Luna con el pelo azul, espera al autobús. Ángel pasea por la Avenida Rey Juan Carlos con su corbata de rombos de colores y Beatriz pasea por el parque Hernández con sus zapatillas de deporte. Cada persona, le preocupe más o menos su imagen, dedique más o menos tiempo a cuidarla o sea más o menos presumida, cada mañana abre su armario y escoge una prenda que ponerse. Es un acto cotidiano que sirve para decidir la manera de comunicarnos con nuestro entorno, de proyectar nuestra imagen al mundo
Beatriz ayer vistió con zapatillas porque “quiso ir lo más cómoda que pudiese y porque están de moda”. También lleva un chal sobre los hombros porque “a la sombra hace frío”. Explicó que su estilo personal, la imagen que proyecta “es un fusionado, elegante y a la vez moderna”. Y que, por le contrario, la imagen de los melillenses “no es muy moderna”.Por eso, si ella fuera la estilista oficial de la ciudad les diría “que escogiesen prendas que se identifiquen con ellos mismos”.
Ángel, por su parte, explicó que tarda una media hora en arreglarse, “es mucho, sobre todo sabiendo que en realidad no tengo mucho arreglo”, bromea. Explicó que la ropa la elige siempre el día anterior en función de su agenda del día siguiente. “Hoy tenía que presentar unas jornadas y por eso me puse una chaqueta y una corbata de rombos con colores vivos”.
¿Y los melillenses más jóvenes? Mario explicó que a todos nos gusta sentirnos guapos. Ayer fue de compras por el centro, “quiero comprarme una chaqueta, hay que cuidar la imagen”.
Cristina, otra joven, comentó que ella se basa el cuestiones prácticas para elegir su imagen. “Escojo la ropa más cómoda que tenga, además nunca me maquillo, pero en la ciudad es frecuente ver a mujeres haciendo deporte y maquilladas, hay gente muy presumida por aquí”
“Porque me pillas hoy y es de color azul, el mes pasado lo llevaba de otro color, lo cambio muy a menudo”, comentó Luna sobre su pelo. Tarda “más o menos un media hora” en arreglarse por las mañanas. Y explicó que queda muy bonito decir que no, pero que al ver a alguien, es difícil no sacar ideas preconcebidas. Ella lleva un piercing en la nariz “me gusta, pero reconozco que a veces es un impedimento para buscar trabaja. Que lo lleve puesto no me hace ser ni una persona refinada ni un apersona macarra, solo soy Luna”, explicó
Luna cree que con cada look se estereotipa a la gente. Por su parte José Luis entiende la elegancia como un elemento de consenso, “a día de hoy es imprescindible ir correctamente vestido y aseado”, comentó. Viste con un camisa de rayas y unos castellanos. “A pesar de mi look tardo de 4 a 5 minutos en arreglarme, y la ropa la elijo el día anterior en dos minutos”.
Además, a la hora de escoger su imagen se preocupa por los demás. “No quiero defraudar a la gente que me mira, ni voy con pantalón corto ni con chanclas”. Comentó que las melillenses visten muy bien, pero que los hombres suelen ir muy desaliñados, “menos los mayores sí que vestimos más elegantes”.
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