“Gobernar en minoría, sería un auténtico desastre para Melilla”

El consejero de Fomento en funciones, Miguel Marín, comparte con en El Faro sus impresiones sobre el pacto PP-PPL, su salida del futuro Gobierno de la Ciudad y la próxima campaña electoral.

En sus últimos días como consejero de Fomento, Juventud y Deportes en funciones, Miguel Marín habla con El Faro sobre su papel político en la recién constituida Asamblea, analiza su no integración en el futuro Gobierno de la Ciudad y analiza en estas páginas el pacto alcanzado entre el PP y Populares en Libertad (PPL). De todo lo vivido, especialmente en las últimas semanas, desde que decidiera poner su acta de diputado a disposición del presidente Imbroda, asegura que se ha sentido “muy querido”. Por todo ello, al finalizar esta entrevista quiso aprovechar estas páginas para agradecer a todos los compañeros, amigos, familiares y ciudadanos las muestras de apoyo que le han mandado a través de mensajes y los ánimos para afrontar esta nueva etapa.
–Su frenético ritmo de trabajo está a punto de recuperar algo de normalidad cuando se forme el nuevo Gobierno, ¿cómo se plantea el cambio?
–Me lo planteo con muchísima ilusión y como un nuevo reto. Después de 14 años en el Gobierno de  la Ciudad, (los dos primeros como viceconsejero de Sanidad y Consumo y los 12 siguientes como vicepresidente primero y al frente de consejerías importantes, como Administraciones Públicas y Fomento, Juventud y Deporte) lo cierto es que me lo tomo con mucha ilusión y como un nuevo reto. Intentaré hacerlo lo mejor posible y haré lo que he hecho siempre, como antes de entrar en política y en política, trabajar, trabajar y trabajar. Lo haré con mucha seriedad, mucha honestidad y mucha honradez.
–No sé si ya sabe quién será su sucesor en la Consejería. A ese señor X, ¿qué le recomienda?
–Le puedo asegurar que desconozco quiénes van a ser los miembros del Gobierno, si no le respondería que lo sé. No puedo contestarle. No sé quiénes van a ser los miembros del Gobierno. Lo que sí puedo decirle, sin temor a equivocarme, es que, afortunadamente, el PP cuenta con más de 3.000 afiliados, muchos de ellos que pueden hacerlo igual o mejor que lo que lo estábamos haciendo los que hemos formado parte del Gobierno hasta ahora.
Estoy convencido de que quien nombre el presidente Imbroda lo va a hacer, seguro, mejor que yo.
–¿Qué consejo le da a su sucesor?
–No me gusta dar consejos. En cualquier trabajo, no solamente en política, uno debe tomárselo muy en serio, debe trabajar duro, sobretodo en responsabilidades políticas y que haga una cosa, que yo he hecho siempre durante todos estos años en política: Tener mis puertas abiertas. Hay que tener abiertas las puertas a los ciudadanos porque lo que demandan es que sus representantes políticos resuelvan los problemas. Para ello, la mejor forma es tener las puertas abiertas, escuchar a los ciudadanos y atenderles a todos.
–En cualquier caso, lo que no obliga el pacto PP-PPL es a dejar seguir siendo la mano derecha de Imbroda.
–Bueno, esa es una decisión del presidente que tendrá que decidir qué responsabilidades voy a asumir. De hecho, ya ha tomado una de ellas, que es nombrarme portavoz del Grupo Popular en la Asamblea y no es un tema menor. Por tanto, yo tengo que seguir agradeciendo al presidente Imbroda la confianza que viene depositando en mí a lo largo de estos años.
–¿Qué sensación tiene al imaginar a Paz Velázquez formando parte del Gobierno?
–Yo creo que hay que tomarlo con naturalidad. Hay que mirar siempre para adelante. Yo soy una persona que en todas las facetas, incluso antes de entrar en política, siempre he mirado las cosas positivas, incluso frente a la adversidad o situaciones complejas, hay que mirar la parte positiva. Siempre he hecho eso y no me ha ido mal con esa actitud.
