Guelaya pide a Medio Ambiente datos sobre las emisiones de la incineradora

También quieren información sobre la calidad del aire en la zona de la central eléctrica

La asociación Guelaya exige a Medio Ambiente que le entregue el informe sobre las mediciones de la calidad del aire de la zona de la incineradora y la central eléctrica de la ciudad. El responsable de la asociación ecologista, Manuel Tapia, denunció ayer en declaraciones a El Faro que pidieron esta documentación a la Consejería en marzo y aún no se la han facilitado. Tapia aseguró que quieren averiguar si se está trabajando para adaptar estas dos plantas a la nueva directiva europea sobre emisiones industriales y contaminación.
Asimismo, señaló que no entienden que después de más de cuatro meses aún no les hayan facilitado estos indicadores. El dirigente de Guelaya insistió en que lo único que pretenden desde la entidad es comprobar si los niveles de contaminación son los adecuados y en el caso contrario saber si se están llevando a cabo las adaptaciones necesarias para que se cumpla con lo que está establecido por norma.
El responsable de la asociación ecologista apuntó que han recibido numerosas quejas de vecinos que viven en las inmediaciones de la planta incineradora y que aseguran que sufren molestias en la garganta y en las vías respiratorias.
Tapia aclaró que la nueva normativa europea es “mucho más restrictiva” que la anterior. El dirigente de Guelaya especificó que esto significa que cuando estas dos plantas se instalaron en Melilla los niveles de contaminación que podían emitir al aire eran más altos que en la actualidad, por lo que es imprescindible que se emprendan acciones para que se adapten a las nuevas exigencias y evitar que las personas que residen en las inmediaciones de estas infraestructuras puedan tener problemas respiratorios provocados por la mala calidad del aire.
El dirigente de Guelaya insistió en que lo que están pidiendo no son las mediciones del aire de la ciudad, sino sólo las de esas dos zonas concretas y lamentó que en seis meses no hayan tenido ninguna respuesta por parte de la Consejería de Medio Ambiente. “Sólo queremos saber si se está haciendo algo para reducir la contaminación de estas plantas”, apostilló.
La directiva a la que se refiere Guelaya fue redactada en 2011 y su fecha límite de adaptación era enero de 2013, aunque se incluyeron algunas disposiciones adicionales que permiten que se pueda comenzar la aplicación total en 2016. Entre los aspectos que se recogen en esta normativa está la limitación de la emisión de agentes contaminantes, con valores más estrictos que los actuales en las instalaciones de combustión. Asimismo, exige medidas que garanticen la protección del suelo y las aguas subterráneas. También pide la realización de inspecciones periódicas en estas plantas para comprobar que se están cumpliendo los criterios y la realización de un informe previo de situación.

Un incumplimiento más
La exigencia de Guelaya forma parte de los “incumplimientos” de los que la asociación ecologista acusó a la Consejería de Medio Ambiente en su informe semestral sobre la gestión medioambiental en Melilla. Tras la publicación en el Boletín Oficial de la ciudad (BOME) de un requerimiento para recoger una documentación en las dependencias municipales hace unas semanas, desde Guelaya pensaron que se trataba precisamente de esta información. Sin embargo, finalmente cuando se acercaron a por los papeles comprobaron que no tenían nada que ver con lo que ellos esperaban. Los ecologistas insisten ahora en pedir a Medio Ambiente este informe de medición de calidad del aire, así como una actuación decidida para adaptar las instalaciones a la normativa y reducir la contaminación en nuestra ciudad.