El Melilla Baloncesto logró ganar fuera de casa tras más de cuatro meses sin hacerlo a costa de un Queso Cerrato Palencia que toca suelo y no es ni la sombra del equipo campeón de Copa.
El cuadro melillense arrancó en choque cargando su juego ofensivo de Devin Wright. Suyos fueron los primeros cuatro puntos del equipo que colocaban el 2-4 en los primeros compases. Por su parte Gatell se convirtió en el mejor baluarte defensivo colocando dos tapones consecutivos a Óliver Arteaga. Sin embargo los locales fueron tomando el timón del partido. Un parcial 9-1 para los de Lezkano sembraba las primeras dudas en los pupilos de Alejandro Alcoba que abusaron del recurso del triple con Bravo y Quique en intentos fallidos. El propio Garrido desde el 6.75 afinó puntería para acabar con el parcial y dejar el marcador en 11-8. Entre la lista de contratiempos más significativos la segunda personal de Wright el mejor en ataque se tuvo que marchar pronto al banco como medida de protección. Durante los dos últimos minutos del acto Quesos Cerrato Palencia volvió a pegar otro estirón capitaneado por el techo de su equipo: Hampl, haciendo daño en la pintura. El resultado: 17-10.
Los visitantes no acababan de encontrar su sitio en la cancha. Los ataques en estático acababan con balones interiores donde el equio palentino se mostraba infranqueable y cada vez que los melillenses intentaban correr. Traducían su juego en pérdidas. Alejandro Alcoba tuvo que pedir tiempo muerto a 6:50 del descanso tras triple de Dani Rodríguez que puso el luminoso en 24-14. El promedio de un punto por minuto hacía presuponer que no era suficiente para conseguir un botín en una cancha tan complicada. Sin embargo las instrucciones del técnico surtieron efecto. En poco más de un minuto el parcial era 0-7 después de una canasta de Almázan. En esta ocasión fue Nacho Lezkano el que tuvo que pedir tiempo a 5:23 para el final del segundo cuarto con 24-21. Melilla Baloncesto continuó recomponiéndose y después de mucho tiempo a rebufo Garrido se cambió el balón de mano para penetrar y acabar con una canasta de bella factura para el 27-28. En este cuarto eran los locales los que no acababan de dar con la tecla de ahí que Lezkano pidiese su segundo tiempo a 2:57 del descanso para intentar recomponer el equipo. Duelo de alternativas que acabó al descanso con el marcador empate a 31 con las defensas superando a los ataques. Como dato curioso Garrido y Bravo con ocho y seis puntos respectivamente se fueron a vestuarios como los máximos anotadores del conjunto melillense, los dos ex de Palencia. Ambos fueron homenajeados al comienzo del partido en su vuelta en choque oficial contra el club del que defendieron sus colores durante muchas temporadas.
Segunda parte
Tras la reanudación hubo intercambio de canastas por ambos bandos. En el caso de Quesos Cerrato, asumió la responsabilidad Forcada y, por parte de Melilla Baloncesto, Wright. El pívot logró cuatro puntos consecutivos que devolvieron la ventaja a Melilla 36-37. Ninguno de los dos equipos acababa de tomar el timón del partido: pérdidas, pasos, malas selecciones,... hasta que Bravo afinó puntería desde el triple. Lezkano pidió tiempo a 5:02 para el final del tercer cuarto con 36-40. El objetivo del vizcaíno evitar que Melilla Baloncesto se disparase en el luminoso. Y lo consiguió. El conjunto palentino sostuvo el amago de arreón hasta empatar el partido a 40 tras después de dos aciertos de Urko en el tiro libre. Con todo abierto el tercer cuarto acabó 45-47. Poco brillo en cuanto el juego pero todo abierto en lo que a emoción se refería.
Y con esa misma igualdad transcurrieron los primeros minutos del último asalto. Por un lado con Quesos Cerrato Palencia castigando desde el triple a Melilla y por el otro los visitantes haciendo lo propio con lanzamientos desde el perímetro de Almazán. A seis minutos para el final el encuentro estaba empatado a 53 puntos. Dos triples consecutivos del conjunto local parecían decantar la balanza a favor de los anfitriones. El primero de Fornas y el segundo de McDowell. El acierto morado obligó a Alejandro Alcoba a pedir tiempo muerto a 4:20 con el marcador 59-53 para intentar engancharse de nuevo al partido. Sin embargo ocho puntos consecutivos de Melilla Baloncesto volvieron a meter al equipo en el partido, entre el acierto dos triples. Uno de Garrido y otro de Tsiaras que servían para recobrar la ventaja 59-61. Palencia pudo empatar con un tiro de Urko a cinco segundos del final pero el pívot vasco erró y fue a buscar una falta rápida sobre Bravo para que no corriese el crono. El catalán solo acertó 1/2 y al cuadro le quedaban 3 segundos con 59-62 para intentar forzar la prórroga. El lanzamiento de tres lo busco McDowell pero con dos defensores encima no tocó ni tablero y los norteafricanos se llevaron el gato al agua.
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