Y de todo esto también hay una parte positiva, que es lo más importante para mí, la ciudad de Melilla va a contar con un Gobierno estable para los próximos cuatro años. Eso es fundamental para el desarrollo socioeconómico de la ciudad. Cuatro años de estabilidad y esta diputada, a través del acuerdo, va a formar parte del Gobierno como ya lo ha anunciado el presidente Imbroda.
–¿Hay algo que tenga que perdonar a Paz Velázquez o ella a usted?
–Mire, no me gusta mirar para atrás porque se han hecho muy mal las cosas. Estos cuatro años que han pasado, yo creo que es difícil ver algo parecido en cualquier otra parte de España. Es difícil ver cuatro años de insultos, injurias, calumnias, todo tipo de descalificaciones, auténticas aberraciones... Los plenos eran dantescos... Yo creo que todos hemos dado un espectáculo lamentable a la ciudadanía. Lo que está pidiendo la ciudadanía es, lo ha dicho claramente en las urnas, que gobierne el PP, pero con más diálogo.
Aquí, hablando de diálogo, me gustaría precisar una cuestión. El presidente Imbroda siempre, siempre ha intentado el diálogo, pero es una cosa de dos. Dos no dialogan si uno no quiere, o dos no dialogan si uno de ellos lo único que hace es injuriarte, calumniarte, vilipendiarte... Así es difícil dialogar.
Yo espero que las injurias, los insultos y las calumnias formen parte del pasado y ahora realmente se esté a la altura de las circunstancias, se sea serio y riguroso en los planteamientos políticos, que haya discrepancias, que debe haberlas porque es sano en democracia, y se expongan con corrección, con cortesía parlamentaria. Es lo que estamos acostumbrados a ver en cualquier parlamento en nuestro país.
–En los  próximos meses, la maquinaria electoral volverá a ponerse en marcha con las Elecciones Generales. Cuando la Caravana Popular recorra Melilla, tal vez en la foto también estará Velázquez, padre e hija. ¿Cree que sería positivo para el PP?
–Sí. Todo lo que sea sumar es positivo. Y si hay personas que hasta el día de hoy han estado fuera del PP, en otro proyecto, y quiere sumarse al del PP, el PP les recibe con los brazos abiertos. No solamente a los de PPL que quieran integrarse en el Partido Popular, sino también a personas que hayan pertenecido a otras formaciones políticas o a ninguna y que quieran apoyar al PP. El proyecto del PP es un proyecto de ciudad en el que caben todos.
–Entonces, cree que puede ayudar a ganar el terreno perdido en los últimos años...
–Yo soy partidario siempre de sumar y de integrar...
–O al menos de no restar, como hasta ahora, con una oposición dura o beligerante...
–Me da la razón en lo que digo: Sumar siempre es bueno. Creo que si parte de los miembros de PPL se integra en el PP, será positivo, como en cualquier organización, cuantos más sean, más fuerte será esa organización. Aquí, siempre hemos abierto las puertas a todos y siempre que uno quiera trabajar por la ciudad, hay un vehículo canalizador de primer orden que es el PP de Melilla.
–¿Ve a miembros de Coalición por Melilla (CpM) sentados en el nuevo Gobierno?
–Formar su Gobierno es una cuestión que corresponde exclusivamente al presidente Imbroda. Creo que él va a saber conformar un Gobierno que sea útil a las necesidades actuales de los melillenses. Estoy convencido de que lo que decida estará bien.
Al presidente Imbroda lo calificaría como el estadista de la Melilla contemporánea. Desde que empezó la democracia hasta hoy, no ha habido una persona en política con esa capacidad de detectar cuáles son las necesidades importantes de la ciudad y aplicar la gestión necesaria para resolver esas necesidades.
El presidente Imbroda ha hecho algo importantísimo, que muchas veces pasa desapercibido. Ha conseguido, porque ha tenido esa gran visión de futuro, dar la estabilidad social a Melilla que necesitaba. Ha conseguido integrar a todos los melillenses en uno: Ser melillense. Independientemente de que pertenezcas a una religión o a una cultura diferente. Eso tiene un valor incalculable, no se puede pagar con todo el dinero del mundo que se ponga encima de la mesa el tener una convivencia pacífica en una sociedad tan diversa y plural como la de Melilla.
