cosas mejor”, señaló el presidente de la asociación. La depuradora, la planta desaladora y el río de Oro son algunos de los puntos fundamentales de las propuestas de Guelaya que Tapia adelantó ayer a El Faro.
Río de Oro
Además de las propuestas alternativas a los puntos del actual PHM, que hasta ayer estaba en fase de alegaciones, Guelaya destaca su plan con respecto al río de Oro, un espacio que pretenden que sea naturalizado para el beneficio de la ciudad. Según explicó Tapia, restaurar naturalmente el cauce es la mejor forma para “evitar inundaciones y recargar los acuíferos”. Así pues, la asociación pretende convertir el cauce en “una oportunidad más que en un problema para la ciudad”, por lo que cree necesario que el río se convierta en una zona verde que respete la biodiversidad y las especies animales y vegetales locales. Asimismo, la propuesta de la organización va dirigida a que el cauce deje de ser visto como un lugar donde arrojar desperdicios.
Por otra parte, la propuesta de Guelaya acerca del río de Oro tiene como finalidad evitar que se estanque el agua al intentar conseguir que el cauce fluvial sea constante. Esto serviría para que disminuyera la cantidad de mosquitos y para que el río deje de ser emisario de las aguas fecales de la bahía, según explicó Tapia.
“Creemos que nuestra propuesta es más acorde con la Directiva Marco de Agua”, aseguró el presidente de Guelaya, que al respecto consideró que “Europa estaría más dispuesta a poner dinero para un plan así”, puesto que explicó que la ciudad recibe fondos de la UE para estos asuntos.
Asimismo, el plan de Guelaya propone que se establezcan escolleras en lugar de muros de cemento, ya que esto “respeta la vegetación natural”. Además, estas estructuras deberían permitir el acceso a los ciudadanos para que “se convierta en un sitio de paseo” para los melillenses.
Terciario
Uno de los puntos clave que el presidente de la organización ecologista destacó de entre las 66 páginas de alegaciones, pasa por mejorar la situación del terciario, es decir, del agua que ha pasado por el proceso de higenización y adecuación y está lista para el consumo urbano y para aplicaciones industriales. En concreto, Guelaya considera que el rango de acción de la depuradora de agua podría ampliarse para “tener más disposición de aguas depuradas, que son la solución para riegos y demás utilidades”.
Asimismo, mediante esta medida, proponen la “recarga de los acuíferos” para que el terciario llegue hasta la cabecera del río de Oro, una cuestión que la asociación ve plausible, ya que actualmente el agua depurada llega hasta el campo de golf para regarlo. Tapia aseguró que la alegación de su asociación pasa por que se alargue la actuación de la depuradora para que el agua depurada pase a formar parte del cauce y se convierta en “un río de verdad”, que sea “aprovechable” por la ciudad.
La salmuera de la desaladora sigue cayendo al mar
Otro de los puntos que Manuel Tapia, presidente de Guelaya, destacó a El Faro sobre las alegaciones al Plan Hidrológico de Melilla pasa por evitar que la salmuera que sigue emitiendo la planta desaladora de la ciudad deje de ser vertida en el mar, puesto que según esta organización, los residuos siguen cayendo en la zona de agua cercana a Aguadú. Según explicó Tapia, este proyecto no se hizo antes por falta de dinero.
El presidente considera que esta situación es insostenible, puesto que "las especies marinas se ven afectadas".
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