La Asociación de Tropa y Marinería (ATME) ha llamado la atención sobre el "gran desconocimiento del asociacionismo" entre militares, algo que de lo que responsabiliza a las "trabas" que pone el Ministerio de Defensa En ese sentido, la entidad apunta que hace pocos días un grupo de Telegram realizó una encuentra entre sus integrantes para conocer si estaban afiliados a alguna asociación profesional militar.
Lo primero que destaca la ATME es que la participación en la citada encuesta fue de un escaso 12% de sus miembros, "lo que lamentablemente viene a demostrar el escaso interés que presenta este tema entre los potenciales interesados, los cuales solo buscan información sobre el tema cuando se ven afectados por alguna decisión de sus mandos, véase posibles sanciones, tribunales médicos, conciliación, permisos, etc", señala.
Obviando el 38% de los participantes que consideran que no confiaban en las asociaciones, ya que “solo quieren sacarles el dinero”, el propio enunciado del resto de respuestas supone un "desconocimiento total de lo que verdaderamente supone el asociacionismo profesional militar dentro de las Fuerzas Armadas, muchas veces porque alguna de las asociaciones existentes se limita exclusivamente al fin informativo y de derivación a servicios jurídicos de pago en cuanto a la defensa jurídica".
"El asociacionismo profesional no se debe limitar exclusivamente a esos fines, sino que su función principal debe ser trabajar para alcanzar mejoras retributivas, profesionales y sociales para sus miembros y para el colectivo de militares, cuestión que solo se consigue a través de movilizaciones y de una interlocución continuada ante los grupos parlamentarios, ministerio de Defensa, instituciones, tribunales o medios de comunicación", insiste.
En su opinión, los militares deberían preguntarse si muchas de las mejoras que se han conseguido han sido a través de la iniciativa y buen gobierno de Defensa, de los jefes de los ejércitos o de los mandos de personal. Igualmente entiende la asociación que deberían preguntarse si pueden ser "interlocutores válidos grupos anónimos alojados en las redes sociales, de los cuales no se conocen sus componentes ni el trabajo que realizan realmente para intentar solucionar los graves problemas de los militares".
Según esta organización, el asociacionismo militar ha conseguido "mejoras impensables antes de la aprobación de la Ley Orgánica de Derechos y Deberes en 2011, una de ellas que un simple militar de tropa y marinería, miembro de una asociación profesional, pueda ser un interlocutor válido antes los representantes politicos o ante el ministerio de Defensa".
"Veamos una parte mínima de los logros conseguidos gracias al asociacionismo: implantación de los dias de descanso obligatorio y adicionales, aumento de las convocatorias para el acceso a una relación de servicios permanentes y ascenso a cabo y cabo 1º, mejoras en las medida de conciliación, eliminación de la perdida de retribuciones del personal en la reserva a partir de los 63 años, reserva de plazas en policías locales (Zaragoza, Melilla…), recursos ante los tribunales por el incumplimiento de la reserva de plazas en policía local de Madrid o de Bomberos de Melilla, derogaciones de normativas militares perjudiciales para el personal militar, etc".
A juicio de ATME, el asociacionismo profesional militar es "un movimiento esencial para la consecución de nuevos derechos y el mantenimiento de los existentes, basado en el conocimiento público de sus dirigentes y del trabajo que realizan".
Todo esto, según afirma, es conocido por Defensa y por los mandos de los ejércitos, los cuales "no dudan en retrasar e impedir todas aquellas medidas propuestas por las asociaciones en favor de este movimiento, como la actualización de la ley orgánica de derechos y deberes, las votaciones para elegir a los representantes asociativos en el COPERFAS, la modificación de la forma de trabajo de este o la autorización a las asociacones para que puedan informar en las unidades".
"Muchos de los grupos anónimos existentes en las redes sociales pueden servir para estar informados o preguntar dudas a los compañeros que intervienen en ellos, pero sería caer en el infantilismo pensar que van a poder conseguir soluciones a los graves problemas que padece el militar", concluye.