–Incluso está dispuesto a integrar en su Gobierno a los cepemistas. Ya veremos hoy la respuesta de CpM. ¿Usted se ve capaz de hacer borrón y cuenta nueva con Mustafa Aberchán después de la dura campaña electoral que han mantenido ambos?
–En el tema del Gobierno, permítame que no me pronuncie. Pero en el tema del debate, el diálogo y el construir, por supuesto. Creo que los 25 diputados somos personas que hemos sido elegidos por los melillenses, somos sus representantes legítimos y todos y cada uno de los 25 tenemos cosas que aportar, sin distinción.
–Volviendo a su situación personal, tras años de responsabilidad en diferentes consejerías y viendo el sacrificio que ha tenido que hacer usted por la gobernabilidad de Melilla. ¿Usted cree que la política es justa?
–Por una parte, el que está en política, lo está por vocación. Yo lo estoy. Algunos amigos, cuando llegan este tipo de situaciones, te dicen: “Oye Miguel, vete a tu negocio, a tu empresa de seguros, ejerce de graduado social. Vas a ganar más dinero, vas a tener todos los fines de semana libres, vas a tener un mes de vacaciones, como el común de los mortales, y no 15 días como hasta ahora, y vas a tener días para ti”.
No les falta razón a esos amigos, pero uno está en política por vocación. Realmente he estado estos doce últimos años trabajando 365 días al año porque yo sí he estado trabajando 24 horas al día al servicio público, al servicio de los melillenses. Ahí están las hemerotecas.
La cantidad de trabajo que he desarrollado sin tener horas al día para poder excusarme de algún trabajo. He estado a plena disposición y, por tanto, es un tema vocacional. A partir de ahora, seguiré trabajando en las responsabilidades que me asigne el presidente, con la misma ilusión y la misma vocación.  
–¿Confía, como Aberchán, en que los jueces hagan justicia y archiven su procesamiento o le declaren inocente si es juzgado?
–Sí, claro. Aprovecho su pregunta para comentar una cuestión. A día de hoy yo no estoy procesado. Lo estaré, espero que no llegue el caso, cuando el juez resuelva de manera negativa el recurso de reforma que he presentado. Si eso ocurre, si se rechaza, tendré el recurso de apelación a la Audiencia y si resuelve en contra, a partir de ahí, estaría procesado.
Estaré procesado cuando todos los recursos se resuelvan en contra, que espero que no sea así.
–Entonces, ¿si a día de hoy no está procesado, le han apartado del gobierno sin necesidad? Como poco le ha tenido que sentar mal...
–Es que no ha sido así. Ya lo expliqué. Yo fui el que llamó al presidente Imbroda y le dije que ponía mi acta a su disposición, no por el pacto con PPL, porque no se conocía que iba a haber un pacto o una propuesta de pacto.
Yo lo hice hace dos miércoles, cerca de dos semanas, cuando no se conocía ninguna propuesta por parte de PPL.
Yo vi que lo mejor para Melilla era un Gobierno estable, porque la otra situación sería un Gobierno en minoría y particularmente, yo no lo veía. Por tanto, la única solución que teníamos de pacto a priori era Ciudadanos o Populares en Libertad, por afinidad ideológica. Como ambos no querían ni imputados ni procesados, yo dije “Mi acta a disposición del presidente”.
Le llamé y le dije: “Tienes mi acta a tu disposición porque estoy convencido de que lo que decidas con ese acta, va a ser lo mejor para Melilla. Haz lo que creas conveniente con ella”.
–¿Dio la posibilidad de negociar con Ciudadanos y con PPL?
–No, era una apreciación mía.
–Me refiero a que usted ofreció esa posibilidad al presidente, le dejó las manos libres para que su imputación o pre-procesamiento no fuera impedimento...
–Exactamente. Entiendo que lo importante para la ciudad es la estabilidad política, porque lleva a la estabilidad social y económica. Nosotros no nos podíamos permitir la licencia de gobernar en minoría. ¿De qué vale gobernar en minoría si luego no tienes control en las sociedades públicas, en las comisiones, no puedes aprobar los temas importantes en los plenos? Sería un auténtico desastre para la ciudad.
