Las reuniones y la relajación ciudadana durante las navidades comienzan a sentirse. Melilla volvió a superar la barrera de los 500 casos activos de Covid-19 y la incidencia acumulada en los últimos 14 días escaló, este jueves, hasta los 534,18 casos por cada 100.000 habitantes.
La tercera ola llegó y comienza a golpear a la ciudad y a España. Las comunidades ya están aumentando las restricciones para evitar mayores daños a la salud de los ciudadanos y contener la presión hospitalaria. El presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, llamaba a la población a autoconfinarse y a reducir los contactos.
Ya el ministro de Sanidad, Salvador Illa, advertía que vendrán semanas duras. Con una situación como la actual es necesario volver a tomar medidas con el fin de frenar la propagación del virus. Melilla registró, este miércoles, unas cifras similares a las del 3 de noviembre, cuando el Covid azotaba con fuerza a la ciudad.
Esta oleada se enfrenta con una herramienta que no se tenía hasta diciembre. La vacuna. Pero lograr vacunar a un alto porcentaje de la población llevará tiempo, por eso es tan importante la prevención y el cumplimiento de las medidas sanitarias.
En lo que va de enero, la ciudad ha duplicado el número de fallecidos registrados en la primera ola. En 14 días se suman cuatro víctimas, mientras que desde marzo a agosto hubo dos vidas que lamentar.
La Covid-19 ha cambiado la vida de todos en los últimos 10 meses. El distanciamiento interpersonal, el uso de la mascarillas y el lavado constante de las manos son ahora parte de la rutina diaria.
Aunque con la vacuna se está más cerca del fin de esta pesadilla, es necesario resistir un poco para cuidar la salud de todos. Los abrazos y las reuniones volverán, siempre que se cumplan escrupulosamente las normas de sanidad. La vida está en riesgo, es momento de ser responsable y cuidarla.