–Entonces no se planteaban la posibilidad de llegar a un pacto de Gobierno con CpM, que es el único partido de la oposición que no exigía apartar a imputados ni procesados...
–No, todo lo contrario. Yo lo que hice fue ponerme a disposición del presidente para que decidiera lo que creyera, lo más conveniente para la ciudad. Y como tengo plena confianza en él porque ya le conozco de hace muchos años y lo que he visto es una persona entregada por la ciudad, que piensa por y para los melillenses y que siempre ha antepuesto los intereses de los ciudadanos a los intereses del partido o a los particulares. Por eso puse mi acta de diputado a su disposición.
–Me imagino que en el seno del Comité Ejecutivo del PP habrán analizado todos los escenarios. Aunque no me pueda decir qué es lo que se ha  dicho, ¿han estudiado el posible escenario que se produciría si el Tribunal Supremo reabre la causa contra  Imbroda?
–Bueno, eso es como si nos ponemos a pensar ahora qué pasaría si se suceden cuatro terremotos y dos tsunamis. Puede ocurrir... bueno, está entre las millones posibilidades de que ocurra, pero...
–Pero no me negará que es una posibilidad y que dentro de poco se sabrá si hay tsunami o no hay tsunami en Melilla...
–Si miramos la hemeroteca, yo he intervenido y he hecho declaraciones previas a la resolución del Tribunal Supremo. Están ahí, las pueden rescatar. En todas ellas, dije que estábamos convencidos de la inocencia del presidente Imbroda por una sencilla razón: Porque es materialmente imposible que en esa situación se produzca una prevaricación administrativa.
La prevaricación administrativa necesita, primero, el ilícito administrativo y, segundo, que sea consciente, temerario, con retorcimiento del derecho. Y en la contratación de ese abogado no se ha dado ninguna de las circunstancias: Ni ilícito administrativo ni retorcimiento del derecho ni nada que se le parezca.
Es materialmente imposible esa prevaricación. De hecho, ese contrato con ese abogado se llevaba haciendo en la Ciudad desde los años 80 y se lleva haciendo en todos los municipios, diputaciones y comunidades autónomas de toda España de siempre. Es decir, que es un contrato civil como los miles y miles de contratos que se llevan en las administraciones públicas.
Por eso, estamos convencidos de que el caso se archivará y, como siempre hemos defendido, ahí no hay absolutamente nada. Por eso, ni siquiera hemos hablado de esa posibilidad.
–¿El paso atrás que ha dado es un primer paso para dejar la política o se trata de coger impulso?
–Siempre comento con amigos en conversaciones informales que en política, un día es mucho tiempo. Estoy convencido. De un día a otro cambian las situaciones políticas de las personas, de los partidos, de las ciudades... de una manera brutal y, por tanto, yo soy de los que trabajo en el día a día y pienso en el día a día.
–Después de la constitución de la Asamblea el pasado viernes, muchos compañeros suyos del Partido Popular saludaron efusivamente a Paz Velázquez, tras votar ésta a favor de Imbroda como presidente. A usted no le vi hacer lo mismo...
–Yo estuve saludando a muchos compañeros que estuvieron en ese acto, a muchas personas que asistieron con cargos institucionales, saludé a familiares y amigos. Estuve saludando a todo el mundo que me encontré por el camino.
Saludé a Gloria Rojas y a Francisco Vizcaíno y comentamos que sería muy bueno para la ciudad, cambiar la actitud y evitar los insultos, las injurias, las calumnias...
Incluso saludé y felicité a la número dos de Ciudadanos (Mª Dolores Martínez), pero con la señora Paz Velázquez no me la crucé. No tengo ningún inconveniente en saludar a ninguno de los 24 diputados restantes de la Asamblea.
–¿Y qué le parece la Delegación del Gobierno o la Autoridad Portuaria?
–Me parece que están gestionadas por dos buenos compañeros, como son Abdelmalik El Barkani y Arturo Esteban.
–Que también tienen derecho a descansar...
–No, no. Están haciendo un buen trabajo. Ese tipo de decisiones como no  me corresponden a mí, pues lo único que puedo decir es que tanto uno como otro están haciendo una gran labor en sus puestos.